Una corazonada K

El kirchnerismo le ofreció la candidatura a intendente al cardiólogo José Inza.Condiciones y necesidad de consensos.¿Esto comenzará a ordenar

al PJ-K en el proceso electoral? ¿Luis Conti lo enfrentaría en las primarias de agosto o jugará por afuera? ¿El peronismo está dispuesto a pelear el poder en Azul o lo seguirá dejando en manos del panradicalismo y sus socios? La trágica ruta 3.

Paso a paso. Como si la cocción en el horno de la política requiriera de otras temperaturas y otros brebajes. Y, en el medio, el océano de las especulaciones, los nombres de fantasía y palabras que se vuelcan merodeando cierto realismo mágico.

Así se va erigiendo el andamiaje preelectoral: con presuntos resultados ya resueltos y una oposición despistada en lo nacional o un horizonte humilde en lo local.

Aunque, ya se sabe, una lipotimia presidencial puede dar pie para las especulaciones.

Es que el vértigo kirchnerista sigue con su velocímetro como si nada hubiera pasado.

Como si la muerte del líder hubiera resultado una huida hacia delante y la consolidación de un modelo que tuvo sus idas y venidas entrara en una etapa distinta. Algo así como la institucionalización del mismo, palabra utilizada por la presidenta Cristina Kirchner.

Los tiempos de Cristina

Las contradicciones se dirimirán después de ganar en octubre desde una mirada interior aunque la Primera Mandataria se tome sus tiempos y esto genere alguna ansiedad.

¿Cómo seguirá esta versión kirchnerista del capitalismo?

¿Con cuánto de peronismo y cuánto de una versión remozada de una alianza de clases que exceda al movimiento creado por el general Perón hace más de sesenta años?

No es el momento, pero allí está el fondo del debate y quedó esbozado en el entredicho entre un político, típico líder conservador-peronista como Juan Manuel Urtubey, reelecto con casi el 60 por ciento de los votos en Salta, y el sindicalismo que conduce Hugo Moyano.

Es el rediseño de la idea de lo nacional en un mundo globalizado y el papel que allí cumple el nuevo Estado.

Un cardiólogo K

En Azul también se va cocinando a fuego lento el mapa electoral.

La novedad es la confirmación del ofrecimiento que el kirchnerismo le hizo al médico cardiólogo José Inza para que sea el precandidato a intendente.

Por fuera de la moda de los cardiólogos zambullidos en política (Edgardo Capelli, Carlos Bravo, Carlos Vignau ahora) el nombre de Inza se fue gestando no sólo por su fuerte compromiso de ideas con el gobierno nacional sino porque una encuesta que mandaron a hacer los K lo posiciona por encima de una serie de posibles postulantes. También un trabajo efectuado por estudiantes de Comunicación y Sociología de La Plata que le hicieron llegar al autor de esta nota.

Si bien Inza aún no dio el sí definitivo y puso determinadas condiciones, ya se está trabajando en el proceso de instalación.

La contienda local tiene la particularidad que, por ahora, no hay “estrellas” de la política jugando. Porque se corrieron o se desgastaron o, desde otra lectura, por un vacío generado desde los propios partidos políticos.

Aquí también hay un arte de lo efímero y queda al desnudo cuando el referente político inexcusable de los últimos años como Omar Duclós dice “hasta acá llegué”.

Esto es lo que resulta atractivo de lo que se viene aunque forje muchas incógnitas.

Una candidatura ordenadora

La instalación de Inza resultará ordenadora en las entrañas del PJ-K.

¿Quién podría enfrentarlo en la elección primaria del 14 de agosto?

Más allá de las posibles artimañas que se puedan hacer conociendo el historial del justicialismo azuleño, el nombre de Luis Conti aparece de inmediato aunque éste no haya resuelto si irá por dentro o esperará cómo se resuelve el posible armado de Francisco de Narváez y el PRO en la provincia y en la séptima sección.

Fuera de estas especulaciones, el kirchnerismo local, a quien le cuesta construir de cara a la sociedad, empezó a desbrozar el bosque sabiendo que, pese al arreglo de la diputada Gloria Bidegain en la súper estructura, nuestra ciudad no es exactamente la meca de los gobernantes de Nación y provincia.

Esto lo saben y, en primer término, no se debería caer en el discurso facilista que el maná caerá sobre estas tierras y, en segundo lugar, la necesaria construcción de una cobertura a la candidatura de Inza una vez que se concrete.

Porque también vale preguntarse si el justicialismo azuleño sólo jugará una elección interna, con Conti incluido, o se decidirá a pelear el poder en esta ciudad superando los discursos cargados de slogans que se repiten en el Concejo Deliberante o en los ámbitos donde pulula la dirigencia. Esa es la ventaja que, históricamente le sacó el radicalismo o el duclosismo en los últimos años.

Lo insólito es que si Inza acepta y llega a octubre y a Vignau le sucede lo mismo, se enfrentarán en la elección a intendente los dos socios del centro cardiológico que funciona en la calle Colón. Cosas de pueblo, diría alguien.

La trágica ruta 3

Merece un párrafo la grave situación de la ruta 3 entre Monte y Azul que sigue acumulando muertes ante la desidia del gobierno.

El crecimiento del parque automotor, la enormidad de camiones que por ella circulan y una carretera pensada hace más de medio siglo es una mezcla explosiva.

Encima, se cobra peaje, con empresas que se dedican, a veces, a cortar el pasto. Un negocio que inventó el menemismo y que el kirchnerismo no desarmó, por el contrario, tiene a empresarios amigos en ellas.

Además, las obras de remodelación ni siquiera son su responsabilidad.

La falta de peso político de los municipios de la región y su dirigencia ( de todos los colores) ha dado este resultado.

Uno de los objetivos de la Fundación CEDA es trabajar en el tema que debería ampliarse a las comunas afectadas.

Como para que la ruta 3 no siga siendo un pasaje hacia la muerte.

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