La historia secreta detrás del arribo de Bielsa a Aeropuertos

La historia secreta detrás del arribo de Bielsa a Aeropuertos
La designación del ex canciller Rafael Bielsa como nuevo presidente de Aeropuertos 2000, esconde una apasionante historia de intrigas políticas y empresarias. El rol de Cristina y la hábil jugada de Eurnekian.

Rafael Bielsa es el nuevo presidente de Aeropuertos 2000, la compañía de Eduardo Eurnekian que administra la mayoría de los aeropuertos del país. Esa es la noticia corporativa, casi burocrática, que hoy se confirmó en el mercado.

Pero detrás de esas informaciones telegráficas, cuando se trata de grandes compañías, siempre hay una historia de poder. En este caso el arribo nada menos que de un funcionario kirchnerista a la compañía se desencadenó luego que la propia presidenta Cristina Kirchner, dejara trascender su profundo malestar con el antecesor de Bielsa.

Es que en una jugada que vista la distancia se confirma poco afortunada, luego de la salida de Ernesto Gutiérrez de la presidencia de Aeropuertos 2000, se decidió que su reemplazante sea el abogado Máximo Bomchil.

Bomchil es un muy competitivo profesional, respetado en el mercado, pero que arrastra un costado indigerible para el kirchnerismo: Su estudio (MMB Abogados) es el principal litigante contra la Argentina en los juicios que compañías multinacionales entablaron contra el país en el CIADI por miles de millones de dólares.

El CIADI es el cuestionado tribunal arbitral del Banco Mundial a cuya jurisdicción se sometió el país en los 90 para atraer capitales internacionales a las privatizaciones, decisión que el kirchnerismo resignificó como una entrega de soberanía.

Cristina enfureció cuando se enteró que Bomchil era el reemplazante de Gutiérrez, que había logrado forjar una sólida amistad con Néstor Kirchner y por esas cosas que sólo el kirchnerismo entiende, cuando el ex presidente falleció, perdió el afecto del poder.

Esta bronca se agravó cuando en el gobierno se enteraron que el segundo de Bomchil en su estudio es nada menos que Marcelo Bombau, el abogado y empresario que saltó a la fama por ser el presidente de Torneos y Competencias que resistió el pase de los derechos de televisación del fútbol de esa compañía controlada por el grupo Clarín a lo que hoy es la estatal Fútbol para Todos.

Un coctel demasiado indigesto para la tolerancia kirchnerista, que se empezó a expresar en posturas cada vez más agresivas de la Casa Rosada hacia la compañía –por ejemplo la designación de directores de La Cámpora en representación del Estado- y en rumores de una futura estatización.

Pero cuando la compañía parecía encaminarse a un conflicto político, una vez más Eurnekian demostró su conocida cintura política e hizo un gambito que descolocó a propios y extraños: Le propuso la presidencia de la compañía a Rafael Bielsa, que venía cansado de la gestión en la devaluada Secretaría de Lucha contra el Narcotráfico y Prevención de las Adicciones, un cargo creado en los noventa en pleno alineamiento con Estados Unidos y su estrategia de apelar a la “guerra” contra el narcotráfico para meterse en la región.

Bielsa es, ademas de un respetado abogado, un militante setentista que con su sola presencia neutraliza cualquier objeción camporista.

Eurnekian tuvo además la delicadeza de concretar el cambio justo antes de una cita clave: La inauguración de la nueva Terminal B de Ezeiza, a la que ahora acaso Cristina decida sumarse con más entusiasmo ya que si lo hace cortará las cintas junto a un viejo amigo.

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