Guerra por precios: empresas rechazan pedidos de Massa y puede haber faltantes en comercios

Guerra por precios: empresas rechazan pedidos de Massa y puede haber faltantes en comercios

Desde la COPAL alertan que no pueden aumentar sus precios un 5% y reclaman más. Otras empresas ya aceptaron y bajaron los precios

 

La COPAL -cámara que agrupa a las empresas líderes de la alimentación- rechazó el pedido de Sergio Massa para limitar los aumentos mensuales a un 5% hasta las elecciones de octubre, y le pedirán en las próximas horas una reunión al ministro.

Algunas de esas compañías aplicaron aumentos de entre 15% y 25% después de la devaluación del 22% del último lunes. El Gobierno reclamó que den marcha atrás, y les dio plazo hasta mañana para firmar un nuevo acuerdo con el tope de aumentos del 5% mensual.

En una áspera reunión que los ejecutivos mantuvieron durante la tarde de ayer jueves, se resolvió rechazar el pedido y pedir una audiencia con Massa o con el equipo responsable de negociar el nuevo acuerdo.

La novedad pone en duda el normal abastecimiento de productos alimenticios hasta que la crisis se resuelva: las cadenas de supermercados podrían rechazar las listas de precios que envíen las compañías que aumenten por encima de lo que pidió el Gobierno.

El Gobierno quiere anunciar el nuevo acuerdo de precios con los fabricantes de productos de la canasta básica antes de entrar el fin de semana. La ronda de encuentros con las compañías terminará hoy viernes. "Ahí tendremos un panorama más claro", dice un funcionario al tanto de las últimas negociaciones.

La retracción de los precios venía más lenta de lo que hubiese preferido el equipo de negociadores encabezado por Guillermo Michel.

La brusca devaluación de dólar oficial disparó nuevas tensiones entre el Gobierno y empresas.

El argumento de las fabricantes que ahora rechazan el pedido oficial consiste en que sus proveedores de insumos y materias primas les habían aplicado aumentos que dejaban inhabilitada la chance de retrotraer los ajustes, al menos en la magnitud que desea el ministro de Economía.

A su vez, en el Gobierno aseguran que esas empresas formaron un colchón de rentabilidad en los últimos tiempos que les permitían cumplir con el pedido del 5% de incremento mensual.

Para compensar en parte el quebranto, el equipo económico les ofreció a los ejecutivos beneficios impositivos y financieros que suponen una mejora del 6% en la estructura de los costos. Esta última parte formaba parte de las negociaciones de último momento entre ambas partes.

¿Habrá faltantes en las góndolas?

Desde algunas empresas, por lo bajo, admitían que no podrán fabricar aquellos productos que les terminen dando pérdidas. En general, los productos de la canasta básica son aquellos que menos margen les dejan a las compañías, y los beneficios se ven en los grandes volúmenes de venta.

En la práctica, algunos mayoristas que durante el jueves intentaron hacer pedidos a las fabricantes no pudieron incluir algunos de los productos básicos más buscados, como algunas marcas de aceites y arroz.

Ahí estaba, precisamente, el principal cortocircuito ya que para el Gobierno resulta clave que el precio de los alimentos básicos no tengan remarcaciones tan bruscas.

La negociación también tiene su costado político: tras la devaluación del lunes, para Massa suena inadmisible que los precios de los alimentos se encarezcan 20% o más en un solo mes, a casi dos meses de las elecciones generales de octubre, y con la chance de ser elegido Presidente.

Las principales consultoras económicas estimaron que, tras la devaluación, la inflación de agosto se ubicaría al menos en el 11%, con la posibilidad de que trepe un 15%.

Y que el índice de septiembre -que será informado justo antes de las elecciones presidenciales- también sería de dos dígitos. Un escenario muy complicado para el ministro-candidato.

Analistas alertan por una inflación de dos dígitos en agosto, mientras el Gobierno busca que se retrotraigan algunos aumentos.FMI y nuevas medidas económicas

La estrategia del ministro-candidato es mostrar fortaleza ahora y viajar a Washington la semana próxima para traer u$s8.000 millones del Fondo Monetario.

En simultáneo, desde su equipo dejan trascender que en los próximos días habrá medidas para los trabajadores. Para compensar la inevitable aceleración inflacionaria.

"Una vez cerrados los acuerdos de precios con las empresas sacaremos medidas de alivio para Pymes, trabajadores formales, beneficiarios de programas sociales y sectores de clase media para que recuperen poder de compra después de la devaluación", prometen cerca de Massa.

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