El Gobierno frenó la corrección de tarifas y desde febrero son ancla

El Gobierno frenó la corrección de tarifas y desde febrero son ancla

Los precios relativos retrocedieron en su dinámica de mejora en lo que va del año y los regulados crecieron muy por debajo de la núcleo. Entre consultoras observan que se aleja la brecha con las tarifas y no prevén una corrección próxima por la necesidad oficial de desinflar. También hay anclas cambiaria y salarial

 

Por Mariano Cuparo Ortiz

 

El ancla tarifaria piso el freno en lo que va del 2025: los precios regulados se mantuvieron sostenidamente por debajo del IPC en general, y de la núcleo en particular. Aunque desde el Gobierno se celebró porque el 1,5% de inflación en marzo se dio con precios relativos corrigiendo, lo cierto es que en el caso de los regulados hubo un freno a la corrección, que para las consultoras deberá seguir en espera, de cara a la necesidad de llevar a la inflación a empezar con un cero mensual. En lo que va del año también se vio una devaluación moderada que no permitió sumarle competitividad externa a la economía y salarios pisados.

En lo que va del año, hasta mayo, el IPC acumuló una suba del 13,3%. El IPC núcleo, que muestra la inflación subyacente, sin tomar en cuenta aquellos precios que el Gobierno controla y dejando de lado también a aquellos productos con grandes vaivenes estacionales, trepó en cambio un 14,7%. Los regulados subieron apenas un 11,7%, con principal énfasis en las tarifas del transporte, que apenas incrementaron un 6,8%. Dejando de lado a los estacionales, y aunque eso no invalida la mejora lograda a lo largo del 2024, ya en 2025, excepto en enero, desde febrero los regulados fueron en forma sistemática por debajo del resto de los precios, es decir de la núcleo.

Desde Vectorial afirmaron: “Hacia adelante, la posibilidad de sostener la desinflación radicará en seguir conteniendo el ajuste de las tarifas de servicios públicos (lo que implica desandar el camino de acomodación de precios relativos) y en un pass-through limitado, lo cual solo es viable con niveles de consumo deprimido de ciertos bienes. En ese sentido, no es casual que al Gobierno le resulte central imponer la pauta salarial del 1% en las negociaciones paritarias. La corrección de precios relativos no solo se estancó, sino que viene perdiendo ímpetu desde enero de este año. En otras palabras, los precios relativos, de a poco, se siguen desacomodando”.

La corrección de precios relativos pisó el freno 

Y agregaron: “Cabe destacar que la corrección de los precios relativos, que puede graficarse como el cociente entre los precios regulados y la inflación núcleo, se produjo principalmente durante el primer semestre del 2024 en donde el la suba de tarifas superó por más de 40% al aumento de los demás precios de la economía (desde ya, sin incluir los estacionales). A partir de allí, en vistas de apuntalar el proceso de desinflación, el gobierno mantuvo relativamente estable y sin sobresaltos el aumento tarifario, sin despegarse mucho del IPC núcleo. A partir de enero de 2025, esa relación comienza a caer, mostrando que los precios de la economía crecen, en promedio, por encima de los precios regulados”.

Desde el Grupo SBS coincidieron con el escenario y estimaron que para volver a los niveles de precios relativos del 2018 hará falta una fuerte corrección de tarifas, algo improbable con la política oficial que por ahora viene priorizando al 100% desinflar: “Esta vez los regulados avanzaron por debajo de la inflación núcleo. Respecto a esto último, estimamos que, para volver a la relación promedio de 2018 de IPC Núcleo/Regulados e IPC Núcleo/Servicios, los índices de Regulados y Servicios aún deberían avanzar 29,7% y 18,5% por encima del IPC Núcleo, respectivamente. Creemos que de cara al resto del año, podría haber cierta pausa en el ajuste de regulados con el objetivo de apuntalar la desinflación”.

Desde CEPA afirmaron: “El gobierno profundizó las anclas vinculadas a los costos/demanda: los regulados (tarifas/naftas/medicamentos), y la caída/no recuperación del salario. Le agregó a esto controles a través de presión a supermercados (los instó a que no reciban listas con aumentos ad referéndum de no homologar la paritaria de comercio), además de “llamados” a empresas para que no suban precios (a una automotriz le reclamó públicamente)”.

Y agregaron: “La política del gobierno llevó a que los regulados se movieron por debajo de la inflación: transporte, combustible, medicamentos, prepaga. El gobierno decidió anclar con tarifas, naftas y medicamentos. Las decisiones en energía, combustibles y agua así lo demuestran. Por ejemplo: las tarifas de agua de AYSA deberían ajustar en relación a la fórmula de ajuste que se aplica mensualmente pero el gobierno decidió limitar el incremento a 1%. Lo mismo con los combustibles: una pauta de incremento de precios debajo de la inflación”.

Al ancla tarifaria se le suman, además del ajuste fiscal, que achica el ingreso disponible del sector privado, las anclas cambiaria, que modera costos empresariales, y salarial, que mantiene frenada a la demanda. El tipo de cambio real mejoró en lo que va del año gracias a la devaluación de abril, pero la decisión oficial de no agregar demanda comprando reservas moderó esa suba de competitividad. Hoy el ITCRM del BCRA está en 86,4 puntos, algo mejor que los preocupantes 79,1 puntos del 31 de diciembre pasado, aunque muy por debajo de los 145,7 puntos del 31 de diciembre del 2023, tras la devaluación con la que el Gobierno inauguró su mandato.

Por el lado del salario real, la otra ancla, más allá de que todavía no llegaron a recuperar lo perdido por aquella devaluación, y siguen 6,1% por debajo de noviembre del 2023 en términos reales, lo cierto es que en lo que va del 2025 tampoco repuntaron sino que pronunciaron levemente la caída. Con datos oficiales hasta marzo, según el Indec en el tercer mes del año estaban 0,8% por debajo de los niveles de diciembre del 2024. 

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