Juan Schiaretti y Facundo Manes sellaron en una cumbre secreta la hoja de ruta de la vía del medio

Juan Schiaretti y Facundo Manes sellaron en una cumbre secreta la hoja de ruta de la vía del medio

El exgobernador de Córdoba y el radical mantuvieron una reunión de tres horas en Buenos Aires. Expectativa alta, diagnóstico compartido y una agenda común.

 

Por Yanina Passero

En silencio, sin fotos ni declaraciones, Juan Schiaretti y Facundo Manes compartieron una reunión política en la Ciudad de Buenos Aires con el objetivo de consolidar una nueva vía opositora al gobierno de Javier Milei.

El encuentro a solas se realizó este martes al mediodía en un barrio de la zona norte porteña, antes de que el exgobernador de Córdoba expusiera en la Universidad de Morón, en la Primera sección del conurbano bonaerense. El cónclave se extendió por más de tres horas, admiten fuentes bien informadas.

Según pudo reconstruir Letra P, esta charla extensa dejó un saldo más que positivo para el radical y el peronista antikirchnerista. Ambos coincidieron en la necesidad de construir una nueva mayoría con anclaje federal, racionalidad económica y sensibilidad social, sin repetir las formas ni los fracasos de esa política que la gente condenó con su corrimiento a La Libertad Avanza como opción de recambio.

La agenda de trabajo de Juan Schiaretti y Facundo Manes

Con dos vasos de agua sobre la mesa, bosquejaron una agenda política conjunta que buscarán profundizar en los próximos meses. Parten de un diagnóstico compartido: Milei gobierna sin plan productivo, sin red social y con una lógica de concentración del poder que pone en riesgo la estabilidad democrática.

Fuentes del cordobesismo sostienen que es altamente probable que vuelvan a repetir actividades conjuntas para mantener alta la expectativa y llamar la atención de radicales, peronistas y también de otros sectores que no comulgan con las conducciones de sus partidos.

Juan Schiaretti junto a la socialista Clara García y Facundo Manes en Santa Fe

El último encuentro público de Schiaretti y Manes fue en octubre del año pasado, en la Universidad Católica de Santa Fe. En ese ámbito seguro que ofrecen las universidades uno habló del Modelo Córdoba; el otro, sobre la importancia del alcanzar el desarrollo sin perder la dimensión humana de la política. Diferentes sujetos, mismo predicado.

Javier Milei, el objetivo compartido

El schiarettismo duro se define como opositor al gobierno libertario. La promesa de gobernabilidad, el clásico de los gobernadores cordobesistas, en ocasiones desdibuja los límites, sobre todo con algunos movimientos funcionales en el Congreso.

Lo cierto es que justifican sin grandes esfuerzos esos saltos con la bandera de la gestión y de lo que se supone es mejor para Córdoba. Algo así hicieron cuando una estampida de funcionarios cordobesistas llegaron a puestos altos en el organigrama de gobierno de Milei. “Los llaman porque son buenos”, decían, intentando despejar cualquier pátina de acuerdo.

Juan Schiaretti con sciolistas y dualdhistas en la Universidad de Morón

El experimento transversal que es el bloque Encuentro Federal en la Cámara de Diputados ha traído más dolores de cabezas que aciertos, desde la mirada de los armadores de Hacemos. Ya no es novedad que cada subbloque hace lo que se le canta.

El radicalismo que no quiere ponerse la peluca y que tiene a Manes como referencia asoma como una alianza natural pensando en las elecciones de octubre, con miras a ensayar nuevas alquimias en el recinto y en 2027.

La obsesión del exgobernador de Córdoba

Schiaretti logró consumar una alianza con Maximiliano Pullaro en Santa Fe y avanza a paso firme con el neurocientífico que amasa Para adelante, su nuevo espacio. No es nuevo el entusiasmo que siente el cordobés por el hombre boinablanca.

Cabe recordar que con motivo del contrapunto que protagonizaron Santiago Caputo y Manes en la Asamblea Legislativa de marzo, Schiaretti redactó personalmente un tuit (en el juego virtual del exgobernador eso es mucho) para expresar su apoyo. Tras bambalinas, celebró que el mileísmo hubiera ubicado en la palestra al radical.

En Buenos Aires, Schiaretti celebra la vuelta. Manes tiene la carta de ingreso a un lugar que obsesiona al amigo y socio de José Manuel de la Sota: el ingreso al conurbano bonaerense.

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