La feroz interna de Cambiemos abre una ventana para avanzar con proyectos frenados en el Congreso

La feroz interna de Cambiemos abre una ventana para avanzar con proyectos frenados en el Congreso

Esta semana habría sesión en Diputados pero no se espera el tratamiento de proyectos que generen roces. 

Mientras Juntos por el Cambio apunta a ampliar su espacio hacia la derecha y el centro con fotos muy armadas, pese a que buscaron mostrar una poco creíble "casualidad", que tienen a El Dipy y Mauricio Macri como protagonistas, el Frente de Todos mira las fisuras e internas opositoras para avanzar con proyectos que tiene en carpeta. Las negociaciones pasan por el Congreso de la Nación, particularmente la difícil Cámara de Diputados en la que el oficialismo no tiene mayoría pero cuenta con aliados habituales y dirigentes cambiemitas "amigables" con quienes se podría llegar a un acuerdo para sancionar iniciativas trabadas.

Esta semana podría haber sesión en la Cámara de Diputados para trabajar proyectos que no deberían generar mayores cruces. En principio, están descartados tanto el de Emergencia Covid como el de la reforma del Ministerio Público Fiscal (MPF). Éste ya tiene dictamen de comisión mientras que la otra iniciativa del Ejecutivo recién será firmada por los legisladores un día antes de la sesión convocada para su tratamiento. Todo indicaba que eso iba a ocurrir en estos días hábiles, los últimos antes del vencimiento del Decreto de Necesidad y Urgencia vigente hasta el 11 de junio, pero por ahora el avance no fue confirmado.

La falta de convocatoria puede obedecer a dos factores que se pueden presentar juntos o por separado: no haber alcanzado aún el número mágico de 129 diputados para conseguir el quórum y no haber logrado avanzar con las negociaciones para llegar a la mayoría simple – diferencia de un voto – y sellar la sanción de ambos proyectos. Por lo tanto, será cuestión de tiempo o de renovación de la composición de la Cámara.

Esta situación, de momento, dejó en paz a Juntos por el Cambio que no avanzó en reuniones de emergencia para manifestar su rechazo a iniciativas a las que ya le dio vuelta la cara. Cuando el oficialismo se dispuso a firmar el dictamen del MPF, la oposición se juntó de urgencia un domingo la tarde-noche para sacar un escueto comunicado, que a algunos les dio un poco de vergüenza, redactado por María Eugenia Vidal. Con el pronunciamiento en contra de algunos posibles aliados del Frente de Todos y la dilación en el tratamiento de la ley, la alianza se quedó un poco más tranquila pero las negociaciones siempre están y son parte de la política.

 

Desde Juntos por el Cambio ven cómo el oficialismo puede acordar con el bloque de José Luis Ramón, dispuesto a acompañar ciertas iniciativas a veces incluyendo modificaciones, y observan las reacciones de Eduardo Bali Bucca, Andrés Zottos y otros que podrían ayudar al oficialismo. Más allá de eso, consideran que es difícil que se lleven algo de la alianza que fundaron Mauricio Macri, Elisa Carrió y Ernesto Sanz.

Pese a esa consideración, hay algunos dirigentes que hasta ahora se mostraron amigables con el Gobierno de Alberto Fernández, no confrontaron ante la necesidad de gestionar pandemia. Se trata del gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, el de Corrientes, Gustavo Valdés, y el de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta. En Mendoza, Rodolfo Suárez supo pelear con la administración nacional y tal vez es una figura más impredecible.

Larreta no tiene diputados propios que puedan llegar a patear el tablero y acordar por fuera de los designios de la mesa nacional. Suárez está prácticamente descartado, por lo que Morales y Valdés pueden aparecer como dos figuras con quienes es posible dialogar para intentar llegar a un acuerdo. De suceder, “sería un escándalo”, analizan en la oposición pero lo descartan por completo.

Algunos, medio en chiste, medio en serio, cuestionan la relación de estos mandatarios con el Gobierno nacional, en particular la postura del de Jujuy. Desde el oficialismo, incluso, se arriesgaron a decir en algún momento que esa provincia del norte ya no está tan agarrada a la alianza porque Morales, cuando tiene que hablar de la gestión federal, no suele quejarse y da más halagos que reproches.

Mientras, en Cambiemos siguen concentrados en la puja por las vacunas. Una pelea que tomó fuerza en febrero, con la salida de Ginés González García, que incluyó iniciativas ante el Congreso, pedidos de interpelación, operaciones mediáticas, la obsesión con las dosis de Pfizer, entre otros elementos que quedaron en segundo plano con la llegada millonaria de frascos para inocular a la población.

En ese contexto, la Emergencia Covid es una herramienta diseñada por el Gobierno para establecer parámetros objetivos y científicos para activar restricciones ante la pandemia del coronavirus. Algo que pidió la oposición pero ahora cuestiona porque, dicen, ya no es el momento. Los números para el dictamen están, hay que ver si también lo están para la sanción. Hasta que eso suceda, la gestión sanitaria se manejará por decreto.

Respecto al Ministerio Público, de no conseguir los avales necesarios, la segunda opción no está hecha para ansiosos: esperar a las elecciones del 14 de noviembre, el cambio de legisladores del 10 de diciembre y votar en sesiones extraordinarias con mayoría oficialista, como ocurre hoy en el Senado.

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