Los empresarios pidieron una reforma impositiva y dijeron que “el Estado se tiene que poner los pantalones con la evasión”

Los empresarios pidieron una reforma impositiva y dijeron que “el Estado se tiene que poner los pantalones con la evasión”

Precisaron que la informalidad cuesta 4% del PBI y llamaron a “combatirla en serio”; la presión fiscal en la Argentina es de casi 28 puntos del producto, 8 unidades más que en la región

 

Ignacio Federico

 Luis Caputo se las dejó picando. A través de un video, el ministro de Economía les recordó a los empresarios y ejecutivos reunidos en el 61° Coloquio de IDEA que el Gobierno bajó impuestos por más de 2,5 puntos del PBI. Y anticipó que “viene una segunda etapa” con una reforma laboral y una tributaria, que incluirá la eliminación de muchos impuestos, la baja de otros, y la simplificación del régimen. “La competitividad no tiene que venir por el lado de una moneda débil, es arcaico pensar así. Se logra con desregulaciones, baja de impuestos y reforma laboral”, completó. Música para los oídos de un auditorio que, sin embargo, todavía quiere ver para creer y que no se guardó las críticas.

“Vemos bien cómo se bajó el gasto público y el hecho de tener superávit fiscal; es una base fundamental, pero no se vio en una baja sustancial de impuestos. La rentabilidad está muy tironeada. El Estado se tiene que poner los pantalones con la evasión, hay 4 puntos del PBI en juego. Me llama la atención que no se combata en serio”, disparó Nicolás Braun, director de IDEA y gerente general de Supermercados La Anónima, quien, junto a sus colegas de panel, criticó con dureza la voracidad fiscal.

“La Argentina tiene los niveles más altos de impuestos e informalidad y eso afecta al consumo: el Estado se toma el 50% de la cerveza”, dijo, y miró cómplice a Martín Ticinese, presidente en Cervecería y Maltería Quilmes, quien lo convalidó: “El happy hour es uno y uno”.

Matías Surt, socio-director de Invecq y profesor de Macroeconomía de UBA, UCEMA y CIASMauro V. Rizzi

Braun detalló que en el comercio la presión impositiva es del 50% y la informalidad, del 60%. “El sector tiene alta facturación, pero rentabilidad muy finita; 2% es razonable en la última línea, y los impuestos sextuplican una rentabilidad razonable. El crecimiento se fue ralentizando y la inversión también, y hay más canales informales: ya son más de 13.000 autoservicios”, dijo, y mencionó salidas como las de Walmart y Falabella, que “se terminan yendo por falta de rentabilidad”.

La Anónima cuenta también con dos frigoríficos y, según Braun, tres de cada cuatro kilos de carne se venden en la informalidad. Y completó: “Muchas pymes prefieren no invertir, porque pierden la principal ventaja competitiva, que es la evasión. Me sorprende que las autoridades no puedan llevar esto a los niveles de países vecinos”.

Nicolás Braun (Supermercados La Anónima)

“Hay que ir a menos impuestos y menos distorsión, pero que el Estado haga que juguemos con las mismas reglas y que gane el más competitivo, el que arriesga y el que invierte”, completó.

Ticinese, sin embargo, invitó a no desaprovechar la oportunidad. “Estamos en un momento de transición, y si no ganamos el partido habrá más presión todavía”, dijo. Y agregó: “El país necesita crecer, y generar dólares y exportaciones es un pilar fundamental”.

Martín Ticinese (Cervecería y Maltería Quilmes)Nicolas Sanz

Agregó que la industria tiene que ser parte de la estrategia oficial de crecimiento y remarcó que la capacidad instalada del sector está en menos del 60%. Y se apoyó en la metáfora futbolística que se repite en todo el evento: “Hay buenos jugadores, semillero y capacidad, y nos sentimos cómodos jugando con 10 jugadores en vez de 11. Tenemos 28 puntos [de PBI] de carga fiscal, 45 con la evasión [es decir, si se considera solo a quienes pagan], y son 8 más que en la región”.

Luego, destacó que hace 15 años que no se genera empleo formal y volvió a pedir la mentada reforma tributaria. “Se están haciendo esfuerzos, pero no alcanza, se necesita una reforma, confiamos en que se va a hacer; sin eso, no podemos pasar a otro nivel. Si no se crece, no hay inversión y no se genera empleo. Necesitamos condiciones que nos pongan al mismo nivel, y son esenciales las reformas estructurales, estamos esperando con ansias que se hagan”, sostuvo.

Claudio Rodríguez (Sinteplast)

En el caso de los combustibles, de cada 100 pesos, 44 corresponde a impuestos, según Andrés Cavallari, CEO de Raizen Argentina, quien aclaró que muchos “son distorsivos”.

“Los impuestos municipales son un caso paradigmático, crecieron de manera descontrolada en cantidad de tasas y en magnitud de importe, y en cantidad de municipalidades que se sumaron. Se pagan hasta ocho tasas diferentes en refinerías y estaciones de servicio, y eso lo abona el consumidor. También hay muchos impuestos en la cadena de producción”, sintetizó.

Y aportó su visión para solucionar el tema: “Las tasas se tienen que aplicar con criterio, con razonabilidad, y debe haber una contraprestación clara. La eliminación de impuestos distorsivos no es para que las empresas ganen más, sino para que el consumidor pague menos. Estamos dispuestos a colaborar con el Gobierno”.

Andrés Cavallari (Raizen Argentina)Nicolas Sanz

Claudio Rodríguez, director de IDEA y socio director de Sinteplast, aportó una comparación regional y dijo que lo que en la Argentina cuesta 153, en Uruguay vale 132; en Bolivia 123 y en Paraguay 116. “Tenemos 37,3% de carga impositiva en el país, versus 27,2%, 22% y 17% en esos respectivos países. Hay que bajar el gasto público (se hizo mucho, pero quedan ineficiencias) y la evasión; si no, no podemos bajar impuestos”, completó.

Por último, Matías Olivero Vila, presidente de la ONG Lógica, enumeró los motivos por los que la Argentina tiene “los impuestos más altos del mundo”: voracidad fiscal del poder político, un Poder Judicial tolerante con esa voracidad (“no hay un solo caso que reconozca el agobio del contribuyente, con más de 180 jueces y miles de casos”) y la desconexión fiscal del ciudadano.

“Hay una falta de cultura fiscal por un régimen que sistemáticamente oculta los impuestos a los ciudadanos. Y hay una forma indirecta de esconderlos en la cadena productiva. El remedio es el régimen de transparencia fiscal que se implementó [que obliga a mostrar el peso de los impuestos nacionales en los precios]. A nivel nacional sopla viento a favor, pero en el ámbito provincial hay viento en contra, salvo en Mendoza y Chubut que son transparentes. Pero hay 19 provincias que están en contra y son turbias, y tres están en proceso”, explicó.

Matías Olivero Vila, presidente de la ONG LógicaEn números

Unos minutos antes, el encargado de presentar la radiografía tributaria fue Matías Surt, socio-director de Invecq y profesor de Macroeconomía de UBA, UCEMA y CIAS. Según su diagnóstico, la carga tributaria tiene una relación directa con el gasto público, que es elevado: en los 90 era de 29 puntos del PBI y llegó a los 43 puntos en 2015. Pero en los últimos 10 años cayó a 32,5, que es la estimación para fines de 2025. “Se hizo un gran esfuerzo para reducirlo. Cayó casi 10 puntos. Y si no se reduce más, es difícil bajar impuestos”, dijo.

Sin embargo, fue más allá y dijo que la “verdadera” presión tributaria es la tasa de evasión, a la que calificó de “tasa invisible” que eleva la presión tributaria de casi el 28% al 45%. Y aclaró: “Si bajamos la evasión al nivel de los mejores alumnos de la región, habría un recupero de 4% del PBI”.

Luego, puso la lupa sobre los impuestos “súper distorsivos”, a los que definió como “la principal anomalía a corregir”. Y también le puso números: en el mundo representan entre 1 y 2 puntos del producto, mientras que en la Argentina llega a 8 puntos entre Ingresos Brutos, retenciones, impuesto al cheque y aranceles a las importaciones.

“Con los aranceles algo se hizo y con derechos de exportación, también. Pero con el impuesto al cheque e Ingresos Brutos no hubo ningún cambio. De hecho, hubo subas a nivel provincial” en el caso de la segunda de las cargas mencionadas, según sentenció.

Dijo que Ingresos Brutos va del 3,1% al 4,4% promedio en las provincias y que tiene un efecto en cascada, ya que empeora cuantos más eslabones tiene una cadena de valor. “Es como un IVA adicional de más de 11,3%, o sea que lleva el IVA al 32% total”, graficó. Y dijo que los impuestos representan entre el 35% y 52% en productos como leche, arroz, acero, nafta, cerveza o heladeras.

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