El Gobierno admite que no hay retorno: se rompió el vínculo de Cristina Kirchner y el Presidente

El Gobierno admite que no hay retorno: se rompió el vínculo de Cristina Kirchner y el Presidente

Las críticas veladas de la vicepresidenta a Alberto Fernández por un supuesto off the récord confirmaron que ya no hay posibilidad de unidad. Los planes del Presidente en lo inmediato para administrar la relación.

 

Martín Dinatale

En la intimidad de la residencia de Olivos el presidente Alberto Fernández escuchó ayer los renovados ataques velados de Cristina Kirchner a su figura y, a través de sus emisarios, negó un supuesto off the record en el que auguraba "el fin de veinte años de kirchnerismo". Pero el mensaje central que se lanzó en la cúspide del Gobierno es inequívoco: que la relación con el cristinismo está dañada y que "ya no hay vuelta atrás".

Al Presidente no le causó mucha sorpresa la reacción de Cristina Kirchner, cuando expresó ayer una filosa frase de doble intencionalidad. "En un off se dicen barbaridades que después se niegan", dijo la vicepresidenta en un acto en el Senado rodeada de Estela de Carlotto de Abuelas de Plaza de Mayo y una muchedumbre que le gritaba "Cristina Presidente". 

El comentario no tuvo mucho anclaje temporal o espacial aunque fue contundente. Cristina Kirchner habló un día después de que desde la Casa Rosada se desmintieran palabras atribuidas al Presidente en diálogo con el sitio oficialista El Destape, en el que se deslizaba la idea de darle fin a "veinte años de kirchnerismo". 

Al parecer, en una charla con el periodista oficialista Roberto Navarro, el jefe de Estado dijo que él será el que "termine con 20 años de kirchnerismo" y que ostenta "una cuarta parte de los votos" del "45%" que conserva Cristina Kirchner. Anoche, al menos dos funcionarios de alta jerarquía de la Casa Rosada volvieron a negar ante El Cronista que Alberto Fernández haya dicho esas palabras.

 

No sólo esto. Un allegado al jefe de Estado que viajó ayer mismo a Mar del Plata para un acto y estuvo todo el día con Alberto Fernández trató de minimizar la frase de la vicepresidenta. "Fue una mínima referencia de Cristina", dijo en alusión al misil que lanzó la vice y en tono pacificador.

VINCULO ROTO

Sin embargo, en el Gobierno ya hay una certeza que recorre todo el espinel albertista.  Desde el Presidente para abajo todos coinciden en que "ya no hay marcha atrás" y que el vínculo de Alberto Fernández y Cristina Kirchner está roto. Están convencidos de que la confianza se quebró entre ambos.

El Presidente y la vicepresidenta hace más de tres meses que no se hablaban. Se cruzaron protocolarmente en la Asamblea Legislativa del 1 de marzo en Diputados. Sólo hubo un saludo muy frio entre ambos, un intercambio de palabras e incluso el gesto de Cristina Kirchner de rechazar un vaso de agua que le ofreció Alberto Fernández. 

En la Casa Rosada admiten que la decisión del Presidente de mantener en pie la idea de dar batalla por la reelección molesta mucho a la vicepresidenta y su entorno. Pero aseguran que "por ahora" Alberto Fernández no se bajará de ese proyecto.

Cristina Kirchner y Alberto Fernández, un vínculo que está roto y sin retorno

También admiten en el Gobierno que el kirchnerismo le cuestiona al jefe de Estado que no exprese una mención más firme respecto de la supuesta "proscripción" electoral de la vice. Aunque aseguran que Alberto Fernández ya dijo todo lo que tenía que decir. También sostienen los albertistas que "cualquier candidato del oficialismo va a necesitar defender la gestión actual".

En el kirchnerismo duro no piensan lo mismo y reforzaron el operativo clamor que contempla la idea de que el Presidente decline su candidatura. Ayer, fue un mensaje más de ese operativo clamor. El próximo viernes habrá un nuevo acto del kirchnerismo con la vicepresidenta presente en Viedma.  

En rigor, el operativo clamor no cesará y será cada vez más resonante al calor de la campaña electoral. Ese reclamo de masas será mayor y  proporcionalmente extremo como los cuestionamientos directos de la vicepresidenta a Alberto Fernández.

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