A instancias de Vidal, los intendentes se preparan para despedir funcionarios

A instancias de Vidal, los intendentes se preparan para despedir funcionarios

Con las cuentas ordenadas, el presupuesto aprobado en la Legislatura y la posibilidad de que ingresen a la provincia partidas extra por entre 20 y 40 mil millones de pesos a lo largo del ejercicio 2018 como forma de compensación de Estado nacional por el fondo del conurbano, la gobernadora María Eugenia Vidal tiene amplio margen para ordenar la relación con los municipios y exigir nuevos parámetros de austeridad y transparencia a los 135 jefes comunales.

 

El primero en rearmar su gabinete prescindiendo de un numero importante de funcionarios es el intendente de Bahía Blanca, Héctor Gay, que le pidió la renuncia a todo su gabinete apenas 24 horas después de arrasar en las elecciones, para hacerlas efectivas en diciembre tras el recambio en el Concejo Deliberante, cuando algunos de sus colaboradores asuman sus bancas.

Pero en la última semana también Julio Garro de La Plata ratificó que reducirá en un 30 por ciento el número de funcionarios y las primeras versiones indican que desaparecería la Secretaría General que ocupara Javier Mor Roig, hoy concejal del bloque oficialista.

Pero también Jorge Nedela de Berisso aceptó las condiciones propuestas por el ejecutivo bonaerense y adelantó que va a reordenar su gabinete eliminando por lo menos una docena de funcionarios, lo que significaría para las arcas de la comuna un ahorro cercano a los 12 millones de pesos según estimaron fuentes oficiales.

En Bragado, el intendente Vicente Gatica anunció que no solo recortará la planta política, sino que espera reducir los gastos en todas las áreas sin perjudicar su funcionamiento racionalizando recursos y readecuando el funcionamiento de cada dependencia para alcanzar las metas del acuerdo fiscal lanzado por Vidal. En este caso, la salida de funcionarios podría corregir parte del escándalo que se desató en el inicio de la gestión cuando Gatica designó a familiares directos en la mitad de los cargos de su equipo.

Entre los últimos en plegarse al recorte se encuentra Cecilio Salazar, de San Pedro, que ya prometió disolver la Secretaria privada y de prensa, la fusión de algunas dependencias y el recorte de horas extras en prácticamente todas las áreas. Claro que como ocurre en otros casos, el secretario saliente, Jonathan Galván, no se irá a su casa, sino que asumirá su banca como concejal por el oficialismo.

Por el momento, el único jefe comunal no oficialista que presentó un plan de ajuste es Facundo López de Necochea, un massista que incluso antes de la debacle electoral del frente 1País había comenzado su acercamiento con Cambiemos, y ya les aceptó la renuncia a 11 integrantes de su equipo en el marco de un "relanzamiento" de su gestión, pero anunciando que 9 de los cargos no volverían a ser cubiertos. Necochea atraviesa serias dificultades financieras y necesitará recortarse si o si en la provincia para saldar las cuentas del próximo año.

Del lado del peronismo por ahora hay resistencia a los cambios que propone el gobierno bonaerense, fundamentalmente porque existe desconfianza sobre los beneficios que podrían alcanzar los distritos en el marco del pacto fiscal. Los intendentes del PJ creen que de avanzar en el acuerdo solo le darían vía libre al ejecutivo para manejar fondos con mayor discrecionalidad en función del análisis de las metas propuestas.

Kirchnerismo en llamas

La senadora nacional Cristina Kirchner enfrenta un pedido de desafuero y detención librado por el juez Claudio Bonadío, que trastocó la agenda política del peronismo no solo en la provincia sino a nivel nacional.

El pedido, que sorpresivamente se realiza justo después de que la ex mandataria consiga fueros parlamentarios, fue acompañado además de las detenciones de Carlos ZaniniLuis D´elia y Jorge Khalil, todos acusados de encubrir el atentado a la AMIA, aunque la ex mandataria se lleva la acusación más grave, porque está acusada de “Traición a la Patria”, una situación que solo puede darse en situación de guerra o si el expediente cae en el despacho de Bonadío.

Lo cierto es que prácticamente todo el peronismo cerró filas, no a favor de la ex mandataria, sino en defensa del Estado de Derecho, por lo que Miguel Ángel Pichetto adelantó el rechazo de su bloque al desafuero, por lo que el oficialismo podría quedar en soledad si pretende avalar la medida.

En el mismo sentido se manifestó el ex ministro Florencio Randazzo y hasta el oficialista Ricardo Alfonsín, por lo que parecería difícil que el senado avance con el desafuero de CFK, aunque de todas formas se abren pasos legales que podrían estirar la definición final hasta bien entrado el 2018.

Mientras tanto queda en evidencia que el kichnerismo ya no comanda los destinos del PJ y que las decisiones en el partido dependen más de un grupo de intendentes que de la voluntad de la ex presidenta, por lo que las muestras de apoyo tienen más que ver con el espacio que cada uno pretende ocupar en el tablero político, que con una muestra sincera de lealtad hacia la ex mandataria. 

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