Liberarán importaciones a quienes prometan invertir

Liberarán importaciones a quienes prometan invertir
Será una alternativa para el nuevo esquema de compras al exterior. Comienza en la segunda quincena de febrero.
El nuevo régimen para importadores, que informalmente comenzará a regir desde el lunes 17 de febrero, tendrá una variante: las empresas que demuestren capitalizaciones e inversiones en dólares podrán tener la posibilidad de comprar bienes del exterior por la misma cantidad de divisas. Esto implica que si una compañía de cualquier tamaño demuestra que sus activos durante un período determinado aumentarán en una cantidad determinada de dólares, el Ministerio de Economía le habilitará importaciones por el mismo volumen de dólares. Obviamente, todas las máquinas, herramientas e insumos necesarios para esa inversión, siempre que se demuestre que están destinados a aumentar la capacidad de producción de una planta o línea de fabricación tendrán ingreso libre al país. También cualquier compra posterior a la concreción de una inversión.

Por otro lado, desde el ministerio que maneja Axel Kicillof y la Secretaría de Comercio Interior de Augusto Costa se les aclaró a las compañías que consultan sobre las nuevas condiciones de importación que sólo podrán pedir aclaraciones o preguntar por las restricciones que se aplicarán desde el 17 de febrero en adelante, desde las cámaras que las representen. Con esto, aseguran en Economía, se terminará con los pedidos "interminables", según las declaraciones de un funcionario del Palacio de Hacienda, que realizan empresas particulares e individuales para reclamar una audiencia con cualquier funcionario con poder de liberar importaciones con su lapicera.

El nuevo régimen de habilitar importaciones sobre inversiones y capitalización de activos, se suma al sistema con que desde Economía se reemplazó al "uno a uno" de Guillermo Moreno por el cual para importar se debía exportar por la misma cantidad de dinero.

A partir de la segunda quincena de este mes, tal como adelantó este diario, el régimen se basará en que no habrá aportes del Banco Central para pagar compras del exterior, sino que deberán ser las propias empresas las que se financien con créditos provenientes de los mercados internacionales o apalancamientos de las centrales de las multinacionales que trabajan en el país. De este esquema quedarán afuera las pymes, las que de todas maneras recibirán dólares para importar, siempre que se determine desde la secretaría de Augusto Costa, que efectivamente se trata de insumos para producir en el país.

De todas maneras, todos estos casos viajarán hacia un escritorio donde se determinará la importancia del pedido que figura en las declaraciones juradas. De ser negada la importación, ya no habrá posibilidades de ser evaluada nuevamente por la secretaría y el reclamo deberá ser atendido a través de las cámaras que representan a las empresas. Esto implica otro cambio frente a la era de Guillermo Moreno como mandamás del comercio exterior. En la época del supersecretario, se comentaba que si se insistía varias veces luego de un rechazo (no menos de cinco) a la larga la dependencia terminaba autorizando la compra desde el exterior. Según cuentan los importadores y despachantes de Aduana, esta técnica dejó de rendir efecto desde diciembre, cuando los nuevos funcionarios desembarcaron en Economía. Todo este nuevo régimen durará, al menos, hasta mediados de mayo. Luego, si los sojeros cumplen su promesa de depositar los más de u$s 3.000 millones a las reservas del Banco Central, las restricciones pasarán a proceso de revisión.

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