Empresario marplatense “arrepentido” presenció el acto de Macri en Capital Federal

Patricio Gerbi, titular de la firma Coarco, asistió a la inauguración del Paseo del Bajo. Se trata de uno de los constructores que reconoció haber pagado coima a los funcionarios involucrados en la Causa "Cuadernos de la Corrupción". Se mostró junto a funcionarios nacionales y provinciales a metros del presidente.

Durante el acto que encabezó este lunes el presidente Mauricio Macri, en el cual se inauguró el Paseo del Bajo, hubo presencia marplatense. Se trata de la sorpresiva asistencia de Patricio Gerbi, titular de la empresa constructora Coarco, una de las firmas importantes que construyó un corredor vial de 7,1 kilómetros que conectará las autopistas Illia y Buenos Aires-La Plata, con un ahorro de tiempo para los micros que van, por ejemplo, hacia Mar del Plata.

 

Se trata de un empresario que reconoció en la justicia haber pagado coima a los funcionarios del Gobierno anterior, los cuales están siendo investigados en la causa denominada “Cuadernos de la Corrupción” donde se pagaba un retorno para ser beneficiado con la obtención de obra pública. Gerbi fue uno de los marplatenses “arrepentidos” para evitar ser detenido en la megacausa que transita en Comodoro Py. En ese listado se encuentran Elizabeth Ortiz Municoy y Sergio Todisco, presuntos testaferros del ex secretario presidencial Daniel Muñoz, el empresario Osvaldo Parolari y el abogado Marcelo Danza.

 

Gerbi, quien mantuvo un perfil alto, incluso apareciendo en tapa de revistas, se mostró a metros del presidente, rodeado de colegas y de funcionarios nacionales, provinciales y porteños.

 

 

 

En febrero, el constructor local declaró ante el Juez Claudio Bonadio aportando datos “importantes” para dilucidar el mecanismo por el cual se beneficiaban a “amigos del poder” a través del pago de una coima, en muchos casos procedente de “excesos” en los “procesos licitatorios”.

 

Su compleja situación judicial tomó mayor relevancia en agosto pasado, cuando Carlos Wagner, el hombre que condujo la Cámara Argentina de la Construcción, lo mencionó como parte de uno de los principales empresarios que aparecían entre los predilectos de los funcionarios de la pasada administración, como el caso de Lázaro Báez.

 

“Las empresas se reunían en los lugares establecidos y determinaban el ganador de la licitación en función de su interés por la obra y del volumen de trabajo que tenían. Una vez adjudicada la obra, el compromiso era abonar para gastos políticos, para necesidades políticas, el anticipo que estaba establecido en los pliegos“, aclaró Wagner por entonces, y continuó: “El porcentaje del anticipo financiero era entre el 10 y 20 por ciento del total de la obra. Deducidos los impuestos, el compromiso era entregar la totalidad restante del anticipo financiero a modo de retorno”.

 

Coarco es una de las firmas que se encuentran entre las 30 compañías que más resultaron ganadoras en las licitaciones de obra pública asignada por el gobierno kirchnerista, entre el 2003 y 2015. En la ciudad, se destacan sus trabajos por el arreglo de calles. También construyó el Museo MAR, el Centro Comercial Aldey y la fallida Terminal de Cruceros.

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