Fútbol, mentiras y represión, detrás de la crisis de Independiente que complica a Grindetti

Fútbol, mentiras y represión, detrás de la crisis de Independiente que complica a Grindetti

El candidato de Bullrich sospecha un complot político detrás de la dura represión de la bonaerense a los hinchas. Crisis deportiva y la disputa con el Grupo Champagne por el poder del Rojo.

 

 Augusto Taglioni

La represión a los hinchas de Independiente que se habían acercado al estadio de Avellaneda a ver el clásico contra Boca, rapidamente escaló a lo más alto del poder político de la provincia de Buenos Aires con acusaciones de complot del presidente del club y candidato opositor Néstor Grindetti al gobierno peronista de Axel Kicillof.

"Durante todo el día el clima estaba raro, un grupo de supuestos hinchas hicieron desmanes en la puerta de la sede Racing, venían anunciando en redes que iba a haber quilombo si el equipo perdía", afirmó a LPO un colaborador del candidato a gobernador de Patrcia Bullrich.

Grindetti se queda en Independiente hasta 2026 y tiene en los planes armar un fideicomiso

En el entorno de Grindetti creen que quedaron atrapados en una "encerrona" maquinada entre la gente de Moyano, desplazado de la conducción del club; y la policía bonaerense.

"Entendemos qué fue una encerrona de Moyano y la provincia. Jugaron para darle volumen al quilombo con piedrazos de un lado y balas de goma del otro", agregaron.

La caída del Rojo ante Boca se convirtió en un inesperado frente para Grindetti en la ya de por sí difícil pelea que tiene con Diego Santilli por la candidatura a gobernador. Es un flanco importante permanecer al frente del Club que vive un mal momento deportivo y es esperable que en equipo sospechen que se busque desgastarlo por ese lado.

Entendemos qué fue una encerrona de Moyano y la provincia. Jugaron para darle volumen al quilombo con piedrazos de un lado y balas de goma del otro.

Grindetti quedó a cargo de Independiente cuando renunció a la presidencia el periodista Fabián Doman en abril de este año. En ese momento, el intendente de Lanús se hizo cargo de manera provisional por ser el vicepresidente primero pero en junio fue ratificado hasta 2026 por la Asamblea General.  

Este sábado luego de la caída ante Boca, cientos de hinchas y socios del club fueron a protestar contra la dirigencia. Entre los cánticos de repudio estuvo Grindetti pero también Cristian Ritondo. El candidato a diputado no tiene un cargo formal en el club pero formó parte de la campaña que derrotó con 16 mil votos al oficialismo de Hugo Moyano y suele formar parte de las decisiones institucionales.

La jornada terminó con represión, 6 policías y 12 hinchas heridos y un enojo con la dirigencia que se agrava cada vez más. 

El frente que juntó a Doman, Grindetti, Ritondo y otros dirigentes para sacar Moyano tuvo que hacerse cargo de una importante cantidad de deudas e inhibiciones, pero prometieron en la campaña "la ingeniería" para hacer llegar una inversión de 6 millones de dólares de socios amigos para sanear las cuentas del club. Pero no pasó y la cancelación de la deuda que mantenía al club inhibido se dio gracias a la colecta que organizó el influencer Santiago Maratea que logró recolectar tres millones de dólares entre los hinchas. 

Con este cuadro, Independiente se volvió una olla a presión que amenazaba con complicar la campaña de Grindetti a dos semanas de las PASO. 

Para muchos los que estuvieron en la cancha, el operativo policial significó un quiebre de la dirigencia con el hincha, que tendrá en el próximo campeonato 14 partidos para no irse al descenso, algo que puede pegar de lleno en las aspiraciones políticas de la actual conducción del club.

Luego de la represión, el club publicó un comunicado anunciando que no usará más a la policía bonaerense para los operativos, que a partir de ahora quedarán bajo la coordinación de la seguridad privada del club. Una jugada riesgosa y una manera bastante clara de responsabilizar al gobierno de Kiciloff por lo ocurrido tras el partido. 

Luego de la represión, el club publicó un comunicado anunciando que no usará más a la policía bonaerense para los operativos, que a partir de ahora quedarán bajo la coordinación de la seguridad privada del club. Una jugada riesgosa y una manera bastante clara de responsabilizar al gobierno de Kiciloff por lo ocurrido. 

A la pelea política por arriba, hay que sumarle las internas en la Comisión Directiva. Por un lado, Grindetti y su gente y por el otro, el llamado Grupo Champagne integrado por Daniel Seoane, secretario General y empleado de la Municipalidad de Avellaneda; Jorge "Puma" Damiani, que no integró la lista pero está al frente subcomisión de fútbol profesional y Carlos Montaña, kirchnerista de la agrupación Kolina de Alicia Kirchner y actual Jefe de Gabinete de Sergio Berni en el Ministerio de Seguridad bonaerense, un dato que alimenta las teorías de un complot del que formó parte la Bonaerense.

Todos ellos formaron parte de la primera gestión de Moyano y de varias gestiones anteriores y la gente de Grindetti los acusa de llevar a cabo negociados con representantes. Ritondo forma parte de este grupo y sirvió de puente entre ambos, pero ahora busca mantenerse equidistante por su pertenencia al espacio de Patricia Bullrich. 

Como sea, la teoría de la conspiración moyanista no es del todo compartida por otras fuentes del club que consultó LPO. "Los que bajaron al playón eran de la platea Erico, la más cara y eran socios calientes. Si es cierto que la convocatoria se agitó por redes sociales pero no había ni barras, ni camioneros", afirmó a este medio un dirigente del Rojo. 

Pero si es verdad que la información de que podía haber represión circuló varios días antes del partido contra Boca. "Bebote" Álvarez, un histórico barra de Independiente que estuvo preso y declaró en varias causas contra Moyano, alertó por sus redes y pidió a los hinchas que no se movilicen. Con el hecho consumado, acusó directamente a la Comisión Directiva y especialmente a Juan Marconi, vicepresidente primero. 

La información de que podía haber represión circuló varios días antes del partido contra Boca. "Bebote" Álvarez, un histórico barra de Independiente que estuvo preso y declaró en varias causas contra Moyano, alertó por sus redes y pidió a los hinchas que no se movilicen. Con el hecho consumado, acusó directamente a Juan Marconi, vicepresidente primero. 

Marconi es hijo del ex árbitro Guillermo Marconi, y conductor de televisión de TNT Sports, y flota en medio de la tensión de los grupos sin poder de decisión y estuvo cerca de renunciar tras haberse agarrado a las trompadas con Seoane. Ante la situación límite vivida luego del partido con Boca, según fuentes cercanas a Marconi, integrantes de su agrupación pidieron que presente la renuncia y estuvieron a nada de enviar un comunicado propio condenando a los responsables del operativo. "No cumplimos ninguna promesa, no reformamos el estatuto y encima cagamos a tiros a la gente", lamentaron. 

Otra figura que jugó de armador de lista que encabezó Doman es el periodista y marido de María Eugenia Vidal, Enrique "Quique" Sacco, quien fue el primer nombre que se barajó para la candidatura y hoy es gerente de contenidos de TNT. 

En ese campo minado debe moverse Grindetti, que como aclaró a LPO un dirigente con más de una década en el club,  no tiene gente propia en la Comisión Directiva sino solo administrativos,  muchos de los cuales trajo de la Municipalidad de Lanús.

Pero como si este thriller político-futbolístico no tuviera suficiente chimichurri, Santilli no tuvo mejor idea que aceptar la invitación al programa "El Loco y el Cuerdo" que se transmite por Youtube y cuenta con cientos de miles de visitas por emisión. 

Uno de los conductores de ese espacio es Andres Ducantenzeiler, ex presidente de Independiente y feroz detractor de Grindetti. "Jugamos a todo nada, como dice Patricia", ironizó un estrecho colaborador de Santilli a LPO.

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