Baggio nació en 1959 y su fundador estuvo al frente de la empresa hasta 2006. Luego, sus hijos pasaron a disputarse el manejo en un enfrentamiento que incluye varias denuncias.
Se trata de un conflicto en la planta de Baggio de San Luis, principalmente entre los dueños de la empresa. Las y los trabajadores exigen el pago de sus salarios de diciembre y enero.
Llegó hasta la Justicia, con denuncias que incluyen acusaciones de lavado de dinero, evasión, competencia desleal, pago de sobreprecios y robo de u$s7 M.
Fue tras el reciente fallecimiento de la viuda del fundador. Nueva denuncia del hermano desplazado de la firma por presuntos sobreprecios en la importación de envases para desviar fondos al exterior. Las acusaciones cruzadas en la última asamblea que terminó en escándalo.
“Hay responsables de la destrucción de humedales que están expuestos, pero siguen impunes”, señalan.
“Se acerca la primavera y se acerca el calor de los incendios. El humo se extiende cada vez más y ya no deja respirar bien. Así es el lanzamiento del nuevo jugo “Baggio Ahumado: una mezcla de Delta, humo y fuego”, según dice el nuevo aviso lanzado por la ONG ecologista Greenpeace como parte de una campaña para denunciar los incendios en las islas del Delta del Paraná.
Rufino Pablo Baggio, distanciado judicialmente con su hermano Juan Alejandro y propietario de la firma Bigar SA, se quedó en octubre de 2021 con la mayoría del lote de 110 artículos, que se remató de la bodega abandonada, Valle Perdido.
La sociedad en las Islas Vírgenes Británicas podría ser la pieza faltante en la feroz interna familiar entre los hijos del fundador