El INDEC continúa demorando la adopción del nuevo IPC por cuestiones electoralistas

El INDEC continúa demorando la adopción del nuevo IPC por cuestiones electoralistas

Con todo listo hace casi un año para lanzar la nueva medición, y que los argentinos tengan una medida más certera de cómo los golpea la inflación, el organismo continúa negándose a hacerlo hasta después de octubre.

Por Dionisio Bosch

Si bien no hay una ley específica, las buenas prácticas aconsejan que las entidades encuestadoras de precios actualicen su canasta de referencia cada 15 años como máximo, para reflejar los hábitos reales de consumo de los ciudadanos. La última vez que esto ocurrió seriamente entre nosotros fue en 2005.

A principios de septiembre del año pasado Marco Lavagna, por entonces uno de los funcionarios más respetados de la actual administración, anunció que en noviembre lanzaría por fin un IPC optimizado según los cambios en los hábitos de consumo de Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares 2017-18 (OK, esta medición ya está también vieja ya que los cambios del consumo en estos 7 años fueron brutales, pero es la última medición que tenemos). Con esto, entre otras cosas, el número de precios relevados crecería 56% a medio millón y el de las fuentes 43% a 24.000

00:0003:12Leer másInformate másAhorro en plazo fijo: cuánto gano si deposito $100.000 a 30 días en Banco NaciónGolpe al bolsillo: advierten que la pérdida salarial sería el doble con la nueva canasta que mide la inflación

Marco Lavagna, quien asumió al frente del INDEC de la mano de Alberto Fernández, y fue respetado en un principio por el gobierno de LLA a partir de octubre del año pasado prefirió someterse a los designios los de la política, vulnerando el derecho de los argentinos a saber qué pasa realmente con la inflación.

Mas allá de la mayor precisión en la recolección de datos, lo gravitante son algunos cambios en la estructura del índice, donde, por ejemplo, vivienda y servicios cuya ponderación en el índice actual es de 9.44%, pasarían a 14.5%, transporte de 11% a 14.3% y comunicaciones de 2.83% a 5.2%, mientras alimentos y bebidas no alcohólicas caería de 26.96% a 22.7%, y salud de 8.03% a 6.4% (ya sé, coincido… con una población que envejece y la liberación de las prepagas, esto luce como un disparate).

… pero llegó noviembre y nada pasó; luego vino diciembre y ya nadie hablaba del tema; en enero, la niebla del olvido; febrero, marzo, abril, cuando el mandamás del Indec volvió a reiterar que la reforma estaba lista para ser implementada a la brevedad. Sin embargo: ¿Dónde está el nuevo índice?

El 22 de octubre el hijo de Roberto le pidió la renuncia (en buen castellano: “le dio una patada”) a Analía Calero, la Directora de Estadísticas y Precios a cargo de la elaboración del nuevo índice desde 2021 argumentando “cuestiones operativas y forma de trabajo”. ¿El pecado de Analia? tener el índice listo desde principios de aquel mes, con el beneplácito del FMI, junto a una actualización del índice de precios de la construcción y del de salarios. ¿Fue su “forma de trabajo”, trabajar bien?.

Analía Calero. La desplazaron para no dar a conocer el nuevo IPC, más actualizado a los hábitos de consumo de los argentinos, que elevaría la inflación en cerca de 1 punto porcentual.

La realidad es que no es la primera vez que sucede algo así en el INDEC. A fines de enero de 2007 Graciela Bevacqua, a cargo del IPC desde 1992, fue “inducida” por el secretario de Comercio Guillermo Moreno a renunciar, tras negarse a modificar los datos de la inflación. Pero la historia no acaba aquí, ya que mientras se dedicó a la actividad privada, el oficialismo de entonces le inició una serie de causas judiciales -fue sobreseída en todas- buscando acallarla.

Dado su status de “heroína de las estadísticas”, entre las primeras medidas de Mauricio Macri en diciembre de 2015 estuvo su reincorporación al INDEC solo para ser desplazada al poco tiempo al negarse a “demorar la difusión de las estadísticas”

Graciela Bevacqua, la “heroína del INDEC”, nunca cedió a la presión de sus superiores para alterar los datos del INDEC. Fue echada dos veces

Volviendo al demorado futuro/nuevo índice, el “quid” tras la demora es que el cambio en los contrapesos implica, por una mera cuestión matemática, un salto en torno al 1% del IPC del mes en que ello suceda y agrega cerca de 16 puntos al 118% acumulado en 2024 -esto no lo veremos porque se informará hacia adelante, no desde 2018 como debería ocurrir-.

Guillermo Manzano, a cargo de las mediciones de pobreza y empleo, le dieron “el pase” por “diferencias de criterios”. Es un histórico, en 1994 ingreso al INDEC

Claro que los escándalos con Marco en el INDEC no acaban aquí, a mediados del mes pasado se le abrió la puerta a Guillermo Manzano, a cargo de la dirección de Estadísticas de Condiciones de Vida, en castellano, el que mide la pobreza y el trabajo (sin reemplazante) y a Georgina Giglio, la encargada del IPC (la reemplaza María Josefina Rim; hoy es posiblemente quien más sabe de estadísticas en el Indec, ojalá le vaya bien).

Georgina Giglio, no está del todo claro porque se fue… o la fueron. Las malas lenguas hablan de diferencias políticas con Lavagna, que hoy habría transfugado en un ultra libertario

Una semana más tarde, Marco Lavagna anunciaba -por tercera vez- que el nuevo algoritmo estaba listo. “Terminamos los trabajos en marzo pasado y estamos esperando poder implementarla”, “Internamente, tenemos la nueva canasta terminada; la analizamos y testeamos”, “No es cierto que queremos ocultar datos ni que el cambio altera drásticamente los resultados”, claro que por alguna razón han optado por no dar a conocer estos números.

María Josefina Rim, recibiendo el titulo de su doctorado en Corea. Sustituirá a Giglio. Es uno de los cuadros más preparados del Indec, habrá que ver hasta que punto soporta las presiones dentro del organismo.

Tarde o temprano al gobierno no le quedará más remedio que publicar el nuevo IPC, claro que cuanto más tarde mejor, así que están haciendo hasta lo imposible para demorar esta “puesta a punto”.

Como desliza el Director del Indec la causa de esa demora ha sido lisa y llanamente, la conveniencia política:

“Estamos en momentos que no son los más indicados para hacer estos cambios, que son muy sensibles, y estamos esperando el momento para hacerlos”, “Son índices que siempre generan muchos ruidos para un lado y para el otro”, por eso “hay que tener cuidado cuándo se hace”, “Si todo sale bien esperamos después de las elecciones poder implementar el cambio, estamos con una discusión técnica si conviene hacerlo justo después de las elecciones o conviene desde lo técnico, es lo mas indicado conviene empezar el año 2026 con el índice nuevo para tener los años bien comparables. Pero sí lo que tenemos que esperar es este proceso que termine”.

Alunas vez increíblemente prestigioso, capaz incluso de soportar la voluntad de los gobiernos dictatoriales, desde que Guillermo Moreno lo intervino, el INDEC es poco más que un títere del ministro de Economía de turno. Si algo de prestigio le queda es solo gracias a algunas de sus mujeres -y unos pocos hombres-, que han sabido enfrentar las presiones de todo tipo.

Comentá la nota