El grupo italiano Enel ralentiza su salida de Edesur y clava una espina en el conurbano

El grupo italiano Enel ralentiza su salida de Edesur y clava una espina en el conurbano

La compañía advirtió que no tiene ingresos suficientes para las obras de corto plazo anunciadas por el Gobierno. Venta frenada y ruido electoral.

Por Antonio Rossi

A solo 48 horas de la presentación oficial del “plan de obras” previsto para los próximos seis meses, el grupo italiano ENEL -dueño mayoritario de Edesur- dejó en offside al ministro de Economía, Sergio Massa, y a la secretaría de Energía, Flavia Royón, al advertir que no cuenta con ingresos suficientes para poder realizar los trabajos que las autoridades nacionales prometieron poner en marcha en 12 municipios del Gran Buenos Aires; justamente el bastión electoral del oficialismo y en el que los intendentes son críticos de la gestión de la empresa.

En medio de la fuerte escalada del dólares blue y financieros, y las disputas políticas internas que afectan tanto a la administración de Alberto Fernández como a la oposición de Juntos por el Cambio; Massa convocó el lunes a los principales intendentes bonaerenses de la zona sur para anunciarles el nuevo “plan de obras eléctricas” de corto plazo de Edesur que diseñaron el interventor de la empresa, Jorge Ferraresi y el titular del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), Walter Martello.

El plan, cuyo plazo de ejecución coincide justo con la duración de las campañas electorales y las votaciones primarias y generales previstas para agosto y octubre, contempla un total de 278 obras menores en jurisdicción de las municipalidades de Florencio Varela, San Vicente, Presidente Perón, Ezeiza, Esteban Echeverría, Quilmes, Cañuelas, Avellaneda, Lomas de Zamora, Berazategui, Lanús y Almirante Brown. Se trata de distritos donde los cortes de energía acumularon la bronca de de las barriadas bonaerenses, metiéndole presión a las gestiones municipales que más de una vez han reclamado por la estatización de la compañía.

 

 

Inversión, financiación y obras

De acuerdo con lo indicado por Massa y las autoridades energéticas, las obras beneficiarán a unas 600.000 personas usuarias y demandarán una inversión estimada de 7.000 millones de pesos, que será cubierta con el 37% de los fondos adicionales que recibirá Edesur por la aplicación del aumento acumulado del 261% en sus ingresos que le concedió la conducción del ENRE.

Ese ajuste quedó desdoblado en dos partes. La primera suba entró a regir desde 1° de abril e implicó una mejora en el Valor Agregado de Distribución (VAD) del 107%. A eso se agrega otro aumento acumulado del 74% para la caja de Edesur, que comenzará a correr desde el primer día de junio.

Junto con ese programa de obras de corto plazo, también se anunció la construcción de la nueva Subestación Mitre de 220/132 Kv y sus vinculaciones para la zona sur de la ciudad de Buenos Aires. Demandará un plazo de ejecución de 42 meses y una inversión calculada en USD 145 millones.

Dos días después del acto oficial donde se dieron a conocer las obras definidas para Edesur; el CEO de Enel Argentina y principal controlante de la distribuidora, Claudio Cunha salió al poner paños fríos y advirtió que el aumento tarifario que el Gobierno le aprobó a la empresa resulta "insuficiente" para poder encarar los trabajos anunciados.

Sobre la base del informe que Enel remitió a la Bolsa de Valores con los resultados operativos y financieros del primer trimestre del año, Cunha aseguró que “las tarifas otorgadas por el ENRE a Edesur (VAD) fueron diferidas a los meses de abril y junio y con esa dilación resultan insuficientes para hacer frente a la operación de la compañía e incrementar las inversiones. Por este motivo se está trabajando junto a las autoridades para conseguir los fondos que nos permitan hacer frente a las obras”.

Con esa afirmación, el grupo controlante de Edesur no sólo dejó mal parados a Massa y a su equipo energético, que habían presentado el plan de obras como una “imposición y castigo” que la distribuidora debía atender íntegramente con los recursos provenientes de los aumentos tarifarios. También puso al descubierto que buena parte de los fondos para financiar los trabajos de corto plazo y la construcción de la nueva Subestación Mitre van a terminar saliendo de las arcas estatales o de nuevos incrementos de tarifas que deberían ser aprobados por las autoridades gubernamentales que asuman a partir de diciembre.

El ministro de Economía, Sergio Massa, anuncia la intervención de Edesur

Venta en slow motion

Más allá del contrapunto por quién se hace cargo del pago de las obras, los dueños de Edesur se vieron beneficiados con otra medida que adoptó el Gobierno en las últimas horas. Tras el anuncio del plan de obras, el interventor del ENRE puso en marcha el proceso de la Revisión Tarifaria Integral (RTI) para Edesur, Edenor y las transportistas eléctricas Transener, Transnoa, Transnea, Transba, Transpa, Distrocuyo, Transcomahue y EPEN.

Por medio de las resoluciones 363 y 364, el ente regulador fijó un plazo de 30 días para elaborar "las pautas y el cronograma de desarrollo” de las RTI que comprenderán los planes de obras, los niveles de calidad de servicio y los aumentos de tarifas que recibirán las eléctricas en el período 2024-2028.

Ese compromiso oficial del Gobierno de avanzar con las RTI ayudó a mejorar la posición y la valuación de la empresa de cara a la intención expresa de Enel de vender todos sus activos locales y retirarse del país. Tras haberse desprendido en febrero de las centrales térmicas Dock Sud y Costanera, los directivos de Enel contrataron al Banco Santander para que salga a sondear posibles compradores para la mayoría accionaria de Edesur. Con el inicio de la RTI y la proximidad de las elecciones, Enel habría optado por frenar la búsqueda de compradores y esperar hasta se aclare el escenario político y económico.

El factor externo

A esos factores locales que habrían llevado a ralentizar la venta de Edesur, se agregó otro externo que podría derivar en la remoción de las actuales cúpulas regionales y nacional de Enel. Se trata del cambio del timonel global del grupo Enel. El gobierno italiano, que encabeza la primera ministra Giorgia Meloni y tiene el control accionario del grupo, decidió desplazar a Francesco Starace de la presidencia que ocupaba desde 2014 y nombrar en su lugar a Flavio Cattaneo. Actual vicepresidente ejecutivo de Italo, la empresa operadora de trenes de alta velocidad, tomará las riendas de Enel en la segunda semana de mayo. El nuevo directivo tiene relación estrecha con el magnate y exprimer ministro Silvio Berlusconi.

Fuentes empresariales no descartaron que Cattaneo ponga en revisión el proceso de venta de Edesur y ordene los remplazos con personas de su confianza de los actuales presidentes de Enel Américas, Borja Acha Besga; de Enel Chile, Hernán Chadwick Piñera y de Enel Argentina, Claudio Cunha.

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