La jugada de Alberto en la semana más complicada

La jugada de Alberto en la semana más complicada

El Gobierno nacional logró sortear complicaciones que surgieron sobre la marcha de la pandemia como los sobreprecios en alimentos y el reclamo por disminución de sueldos políticos. En los últimos días, la crisis dejó a la luz una interna que acabó con cambios en el equipo y un cacerolazo se sintió con fuerza. La cuarentena, el factor clave.

Alberto Fernández se convirtió en el capitán del barco en lo que respecta al combate contra el coronavirus. Conforme a varios sondeos de opinión pública, en las primeras semanas su imagen positiva se posicionó en puestos de élite y sin antecedente para la dirigencia argentina de los últimos años. Sin embargo, todo lo que sube tiene que bajar y la semana que pasó tuvo varios golpes para el líder de Todos.

Desde la discriminación de las salidas recreativas, que generó revuelo en la franja de ciudadanos del Area Metropolitana Buenos Aires (AMBA), más el pedido de renuncia al titular de la Anses, y el sistema carcelario en pleno conflicto, fueron ejes que dieron sendos cachetazos a la Casa Rosada.

“Empiezan a quedar sobre la superficie diferencias en la coalición de Gobierno, que antes no salían a la luz”, resumió a LaTecla.info el analista político Carlos Germano respecto a los sucesos de la última semana. En ese sentido, detalló que la modificación en la titularidad de la Anses es tema “de raíz político”. 

Vale recordar que, Alejandro Vanoli fue separado de su cargo un mes después del gran conflicto que se generó con el pago a jubilados. Incluso, la diputada de Juntos por el Cambio, Vanesa Zuccari, puso el ojo en la demora de la decisión sobre su pedido de renuncia: “Casi un mes demoraron en tomar la decisión con uno de los responsables de la gestión de aquel fatídico día, cuando los jubilados se agolparon en las puertas de los bancos y quedaron expuestos al riesgo de contagio", expresó la radical.

En ese sentido, Germano reflexionó ante este medio que la demora estuvo relacionada a la conclusión de diferentes fuerzas políticas en una alianza. “Las coaliciones de Gobierno se dan bien en gobiernos de índole parlamentaria, no en sistemas presidencialistas como el nuestro donde un Presidente tiene el poder”, sostuvo y abundó: “Está el antecedente de la alianza de la Unión Cívica Radical y el Frepaso, o el mismo Cambiemos”.

De esa manera, el analista subrayó que “estamos viendo una coalición que empieza a mostrar fisuras” y sentenció que “el kirchnerismo logró volver a instalar a su gente en Nación con Raverta y en la Provincia con un hombre muy importante (Andrés Larroque) que quedará a cargo del ministerio de Desarrollo de la Comunidad”.

Asimismo, Germano consideró que el caso Anses es la tercera muestra clara de fisuras en el gobierno de Todos. “Crujió muy fuertemente con lo que pasó en los sobreprecios de Desarrollo Social, el ministro (Daniel Arroyo) quedó muy averiado. Pasó también con la ministra de Justicia (Marcela Losardo) que el secretario de Derechos Humanos (Horacio Pietragalla) pidió la liberación de Jaime. Pasa también con la posición de Massa sobre los excarcelamientos, marca un sesgo ideológico muy importante”, remarcó Germano.

En tanto, Fernando Larrosa, titular de la Consultora CEIS, señaló que “se vieron situaciones que hizo que se alterara la imagen y se demostrará bronca. La primera de ellas fue ese viernes de cobro para los jubilados”. Y explicó: “la salida de Vanoli, si lo vemos con la jugada terminada, fue no sacarlo en su momento para que el impacto sea menor y no mostrar una debilidad”. A ello, se sumó el cacerolazo del jueves pasado por la posible prisión domiciliaria para detenidos en penales que “marcó un deterioro en la imagen y la aceptación”.

“Hay un deterioro pero no para generar preocupacion en el Gobierno. Si se suma semana a semana situaciones de conflicto como las que pasaron esta semana, sí va a ser un problema”, consideró Larrosa.

En la misma línea se expresó Roberto Bacman, que destacó a este medio que “no ha sido una semana buena la que tuvo el Gobierno”. En ese marco, destacó que la resolución del conflicto del pago a jubilados “mostró la interna en un mayor crecimiento de poder para La Cámpora” y señaló que el conflicto político “hasta ahora no impacta en la imagen de Alberto Fernández”. Asimismo, señaló que se trata de “una interna que existió siempre, incluso con Vanoli como representante de la línea del kirchnerismo, sin ser albertista o massista”.

“Hay que ver si la tensión entre la segunda línea de Anses, más ligada a la Cámpora, con la conducción de Vanoli no va a existir más o si el daño es más profundo que el que salió a la luz”, reflexionó Bacman. 

A su vez, el analista político puso una luz de alerta sobre el futuro venidero. Así, sostuvo que “por ahora la imagen de Alberto sigue muy alta, pero el mayor peso del malestar social cae en la situación de las cárceles, barrios que nunca cacerolearon lo hicieron”. Y agregó: “Tiene riesgo de bajar (la imagen) por un combinado de presos, anses y economía. Todavía hay mucho troll dando vuelta, los cacerolazos no fueron por generación espontánea y el encierro ayuda mucho a que se agarren las cacerolas”.

De esa manera, señaló que la continuidad de la buena percepción social sobre el Jefe de Estado pende del manejo de la pandemia. “La fortaleza está centrada en el control de la pandemia, fue el socorrista que la sociedad necesitaba. La pandemia cambia todo, Alberto está puesto ahí. El problema, ahora, es el manejo de la economía, cuándo se va a levantar la cuarentena y cómo”, sentenció.

En esa sintonía, el gobierno nacional iniciará la última semana de la cuarta fase de la pandemia con dos ejes, avanzar en un quinto paso con mayor flexibilización social y reactivar el motor de las economías regionales. A diferencia de las primeras decisiones, la nueva fase de aislamiento podría ser de una semana y no quince días como ocurrió desde marzo a la fecha.

En definitiva, Alberto volverá a centrarse en la protección de la vida para dejar de lado la semana más oscura para la gestión desde el inicio del aislamiento y evitar que el malestar social llegue al Gobierno.

Mala praxis comunicacional

Para el especialista en comunicación política, Gustavo Córdoba, a lo largo de los últimos días, el gobierno de Alberto Fernández incurrió en una "mala praxis comunicacional" y no fue la primera vez que sucedió desde el inicio del aislamiento social y preventivo. Por caso, Córdoba delineó tres ejes que marcaron la falta de conducción en la agenda: la hora recreativa; la salida de Vanoli de Anses; y las prisiones domiciliarias.

"El Gobierno vuelve a no evaluar el impacto de una decisión", señaló y agregó que "informa mucho pero comunica poco". De esa manera, remarcó que "la política está en emergencia, la mayoría de la sociedad apoya al Gobierno, pero parte de esa mayoría está en contra de la recomendación para el cumplimiento de prisiones domicialiarias. No son lineales".

Asimismo, sostuvo que la gestión presidencial falló en "permitir que un tema periférico, que es muy de la Capital Federal, se ubique en el centro de la agenda. Eso ocurrió con la liberación de presos, gracias al manejo de la oposición que generó pánico extremo apoyado por medios afines. Apuestan fuerte a la grieta".

"En el interior no es un problema la situación de los presos, no llega a las principales preocupaciones es periférico", subrayó Córdoba y remarcó que la preocupación social "sigue siendo la economía y como salir de la cuarentena".

De esa manera, advirtió a este medio que es necesario "extremar las precauciones". Y cerró: "El Gobierno todavía tiene crédito, el tema es la oposición, que oposición quiere ser. Si una oposición responsable, o una que genere pánico".

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