La rivalidad entre Jorge Ferraresi y el rector de la universidad de Avellaneda, Jorge Calzoni, escaló en las últimas horas y agita al peronismo en ese punto del sur del Conurbano.

 

Ambos eran amigos desde los años universitarios, luego compañeros de militancia y más tarde socios políticos. Sin embargo, ese vínculo terminó en febrero del año pasado, al parecer por los gestos de autonomía del rector. La pelea divide aguas en el peronismo de Avellaneda e incluso mencionan que Calzoni puede asomar como un fuerte rival en la interna del Frente de Todos.

 

Pero ahora, el punto nodal del enfrentamiento tiene que ver con un viejo edificio donde en el siglo pasado funcionó un hotel para inmigrantes. Fue Cristina Kirchner quien cedió esas tierras al municipio en 2012 para ubicar allí una sede de la facultad de Ciencias Ambientales, el museo del Riachuelo y un centro de monitoreo de ACUMAR.

 

Ferraresi invirtió mucho en ese edificio que por entonces estaba abandonado, para luego cederlo en comodato a la Universidad. Calzoni en tanto rector buscó darle uso al edificio y se cursaron algunas materias y se hicieron reuniones del Consejo Superior. Sin embargo, las obras no se terminaron.

 

Luego vino la ruptura y el distanciamiento. Y cuando el contrato de comodato entre el municipio y la Universidad terminó, ya el intendente y el rector estaban completamente enfrentados.

 

Pragmático, Ferraresi buscó otro uso para el edificio y desestimó un nuevo contrato con la sede académica. En ese contexto es que decide cederlo a la provincia de Buenos Aires para ampliar el Polo Judicial Avellaneda-Lanús.

 

Y allí fue esta semana el ministro de Justicia, Julio Alak: a recorrer las obras junto a Ferraresi. Quizás sin saber de la pulseada interna por ese predio entre el intendente y el rector universitario. O quizás, teniendo muy en claro el trasfondo del conflicto.

 

En Avellaneda hay algunas dudas respecto de si el edificio era el ideal para una sede universitaria. Hay quienes argumentan que Calzoni nunca pudo activar del todo ese espacio y que son muy pocos alumnos quienes pueden llegar hasta allí, en particular de noche, en una zona lindante al Riachuelo y lejos del transporte público.

 

El rector desestima esos inconvenientes en diálogo con LPO. "Todo estaba preparado con unidades de transporte de la propia universidad", dice y argumenta además que fue Ferraresi quien presentó a la universidad como beneficiaria del traspaso del edificio. Según explica, la condición que puso la Justicia para evitar la demolición del edificio fue que sea destinada a una institución de ‘bien público'.

 

El rector salió a hacer declaraciones duras luego de la visita de Alak al edificio. "Nos quiere dejar sin un espacio vital para el funcionamiento de las carreras ambientales de la universidad", dijo y explicó que están de acuerdo con que existan más juzgados judiciales pero que eso no puede ir en detrimento de la Universidad Pública.

 

Pero además, impulsó al Consejo Superior de la universidad a emitir un comunicado en el que se plantea que el alcalde se "apropió" del edificio y establece el estado de alerta de la institución académica ante la decisión del municipio. Además, exige una respuesta por parte de Ferraresi que aún no llegó.

 

Desde el municipio, en tanto, prefirieron no hacer declaraciones.

 

Hay un dato interesante: La Cámpora dentro de la Universidad no apoya a Calzoni en esta pelea contra Ferraresi. Aunque tampoco se manifiestan en contra, el silencio termina siendo un apoyo al intendente.

 

En tanto, la agrupación Eva Perón, la organización política conducida por el intendente publicó un muy duro comunicado en el que acusa al rector de no tener "fundamentos". Además, defendió a Ferraresi y asegura que la mayoría de los edificios en los que se desarrollan las carreras son propiedad del municipio.