Decenas de casas del PROCREAR abandonadas en Itaembé Guazú

Decenas de casas del PROCREAR abandonadas en Itaembé Guazú

Se encuentran dentro del Desarrollo Urbanístico de Posadas y muchas no fueron aceptadas por regir el sistema UVA. En Misiones miles de familias esperan un techo propio.

En una provincia como Misiones, donde crece significativamente la demanda de un techo propio, existen alrededor de 400 casas en estado de abandono, completamente terminadas pero tapadas por malezas desde hace meses.

Son parte del Desarrollo Urbanístico de Itaembé Guazú del programa PROCREAR, que levantó 717 viviendas desde 2013 hasta el año pasado.

Las descriptas no forman parte de las 184 que se entregarán entre julio y agosto, que ya tienen adjudicatarios y faltan firmas de hipotecas y las mudanzas respectivas. De hecho, el Ministerio de Vivienda y Desarrollo Urbanístico que dirige la rosarina María Eugenia Bielsa, acaba de postergar esos trámites para incorporar a los beneficiarios de este grupo, en el nuevo PROCREAR que dejará de financiar las cuotas por el sistema UVA.

Los vecinos del barrio Itaembé Guazú, que forman parte de las dos primeras entregas del PROCREAR y de las decenas de casas IPRODHA, denunciaron ayer este estado de abandono total. A la vez, solicitaron a la Municipalidad de Posadas que realice un operativo de limpieza y desmalezamiento, atento a que se habían generado criaderos de ratas, serpientes, focos de insectos y otros vectores que ocasionan enfermedades peligrosas para la salud humana.

Todo ocurre en un contexto de doble Emergencia Sanitaria, por coronavirus y dengue, por lo cual el reclamo tiene fundamento. Sin embargo, al seguir operando los obradores de empresas privadas hasta la entrega de las mismas a la Nación (sea el banco Hipotecario o el Ministerio), la comuna podría intimar a la limpieza o aplicar multas si considera no tener una respuesta ante el reclamo vecinal.

“Nuestros hijos han visto salir de los pastizales desde víboras, ratas y por la tarde está ‘minado’ de mosquitos”, se quejó una de las vecinas de la zona.

“Nos quejamos con los serenos pero ellos no deciden qué hacer. Para eso están los capataces de las empresas o la Municipalidad, pero alguien debería mantener la limpieza en las manzanas abandonadas desde hace meses”, consignó a PRIMERA EDICIÓN.

 

Millonaria inversión sin beneficiarios sociales

El Desarollo Urbanístico de Itaembé Guazú se encuentra construido hace varios años, a través del fideicomiso del PROCREAR, que maneja el banco Hipotecario y del cual se adjudicó solamente un 20% de las viviendas.

La baja cantidad de propietarios se debe a la decisión en el Gobierno de Mauricio Macri, de aplicar la indexación de cuotas por sistema UVA (ajuste por inflación, dólar entre otros ítems), que “espantó” a decenas de interesados que vieron las constantes protestas de quienes sí firmaron la hipoteca con el mismo.

El gobernador Oscar Herrera Ahuad solicitó el mes pasado al presidente Alberto Fernández, durante su última visita a Misiones, que esas viviendas fueran transferidas al IPRODHA para que se pueda elaborar un plan similar a los que administra el organismo provincial. Sería más accesible y se facilitaría la entrega a las miles de familias misioneras que esperan ser adjudicadas para cumplir su sueño. Sin embargo, la Nación no aceptó la idea.

Herrera Ahuad pretendía poner rápidamente esas viviendas en manos misioneras y evitar que sigan deteriorándose con el tiempo ya que se observan veredas rotas, raíces emergentes que rajaron la mampostería y materiales que se van afectando por la intemperie y la falta de mantenimiento.

La ministra de Desarrollo Territorial y Hábitat, María Eugenia Bielsa, en declaraciones efectuadas semanas atrás a FM de las Misiones 89.3, dijo que transferirlas no está en la esencia del PROCREAR porque se trata de una iniciativa de la Nación.

Es evidente que los tiempos administrativos burocráticos de la Casa Rosada no son los mismos de las miles de familias misioneras que alquilan o viven en casas prestadas, que están anotadas en el IPRODHA para obtener su vivienda propia.

La mayoría con hijos pequeños, que tienen el compromiso asumido de pagar regularmente las cuotas. Y que no están pidiendo que se las regalen.

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