La expectativa oficial está puesta en la aprobación del Board del FMI al acuerdo, pero el mercado espera conocer la letra de un nuevo esquema cambiario. El dólar futuro de fines de mayo ya está 14% arriba del precio mayorista. Fue otro mal jueves en los mercados, luego del buen repunte del miércoles que habilitó Trump
Por Mariano Cuparo Ortiz
Tras otro jueves turbulento en los mercados, y luego de semanas de deterioro en las variables claves, llegó el día D: la gran expectativa oficial apunta a que ya avanzado este viernes el Directorio del FMI apruebe el acuerdo por USD20.000 millones. Para el mercado, incluso más allá del número del primer desembolso, lo fundamental será conocer la letra chica del acuerdo: se espera un nuevo esquema cambiario del que aún no se conocen detalles.
Eso quedó claro cuando, tras el comunicado del staff level agreement los mercados reaccionaron el miércoles con bajas, al menos hasta que, sobre el mediodía, Trump dio marcha atrás con su política de aranceles, lo que disparó euforias temporales. Ya el jueves terminó con futuros de dólar que, a fines de mayo, están 14% por encima del precio del dólar hoy.
Si bien ese 14% no representa de forma lineal la expectativa de devaluación, sí marca la suba en la necesidad de cobertura del mercado. Y, en la medida en la que ese porcentaje está por encima del de la tasa de interés en pesos, que es de 2,4%, muestra el porqué de la reversión del carry trade, que es una explicación clave de la caída de reservas del BCRA, que el jueves vendió otros USD65 millones. Las reservas brutas cayeron USD6.812 millones en lo que va del año y, para colmo en la víspera de las elecciones legislativas.
Desde la consultora ACM mencionaron al respecto: “Las próximas elecciones legislativas también ofrecen señales de alerta dado el historial reciente. Desde 2007, las reservas internacionales cayeron en promedio unos USD4.000 millones en los tres meses previos a cada elección, y unos US$ 3.400 millones incluso en contextos de cepo”. Las netas están, según Portfolio Personal Inversiones (PPI) en un negativo de USD11.680 M, por lo cual un desembolso de USD12.000 M las dejarían en terreno apenas positivo, y las líquidas están en un positivo de USD7.480 M. Hay dudas que recién la letra del acuerdo, que se espera conocer una vez que el Board lo apruebe, podrá despejar acerca de qué tan líquido será el desembolso inicial.
Ese nivel de reservas y su constante drenaje viene siendo producto del atraso cambiario, que en el verano disparó vía importaciones y turismo la magnitud de un rojo de cuenta corriente externa que ya lleva nueve meses de vigencia, sumado a los pagos de deuda, el desarme de depósitos en divisas y la intervención en los dólares financieros. De ahí la suba en la expectativa de devaluación, que además de disparar al dólar futuro, que este jueves trepó un 5,8% en la posición a mayo, también hizo subir fuerte a los dólares financieros, pese al blend y la intervención oficial. Este jueves el MEP saltó un 1,7% y el CCL un 1,9%. Sus brechas con el oficial crecieron 20% en el mes y están en el 25%.
La expectativa oficial apunta a que haya acuerdo con el FMI y a eso le sumó este jueves la confirmación de renovación del swap con China y el anuncio de la llegada al país el próximo lunes del Secretario del Tesoro de los EE.UU., Scott Bessent. Desde el mercado el deterioro de las variables viene reclamando conocer el nuevo esquema cambiario.
Desde ACM afirmaron acerca de cómo la crisis global agravó la consecuencia del crawling al 1%: “En otras economías emergentes, shocks como el actual suelen ser amortiguados vía una devaluación moderada, que preserva competitividad externa y limita la pérdida de reservas. En Argentina, esa válvula está bloqueada: sin tipo de cambio flexible ni un nivel significativo de reservas netas, todo el ajuste recae sobre el balance del BCRA”.
Y agregaron: “El acuerdo con el FMI pasa a ser un elemento central no solo por su dimensión financiera, sino por su potencial para habilitar una transición ordenada del régimen cambiario. Es evidente que el margen para sostener indefinidamente el esquema actual luce acotado. Si no se introduce cierta flexibilidad o no se logra reforzar las reservas vía ingreso neto de divisas, el mercado podría comenzar a descontar escenarios más desordenados. La efectividad del nuevo programa dependerá menos de su tamaño que de su articulación con una estrategia ordenada”.
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