Los fabricantes de refrescos, comprometidos con la salud

Los fabricantes de refrescos, comprometidos con la salud

Superan en 17 puntos la bajada mínima del 10% en el contenido de azúcar

El sector de las bebidas refrescantes en España continúa reforzando su compromiso con la reducción del contenido de azúcar de sus referencias y, por ende, con la salud y el bienestar de sus consumidores.

Así lo revela el Plan de Colaboración para la Mejora de la Composición de Alimentos y Bebidas 2017-2020 impulsado por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), que asegura que la industria supera los objetivos establecidos a este respecto situándose como un referente a nivel europeo.

Los compromisos cuantitativos incluidos en el plan fijan una bajada del 10% del contenido en azúcares de los refrescos, porcentaje que se ha rebasado en 17 puntos por los fabricantes de estas bebidas, que cumplen con la medida al 100%.

Ya entre 2005 y 2020 las compañías consiguieron una reducción del 43% en los niveles de azúcar de sus recetas, y el objetivo es lograr el 10% adicional para 2025, lo que supondrá una bajada del 53% en las últimas dos décadas.

En España, el sector de las bebidas refrescantes cuenta con más de 40 millones de consumidores que demandan opciones más sanas sin menoscabo de su calidad ni su sabor, por lo que las variedades bajas o sin calorías son una tendencia al alza.

“Ambas tipologías ya suponen cerca del 60% de las bebidas refrescantes que se comercializan en España, superando ampliamente el objetivo fijado por el sector para 2025”, declara la directora general de la Asociación de Bebidas Refrescantes (Anfabra), Beatriz Blasco Marzal.

Sin embargo, y dado que el compromiso del sector con el bienestar de los consumidores va más allá de la reducción de azúcar, el Plan destaca también los asumidos de forma voluntaria por las compañías de refrescos.

Entre ellos destaca el de no realizar publicidad dirigida a menores de 13 años, no comercializar sus productos en los centros de educación primaria -y priorizar las fórmulas bajas y sin calorías en los centros de secundaria- y no patrocinar eventos deportivos orientados a menores de 12 años.

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