El BCRA acumuló dólares vía deuda y se viene un semestre adverso

El BCRA acumuló dólares vía deuda y se viene un semestre adverso

Las reservas brutas superaron, por primera vez desde principios del 2023, los USD40.000 M. Aun lejos de los USD50.000 M prometidos, el Gobierno encarará con eso los pagos de USD6.100 M de los próximos tres meses, más la fuga creciente en época electoral y el pico importador

 

Por Mariano Cuparo Ortiz

 

Gracias al cambio de estrategia del Gobierno en cuanto a la acumulación de divisas, y más allá de que la meta con el FMI luce de imposible cumplimiento, las reservas brutas lograron cruzar por primera vez desde inicios del 2023 el umbral de los USD40.000 M. El Gobierno busca así enfrentar un segundo semestre que promete una mayor demanda de dólares por el pico importador, la estacionalidad del turismo en julio y octubre, más pagos de deuda por USD6.100 M en los próximos tres meses, de los cuales USD4.300 M se irán en julio. El acceso a divisas para las reservas fue, por ahora, exclusivamente vía endeudamiento, lo que plantea dudas sobre la chance de baja del riesgo país.

Los USD2.000 M del REPO con 7 bancos internacionales ingresaron el viernes y las reservas brutas llegaron a los USD40.461 M. No se veía un nivel similar desde el 3 de febrero de 2023 y fue posible gracias al renovado ímpetu oficial por acceder a dólares vía endeudamiento, parte en pesos, tal el caso del Bonte 2030, que sumará otros USD500 M cuando se liquide la licitación del viernes pasado; y parte en dólares, tal como el caso del REPO que, pese a la salida del cepo, todavía obligó a emitir a una tasa similar del 8,25%, aunque 0,5 puntos más baja, a la de la operación parecida que se había realizado a principios del 2025.

En resumen, este año, además de los USD3.000 M por REPOs en enero y junio, también ingresaron los USD12.000 M del FMI; unos USD8.000 M de otros organismos, según estimó Vectorial; y ya USD1.500 M del Bonte 2030 (hasta el próximo jueves, solo se habrán liquidado los primeros USD1.000 M). Se sumarán otros USD6.500 M de Bontes de acá a fin de año. Así las reservas dieron el salto y el Tesoro ya adelantó que, además de la compra que hace vía Bonte 2030, también podrá acceder a divisas con adquisiciones en el mercado oficial.

Por su política hasta acá desplegada de no hacer compras en el mercado oficial antes de que el dólar toque el piso de las bandas, para facilitar el proceso de desinflación, el Gobierno no llegó a las prometidas reservas por USD50.000 M, pero sí logro romper esa marca de USD40.000 M que llevaba dos años sin observarse. Deberá hacer frente a fuertes pagos de deuda en los próximos meses, a lo que se sumará la suba de los niveles de importación, una demanda en algunos meses del turismo, que se viene haciendo eco del atraso cambiario, y la estacionalidad de una FAE que ya dio un salto a los USD2.000 M en abril y que promete creciente demanda en la cercanía de las elecciones.

Desde LCG dijeron : “Los saldos de comercio exterior vendrán, después de junio, cada vez más deficitarios. En este punto, no hay que subestimar la velocidad con la que podrían crecer las importaciones. Podrían con creces superar lo que brinda, por ahora, Vaca Muerta, incluso con un brent que supere los USD75 por barril. Lo normal sería que el mercado vaya buscando valores más altos del dólar. Este movimiento, que atentaría transitoriamente contra la inflación, ayudaría a dar un poco de aire a las cuentas externas y a los márgenes del sector transable, lo que daría otro nivel de robustez macroeconómica en el costado que hoy no la tiene. Nosotros no descartamos que esto ocurra antes de las elecciones .Por lo pronto, la estrategia de corto plazo, entonces, es acudir a la cuenta de capital para financiar el déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos. Ya hemos dicho que no parece ser esta una estrategia ganadora para reducir más el riesgo país”. 

Invecq, por su parte, señaló: “Es de esperar que la cuenta corriente siga deteriorándose, una vez finalizada la liquidación de la cosecha gruesa, con un déficit por servicios que se mantendrá estable o irá in crescendo, e importaciones de bienes que acompañarán el crecimiento económico -con mayor apertura comercial-. Además, como suele suceder en años electorales, probablemente crezca la presión dolarizadora a medida que se acerque octubre. Aunque el gobierno parecería restarle importancia no solo al desbalance de cuenta corriente, confiado en que podrá ser cubierto sin inconvenientes a través de flujos por la uenta inanciera, sino a la propia utilidad de contar con un stock de reservas se percibe un cambio, aunque sutil, y la acumulación de reservas vuelve a cobrar protagonismo”.

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