Se cortó la relativa tregua que venían brindando los precios mayoristas. Hubo un salto importante en la inflación de costos de las empresas y durante enero el incremento llegó al 3,7%. La aceleración de la suba en la cotización diaria del dólar, que impactará más aun en febrero, sumado a las condiciones climáticas en el campo y los precios internacionales, impactaron en salto de costos. Para lo que viene, empezando por el mes actual, resulta esperable que empeore un poco más, sumando el efecto de las tarifas de servicios públicos, lo que le pondrá pimienta a la inflación por venir. Además hubo un alza de 3,5% en los costos de los materiales de la construcción.

El Indec publicó dos datos acerca de la dinámica de costos productivos. Por un lado salió el Índice de precios internos al por mayor (IPIM), el indicador que cuenta con una canasta principalmente formada por insumos transables, es decir más que nada costos empresarios que reaccionan con mayor velocidad a las variaciones en precio del dólar y las cotizaciones de commodities internacionales. Aceleró mucho en enero, respecto a diciembre, ya que saltó de 2,3% a 3,7%. Por otro lado, también se conoció el Índice de Costos de la Construcción (ICC), que también aceleró fuerte y quedó en 3,2%.

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En las primeras semanas de febrero el dólar alcanzó cierto equilibrio respecto a la inflación (si bien está en un anualizado de 43%, si se le resta la inflación de Estados Unidos al IPC local quedan empatados), lo que muestra el sendero cada vez veloz de subas diarias, en torno al 0,65% por jornada. Eso tendrá impacto en los costos empresarios, a lo que sumarán los mentados aumentos en tarifas eléctricas y los precios internacionales.

Desde LCG señalaron al respecto: “En lo que respecta a la inflación mayorista, de acuerdo a la actual inercia de precios que deja un piso mensual de aumentos alto, sumado a un crawling más rápido del tipo de cambio oficial, mayores restricciones a las importaciones y eventuales ajustes tarifarios, proyectamos una aceleración de los precios mayoristas a tasas por encima del 4% para el primer semestre del año”.

Y coincidieron desde ACM: “Va a ser determinante lo que ocurra con las tarifas este año que es donde el FMI ve una necesidad de ajuste, lo cual creemos que va a marcar la evolución de precios por sus impactos de segunda vuelta. Además, la necesidad de un mayor ritmo de devaluación puede marcar los aumentos por el lado de los productos importados”.

Durante enero, los que más traccionaron fueron los precios de los productos del agro, lo cual también se reflejó en el IPC, donde la estacionalidad y la baja en la producción generó aumentos extraordinarios en frutas y verduras. A eso se le sumó el efecto de los commodities. La suba en esa división fue de 9,5% y por su importancia relativa le agregó nada menos que 1,1 puntos al IPIM. Es decir que sin eso la suba habría sido de 2,6%. También sumó mucho el petróleo crudo y gas, con un alza de 4,4% que le agregó 0,36 punto al IPIM.

Por ahora los productos importados no agregaron demasiado y el incremento fue de apenas 2,2%. Sin embargo, ese número representó una aceleración de 1 punto respecto a lo que se había registrado durante diciembre.

Los costos empresarios vienen avanzando por debajo del IPC, con una suba de 48,7% frente a una de 50,7%. Esos números dan cuenta de que no hay en este momento demasiadas presiones por el lado de la recomposición de márgenes. Sin embargo, la expectativa de un avance por encima del 4% en los próximos meses le agregará presiones a la dinámica nominal.