Las relaciones transatlánticas se mantienen aunque siguen tambaleándose con nuevas revelaciones sobre el vasto programa de espionaje de Estados Unidos. Un nuevo capítulo de las filtraciones del ex agente de la CIA y la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense (NSA), Edward Snowden, se abrió hoy con la noticia de que Washington espió más de 60 millones de llamados telefónicos en España entre diciembre de 2012 y enero de 2013.

El modus operandi fue el mismo de siempre. El periodista Glenn Greenwald, que comenzó a develar la trama desde las páginas de The Guardian, utilizó uno de los diarios más vendidos del país involucrado para dar a conocer la noticia. Esta vez, fue el diario El Mundo el que tuvo la primicia. Según el artículo, la NSA "espió 60.506.610 de llamados telefónicos en España", entre el 10 de diciembre de 2012 y el 8 de enero de 2013. Por el hecho, el gobierno de Mariano Rajoy ya convocó al embajador estadounidense en Madrid para pedirle explicaciones.

El documento de la NSA, titulado "Spain last 30 days" (Los últimos 30 días de España) da cuenta que el programa establecía que se registrara el flujo de llamadas, los teléfonos conectados, el lugar donde se encontraban y la duración de las llamadas, aunque no su contenido, según la información del estadounidense Gleen Greenwald.

El diario reproduce un gráfico mostrando que las escuchas alcanzaron un pico el 11 de diciembre, con "más de tres millones y medio de llamadas", mientras que el 30 de diciembre y el 1 y 2 de enero la actividad es nula, "coincidiendo con una sustancial bajada del tráfico de datos monitorizado durante la época navideña".

Como consecuencia de las revelaciones, el embajador de Estados Unidos en España, James Costos, acudió hoy a la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores para informar a las autoridades españolas sobre el programa, tras la convocatoria realizada por la Cancillería de Madrid.

García-Margallo explicó, en la rueda de prensa conjunta que ofreció junto a su par polaco, que Méndez de Vigo le transmitió al embajador la "seria preocupación" de España por las informaciones de los medios de comunicación que, "de confirmarse", supondrían una "práctica inaceptable entre países socios y amigos".

El Gobierno español ya había convocado la semana pasada a Costos, con el fin de conocer los detalles sobre el supuesto espionaje de EEUU a España, tras saberse que la NSA espió a 35 líderes mundiales.

Costos fue recibido por el secretario de Estado para la Unión Europea (UE), Iñigo Méndez de Vigo, ya que el titular español de Exteriores, José Manuel García-Margallo, se encuentra en Polonia de visita oficial.

El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, había dicho el viernes que no tenía constancia de que haya habido espionaje de Estados Unidos a dirigentes políticos españoles, pero subrayó que espiar es impropio de una relación entre "socios y aliados".

Ese día, el diario El País había afirmado que la NSA habría espiado al personal y los miembros del gobierno anterior, presidido por el socialista José Luis Rodríguez Zapatero.

La NSA "no sólo ha rastreado las comunicaciones telefónicas, SMS y correos electrónicos de millones de españoles, sino que ha espiado a miembros del gobierno y a políticos", escribió El País.

NUEVA VERSIÓN SOBRE EL ESPIONAJE A MERKEL

Las revelaciones sobre el espionaje sobre la canciller alemana, Angela Merkel, ya es una cuestión de Estado de ambos lados del Océano. La guerra de versiones llegó hasta los diarios locales, donde una nota del estadounidense The Wall Street Journal de hoy desmiente una publicación de ayer del alemán Bild am Sonntag.

Según el WSJ, que cita como fuentes a autoridades estadounidenses, el presidente Barack Obama ordenó que se terminarán las escuchas a Merkel y otros dirigentes mundiales apenas se enteró de su existencia a través de un informe que encomendó a mediados de este año.

Ayer, la NSA ya había desmentido las revelaciones de la edición dominical de Bild, que aseguró que Obama sabía desde 2010 que Merkel era espiada.

Según el diario alemán Der Spiegel, el presidente estadounidense le habría dicho a Merkel en una encendida conversación que si hubiera estado al tanto del programa, lo habría terminado de inmediato.

Según Bild am Sonntag, Obama quería estar personalmente informado en detalle sobre la canciller alemana, quien tuvo un papel decisivo en la crisis de la deuda en la Eurozona y es considerada como la autoridad más poderosa de Europa. La NSA habría por lo tanto reforzado la vigilancia de las comunicaciones de Merkel, no sólo a través del teléfono celular que utiliza para comunicarse con su partido, la CDU, sino también el aparato encriptado oficial, detalló el diario. Sólo la línea directa de su oficina, que cuenta con una seguridad especial, estaba fuera del alcance de los espías estadounidenses, precisó el Bild.