Por Macarena Ramírez

La apertura del ciclo 2022 de sesiones ordinarias de la Legislatura bonaerense que encabezará este miércoles será el inicio del segundo tiempo de Axel Kicillof al frente del gobierno de Buenos Aires y el comienzo del camino que lo llevará, en caso de tener éxito, a sentarse nuevamente en el sillón de Dardo Rocha el 11 de diciembre de 2023. Para lograrlo, el gobernador ya plantó su plan de gestión a seis años, que será eje del discurso. Sin embargo, aunque siempre quiso mostrarse ajeno a la rosca, sabe que, para lograr su reelección en una coalición en constante ebullición e inmersa en un mar de internas, necesita construir una red de acuerdos con todas las tribus de la alianza, en un equilibrio complejo y delicado.

Por eso, Kicillof despliega una estrategia política que lo mantiene cerca de Todos. Sostuvo su vínculo con la vicepresidenta Cristina Kirchner tras las tensiones post-PASO; se acercó al presidente Alberto Fernández pese a los dardos lanzados por el kirchnerismo duro y cerró un acuerdo electoral con el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa. Al mismo tiempo, aceita su vínculo con los bloques propios de la Legislatura y mantiene una tensa paz en su gabinete renovado.

Como muestra del delicado equilibrio que sostiene Kicillof, basta mirar la agitada jornada del miércoles pasado, cuando se reunió con las bancadas del Frente de Todos en dos reuniones de más de tres horas cada una; recibió al Presidente, que desembarcaba en La Plata para asistir a un acto vaciado por La Cámpora, y al anochecer se dirigió al Senado de la Nación para reunirse con CFK, con el acuerdo con el FMI como tema central.

“Las reuniones con Cristina son habituales; una vez por semana se reúnen”, remarcó en diálogo con Letra P un funcionario cercano al gobernador e insistió: “Es un vínculo que está aceitado, que tiene muchos años y que no se ha roto en ningún momento, pese a lo que dicen”. “Lejos está de tener algún resquemor”, abundó en referencia al tenso encuentro que mantuvo el exministro de Economía con Cristina en el Calafate. De aquel viaje, Kicillof se trajo tarea pesada para el hogar: la salida de sus cargos de dos hombres de su extrema confianza, como Carlos Bianco y Agustín Simone, para que ingresaran los intendentes Martín Insaurralde y Leonardo Nardini en puestos de altísima relevancia.

Al mismo tiempo, lejos de la pelea descarnada entre un sector del kirchnerismo y el Presidente, Kicillof afianzó su vinculo con Alberto Fernández. No se sumó a las críticas al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y, a días del portazo de Máximo Kirchner, se subió con el primer mandatario al avión que los llevó de gira por Rusia, China y Barbados.

También con Massa selló un acuerdo. A través de este medio, en una entrevista con el diputado Rubén Eslaiman, el Frente Renovador anunció que apoyará la reelección del gobernador, mientras empuja la candidatura presidencial del líder del partido. En diciembre, Kicillof le abrió por primera vez el gabinete al tigrense incorporando a Jorge D´Onofrio para conducir el Ministerio de Transporte.

En la relación con Kirchner, el entorno de Kicillof intenta también bajar el tono del conflicto. “Con Máximo el vínculo no se cortó ni hubo pelea, Axel siempre dice que para pelearse tienen que ser dos y Máximo es un compañero; si tiene diferencias de criterio, se entiende, pero el gobernador tiene la responsabilidad de gobernar”, asegura un hombre de diálogo cotidiano con el mandatario.

En la misma línea se mueve para mantener la concordia en el gabinete. Aunque entre sus tropas y las de Insaurralde las relaciones se tensan, Kicillof mantiene un diálogo fluido y un trabajo coordinado. También en ese sentido estuvo direccionada la reunión que mantuvo con la tropa legislativa, donde escuchó las quejas de falta de coordinación, tomó el guante y se comprometió a dialogar más y a crear y sostener mesas de trabajo.

Hacía adelante, las opciones de estrategias internas del Frente de Todos son demasiadas, pero Kicillof puso algo en cada canasta. Al mismo tiempo, confía en su vínculo en el cara a cara con el electorado, por lo que dedicará gran parte de su tiempo a recorridas territoriales y se concentrará en concretar su plan reeleccionista de gestión a seis años.

Este miércoles, el gobernador dará un discurso escrito de su puño y letra que hará un repaso de la gestión, pondrá en valor todo lo realizado y relanzará el Plan 6x6. Pondrá en marcha, así, el proyecto Kicillof 2023.