Daniel Funes de Rioja: "Es necesario que se decrete la emergencia ocupacional por tres años"

Daniel Funes de Rioja:

Presidente de Copal y vicepresidente de la Unión Industrial Argentina (UIA) es un referente del mundo empresario argentino, afirma que le preocupa el desempleo, pero también la baja tasa de empleo actual.

Daniel Funes de Rioja es un claro referente del mundo empresario argentino. Al frente de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal) y directivo de la Unión Industrial Argentina (UIA), hoy se refiere a la legislación laboral y a una realidad que presenta grandes cambios.

En diálogo exclusivo con El Cronista el directivo consideró que la recuperación del empleo será lenta porque tras la pandemia "van a convivir altos grados de informalidad con un mercado que se achicó".

Además, Funes de Rioja propone declarar una "emergencia ocupacional" por tres años para generar empleo, combinando un seguro de desempleo fortalecido con una rebaja de cargas patronales aplicable a los nuevos empleos. Y no le escapó a temas calientes como suspensiones, teletrabajo y paritarias.

El desempleo ya llegó al 13%. ¿Qué mercado laboral imagina en la pospandemia?

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No sólo me preocupa el dato de desempleo sino también las tasas de empleo (33,4%) y actividad (38,4%). Hay que ver si las empresas vuelven a trabajar al ritmo al que lo hacían previo a la pandemia, y en qué momento. Es un camino largo y la primera cuestión a tener en cuenta es que la contracción de la actividad hace que, en el mejor de los casos, en una primera etapa se pueda aspirar a una recuperación, lo que no significa tener una dinámica normal sino la del año pasado, que ya venía con problemas.

¿Cuánto tiempo podría llevar esa recuperación?

Al principio pensábamos en emergencia y pospandemia, y ahora ya hablamos de nueva normalidad, donde convivirán la pandemia y la producción. Esto significa que el proceso de recuperación es más lento porque convivirán altos grados de informalidad con un mercado que se achicó. Hoy hay un 55/60% de uso de la capacidad instalada, por lo tanto se necesita una dotación en función de esa realidad, no la de pre-pandemia.

¿Cómo se vuelve a generar empleo?

Primero deben sacarse las mordazas que se han puesto al sistema laboral. Hay que despejar el doble cepo de duplicación indemnizatoria y prohibición de suspensiones y despidos. Estas restricciones dificultan al momento de contratar. La única forma de despejar el doble cepo es que las nuevas contrataciones tengan un régimen de emergencia ocupacional que alivie el costo de las cargas sociales para que no se contrate informalmente. Y además, un seguro que cubra la doble contingencia, despido y suspensión.

¿La emergencia sería por todo 2021?

Es necesario que se decrete la emergencia laboral por tres años, y lanzar una nueva modalidad, que en la emergencia se testeará, pero que apunte a las nuevas realidades del mercado laboral.

¿Sería parte de una reforma laboral más amplia?

Es empezar a prever que el mundo globalizado, así como tuvo la crisis del 2008/09, hoy tiene esta pandemia y puede tener otras circunstancias. Ha cambiado la tecnología, ha venido la Industria 4.0, el trabajo a distancia, el trabajo de plataformas, también para la contratación más convencional hay que buscar formas que mejor se adecuen sobre todo a la realidad de la pyme.

¿Se está conversando la emergencia ocupacional con Gobierno y sindicatos?

Por lo pronto, lo estamos explicitando en las reuniones y también lo hacemos público. La realidad es que si no tengo producción ni capital de trabajo, no tengo forma de garantizar un empleo ni la percepción de una indemnización.

Aún hay unos 600.000 trabajadores suspendidos. ¿Podrán volver a sus tareas a corto plazo?

Esto debería estar en una agenda de concertación social para la emergencia. Tanto en el tema de Precios Máximos como en las suspensiones hay que ir generando los espacios que permitan salir de esto. Hay muchas empresas que se han jibarizado, por lo que no tienen lugar para toda la gente y hay que hacerlas empleables para otras actividades. Y a las empresas que tengan un horizonte de salida, darles crédito blando para retención del empleo.

¿Qué se va a hacer con paritarias que no avanzaron o cerraron debajo de la inflación?

Bueno, tampoco sabemos cuál va a ser la inflación. Algunos sectores tuvieron recomposición y si medimos contra la inflación corrida en el año, han venido más o menos a la par. La primera ola de negociación fue del 20% pero hay una segunda ola que está ubicada en el 30%. Hay ciertas adecuaciones que tienen que hacerse con prudencia porque si usted sacude mucho el árbol, el problema es que compromete más a algunas empresas.

¿La ley de teletrabajo mató esa nueva modalidad laboral?

Se está discutiendo la reglamentación y esperamos que recoja algunas de las preocupaciones, que la hacen más litigiosa. Al teletrabajo no lo va a matar nada, va a venir igual. El tema es si el teletrabajo termina siendo de argentinos para afuera o al revés. Sin la ley, podría haber una reacción del mercado de trabajo mucho más rápida.

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