Europa despertó sobresaltada ante los ataques del próximo presidente estadounidense Donald Trump a las instituciones que configuran el continente: la OTAN y la Unión Europea. Trump dijo en dos entrevistas al diario alemán ‘Bild’ y al británico ‘The Times’ que “la OTAN es obsoleta” y aplaudió el Brexit preguntándose cuál sería el próximo país que abandonaría la UE.

El secretario general de la OTAN Jens Stoltenberg dijo que está “absolutamente seguro de que la Administración estadounidense entrante seguirá comprometida con la OTAN” y Merkel que “los europeos tenemos nuestro destino en nuestras manos”.

Los cancilleres europeos, reunidos en Bruselas en una cita ordinaria para tratar la postura europea en las crisis de Oriente Medio y confirmar que siguen defendiendo el acuerdo con Irán que paró el programa nuclear del régimen de Teherán, mostraron su sorpresa.

El alemán Frank-Walter Steinmeier –que será el próximo presidente federal germano- aseguró que las declaraciones de Trump le producían “inquietud”. Su homólogo francés Jean-Marc Ayrault dijo que “la mejor respuesta europea es la unidad” y el español Dastis fue más comprensivo, diciendo que “hay que esperar”.

Un portavoz de la Comisión Europea, intentando no meter los pies en el charco diplomático en que acababa de meterlos Trump o, según otra interpretación, respondiendo algo atemorizado, dijo que había “leído la entrevista con interés” y no quiso ir más allá de ese comentario.

Trump había cargado en las dos entrevistas tanto contra la UE como contra la OTAN. De la organización militar dijo, además de que es “obsoleta”, que no se dedica a la lucha contra el terrorismo aunque también que es “importante para mí”. La afirmación de que la Alianza Atlántica no lucha contra el terrorismo es falsa pues la OTAN tiene misiones antiterroristas, sobre todo en Afganistán –la ISAF-, en las que han participado tropas estadounidenses.

El próximo presidente estadounidense también dijo que la Unión Europea no es más que “un instrumento alemán” y que la jefa del gobierno alemán Angela Merkel había cometido “un error catastrófico” al permitir la entrada en su país de cientos de miles de refugiados. Alemania, como Estados Unidos, es firmante de la Convención de Refugiados.

Trump también aplaudió el “Brexit” –la salida británica de la UE que todavía no se activó y cada día parece más caótica- y se preguntó cuál sería el país del bloque que seguiría los pasos del Reino Unido. También atacó a las automotrices alemanas que tienen plantas en México –citó expresamente a BMW-.

El ministro de Finanzas alemán Wolfgang Schäuble dijo en una entrevista al diario ‘The Wall Street Journal’ que está dispuesto a trabajar “lo más constructivamente posible” con la nueva Administración estadounidense, pero advirtió contra las políticas nacionalistas y proteccionistas y contra quienes minimizan la amenaza rusa. Schäuble advierte a Trump que el objetivo final del presidente ruso Vladimir Putin es dañar a las democracias occidentales.

Según el ministro alemán, “el proteccionismo puede dar ciertas ventajas a corto plazo, pero casi siempre trae daños a largo plazo”. Alemania es el único país europeo que por ahora está plantando cara a las declaraciones más extemporáneas de Trump. Y sufre las consecuencias.

Los tabloides británicos, los medios rusos y ‘Breitbart’, el medio online estadounidense propiedad de un asesor de Trump, multiplican los ataques contra Merkel basados en noticias falsas. Schäuble, que puso como ejemplo la noticia emitida por la televisión rusa el año pasado según la cual una niña rusa había sido violada en Berlín por un grupo de migrantes, una información falsa, dijo que Rusia está metida de lleno en una “guerra de propaganda”.

Berlín y otras capitales europeas creen que la Administración de Trump intentará apoyar a las fuerzas nacionalistas y xenófobas europeas para debilitar la construcción de la UE y a la OTAN. En pleno corazón de Europa occidental, Holanda, Francia, Alemania y tal vez Italia tienen elecciones en los próximos meses. Alemania espera a Trump en julio durante la cumbre del G20 que debe celebrarse en Hamburgo.