Con recortes en salarios públicos, educación y obras públicas de vivienda, agua potable y energía, el superávit primario alcanzó el 1,1% del PBI en lo que va del año. En cambio, si se toman en cuenta los intereses de las Lecaps, como sugirió el FMI, hay déficit fiscal acumulado del 1,5% del PBI
Por Mariano Cuparo Ortiz
El Gobierno continuó ajustando el gasto en salarios de estatales, subsidios económicos, educación y obra pública y de esa forma alcanzó un superávit primario de $1,7 billones en julio, mes que sin embargo terminó con el primer déficit fiscal del año, de la mano de los pagos de interés a bonistas de la deuda en dólares. Vale destacar que ese rojo es estacional y había ocurrido en los últimos años durante julio, incluyendo el 2024. De esta forma, el superávit primario acumuló un 1,1% del PBI en los primeros siete meses del año, lo que implicó quedar cerca de la meta de 1,3% con el FMI, pero lejos de la autoimpuesta por el Gobierno de 1,6%. El superávit financiero redondeó un 0,3%. Sin embargo, si se suman los intereses de las Lecaps, hay un déficit fiscal de 1,5% del PBI.
El dato no es menor y lo estimó la Gerencia de Estudios Económicos del Banco Provincia, a cargo del economista Matías Rajnerman. Y no es menor: el FMI había estimado hasta junio, tal como publicó el staff report de la primera revisión del nuevo acuerdo, un déficit del 1,2% del PBI si se tomaban en cuenta los intereses que van devengando las Lecaps y que el Gobierno no toma en cuenta para el resultado fiscal, porque se capitalizan y quedan registrados como, justamente, capital de la deuda, lo que se dice “bajo la línea”. Aunque no cuente para el resultado fiscal base caja, el Gobierno debe incrementar el superávit primario necesario para hacerse cargo de esos pagos en cada vencimiento. El número da cuenta del verdadero estado de las cuentas públicas dejando de lado el artilugio de la deuda capitalizable.
En rigor, desde el Banco Provincia señalaron: “Entre enero y julio, se pagaron casi $18 billones por intereses de Lecaps (capitalización por sobre valor de emisión, para ser técnicos). Sumando este número, el resultado fiscal acumulado en 2025 pasa de $3 billones a un rojo de $15 billones. Resultado bastante similar a 2021 (rojo de $16 billones)”. El Gobierno estimó que el superávit de $3 billones equivalió a 0,3% del PBI durante los primeros siete meses del año, por lo que la cuenta incluyendo a los intereses de Lecaps equivale a 15% del producto en negativo.
Julio terminó efectivamente con déficit fiscal, aunque eso respondió a los intereses de la deuda en dólares, que se pagan en enero y julio. En rigor, desde 2010 que no se observa superávit en un mes de julio. El Gobierno de Milei ya lo había sufrido en 2024. Para el resultado primario se observó un ajuste del gasto del 1,3% real interanual en el mes, lo que se explicó principalmente por las caídas del 26,6% real en los subsidios económicos, lo que tuvo un carácter progresivo al ver el fuerte recorte en los energéticos, pero regresivo al ver el del 13,1% real en el transporte. También lo explicó el recorte del 10,1% en los salarios de estatales, que siguen perdiendo y mucho en términos reales.
También hubo un fuerte ajuste en educación, que se vio en una baja real del 8,1% en los envíos a universidades. Pero no solo ahí: también la obra pública destinada a educación cayó un 54,5%. El gasto de capital en general fue recortado con fuerza y cayó un 27,7% real. También sufrieron las partidas para obras de energía, vivienda y agua potable y alcantarillado.
Para el Grupo SBS el 1,6% del PBI de superávit primario de la meta autoimpuesta se va a cumplir si se confirma el veto a los proyectos opositores con impacto fiscal, con la suba de jubilaciones y la emergencia en discapacidad a la cabeza, aunque con los ATN y el impuesto a combustibles en marcha.
El Grupo SBS también afirmó que hay alertas en el frente fiscal: por un lado, las supertasas de interés y la incertidumbre cambiaria redundarán en una baja de la actividad que golpeará a los ingresos del fisco, y, por otro, lo dicho: “Otro foco fiscal deberá ser el costo financiero pagado por el Tesoro en las licitaciones de deuda en pesos. Como es sabido, los intereses implícitos de instrumentos de deuda en pesos del Tesoro cupón cero no figuran en la línea de intereses base caja reportados mensualmente, pero dicho costo financiero existe y deberá reducirse desde los altos niveles actuales de tasas reales, para evitar presiones sobre el superávit primario necesario a mediano plazo para la sostenibilidad”.
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