El debut de los debates presidenciales obligatorios: Mauricio Macri, la gran oportunidad para recuperar protagonismo

El debut de los debates presidenciales obligatorios: Mauricio Macri, la gran oportunidad para recuperar protagonismo

Por primera vez se aplicará hoy la nueva ley que exige a los candidatos participar; el mecanismo tiene reglas rígidas que impiden los intercambios entre ellos; sin embargo, es una instancia clave dos semanas antes de las elecciones

 

Con la mirada puesta en el futuro, así se presentará Mauricio Macri al primer debate presidencial. El tono del mensaje será positivo, pero no dejará pasar agravios ni chicanas. La apuesta será a recuperar protagonismo y no cometer errores.

Por el formato dispuesto, Macri y su equipo creen que no habrá espacio para los cruces. La negociación entre los candidatos y disposición de la Cámara Electoral dejaron escaso margen de maniobra. "Es un debate en blanco y negro. Atrasa", se lamentó uno de los hombres de confianza del Presidente. A diferencia de hace cuatro años, Macri se preparó poco, solo en los tiempos libres entre los viajes por el país con las marchas del "Sí se puede".

El objetivo con el que Macri llegará esta noche a Santa Fe es lograr explicar "su visión del país y sus ideas a futuro", según explicaron desde el equipo de comunicación de la Casa Rosada.

En esto trabajó especialmente con Julieta Herrero, a cargo de los discursos del Presidente, pero también participaron el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y parte de su equipo, como el secretario de Medios, Jorge Grecco; el vocero presidencial, Iván Pavlovsky; Hernán Iglesias Illa (Comunicación Estratégica) y el filósofo Alejandro Rozitchner, entre otros.

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En los últimos días, cada minuto disponible, Macri pulió los ejes de lo que presentará. Como sucede desde hace años, también se preparó con Micaela Méndez, coordinadora de Gestión Comunicacional y pieza clave en el esquema de comunicación del Presidente: es su fonoaudióloga.

Incluso el último viernes puso un alto a sus viajes al interior para abocarse casi con exclusividad a la preparación de los cuatro ejes que tendrá el debate: relaciones internacionales; economía y finanzas; derechos humanos, diversidad y género, y educación y salud.

Sin muchas expectativas sobre el efecto real que podría tener, desde la Casa Rosada, en cambio, explicaron que el debate sí actuará como punto de partida para la recta final de la campaña. Por eso, el objetivo de Macri será hablar de lo que piensa. "Por el rating que se espera, nos va a meter en clima de campaña", advirtió uno de los máximos responsables de la comunicación.

Junto al Presidente estarán la primera dama, Juliana Awada; Peña, Pavlovsky; el secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis; su secretario privado, Darío Nieto; Herrero, Méndez, Iglesias Illa y Rozitchner. Además, cada candidato podrá invitar a 15 personas a la tribuna. En el listado de Macri aparecen su compañero de fórmula, Miguel Pichetto; la vicepresidenta Gabriela Michetti y habrá otros ministros.

No habrá sorpresas como sucedió hace cuatro años, según anticiparon desde el comando de control macrista. Como, por ejemplo, cuando en el enfrentamiento con Daniel Scioli de cara al ballottage, Macri lo acusó de parecer "un panelista de 6,7,8" y en un tono fraternal, lanzó: "Daniel, ¿en qué te has transformado?". Ese día, la audiencia fue de casi 60 puntos de rating, cerca de 6 millones de personas.

Una promesa por día

En el último tramo el Presidente hizo una propuesta por día. Entre ellas: la reducción de los aportes patronales y de Ganancias del 35% al 22% para microempresas; la implementación de la boleta única y quitarle la organización de los comicios al Ministerio del Interior; una ley para castigar a quienes mientan a la Justicia; penas para mayores de 16 años; la actualización del Código Penal; incentivos impositivos para empresas que inviertan más de 10 millones de dólares, y la simplificación de trámites tributarios.

 

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