El interior bonaerense, el "Uruguay" de Kicillof

El interior bonaerense, el

El Gobernador destacó que más allá del Conurbano, su provincia tiene un territorio de más de 4 millones de personas casi en la normalidad.

 

Durante el anuncio de la nueva fase de la cuarentena, Axel Kicillof detalló una progresión de casos en la provincia de Buenos Aires que permite entender cómo la pelea contra el covid-19 gana en complejidad a medida que se avanza desde el interior de la provincia hacia la Capital Federal.

 

 

 

En esa explicación, el Gobernador buscó -además de deslizar alguna crítica hacia Horacio Rodríguez Larreta- remarcar el logro de la pelea contra el coronavirus en un territorio -el interior bonaerense- que tiene 4 millones de habitantes. "Si eso sólo eso fuese una provincia, sería la provincia más grande por cantidad de personas", dijo Kicillof.

 

 

 

El interior bonaerense tiene algunas semejanzas con Uruguay: ciudades medianas y pueblos chicos, separados por un verde extenso. Incluso tiene una población algo superior a la del vecino país que ronda el 3.600.000 habitantes.

 

 

 

El Gobernador explicó que esos 100 distritos (de los 135 que conforman la provincia) tienen un contagio cada 2.000 habitantes. Se trata de los distritos que están en las fases 3, 4 y 5 de la cuarentena.

 

 

 

La fase 5 es la denominada "nueva normalidad", toda la actividad industrial y comercial funciona con protocolos estrictos.

 

 

 

Pero además, la ponderación que hace Kicillof del interior de la provincia tiene que ver con que suele considerárselo como un territorio extenso y despoblado, que siempre quedó relegado ante la densidad poblacional del Conurbano.

 

 

 

La clave de los buenos resultados en la pelea contra el virus en el interior de la provincia fue el cierre de los accesos en los distritos. Eso generó solo movilidad interna y restringiendo al máximo el ingreso de personas provenientes del Gran Buenos Aires.

La clave de los buenos resultados en la pelea contra el virus en el interior de la provincia fue el cierre de los accesos en los distritos. Eso generó solo movilidad interna y restringó al máximo el ingreso de personas provenientes del Gran Buenos Aires.

 

 

 

Circular entre distritos del interior tiene una complejidad por lejos mayor a circular en el Conurbano. "Le hemos negado el ingreso a personas que tienen el permiso nacional. Prefiero que me hagan un juicio a que entre el virus al distrito", suele asegurar el intendente de Coronel Suárez, Ricardo Moccero. Su distrito no tuvo ningún infectado en lo que va de pandemia.

 

 

 

En otros distritos, los autos deben pasar por una cortina con liquido sanitizante. Incluso algunos intendentes llegaron a medidas extremas como en Azul, donde se le colocaba una faja en la puerta de los camiones que ingresaban al distrito con mercadería para corroborar que los choferes no bajen del camión.

Gollán y Kicillof en teleconferencia con el intendente Moccero de Coronel Suárez.

 

 

 

En los primeros días del aislamiento los bloqueos de los caminos generaron tensiones entre intendentes y funcionarios provinciales. Luego hubo conversaciones en donde se llegó a un punto de acuerdo: los intendentes podían bloquear algunos accesos pero debían mantener abiertos las rutas nacionales y provinciales para la circulación de vehículos esenciales.

 

 

 

La otra cara del éxito en el interior es la pelea contra el virus en el Conurbano. A medida que se avanza hacia la Ciudad de Buenos Aires, la situación se va complejizando. Kicillof detalló un tercer cordón (pegado al interior) donde se registra un contagio cada 400 personas. Luego un segundo cordón con un contagio cada 260 personas y por último el primer cordón (lindante con la Ciudad) donde se registra un caso cada 200 personas. En el caso del territorio porteño, el Gobernador aseguró que registra 1 contagio cada 75 personas.

 

 

 

Para este territorio, Kicillof detalló este viernes una flexibilización gradual de la cuarentena que comenzará el lunes próximo con una reapertura de empresas que cuenten con transporte propio, seguirá el miércoles con la habilitación de comercios de cercanía, mientras el que el lunes siguiente se incorporarán las actividades profesionales. En todos los casos, se deberá contar con protocolos específicos aprobados.

 

 

 

Esas son las líneas directrices de lo que el Gobernador llamó "una cuarentena intermitente", durante el anuncio de la nueva fase. Esa definición tiene que ver con la posibilidad de volver a endurecer las condiciones si se complica la situación sanitaria.

 

 

 

"Vamos a pasar a una cuarentena intermitente. Ahora se redujo la velocidad de circulación del virus, entonces estamos en posibilidad, de manera escalonada, lenta, de volver a la etapa anterior", dijo el mandatario bonaerense. Y advirtió que estas medidas "solo se podrán sostener en la medida en que no vuelvan a crecer los contagios y la ocupación de camas" en el sistema hospitalario.

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