Condicionan la modificación del piso de Ganancias a un aporte empresarial o nuevo impuesto

Condicionan la modificación del piso de Ganancias a un aporte empresarial o nuevo impuesto
Fue la cláusula que impuso la Presidente durante la reunión que mantuvo con empresarios, industriales, banqueros y sindicalistas. La jefa de Estado aceptó discutir nuevos impuestos para fondear la suba del mínimo no imponible
Tras escuchar a quienes mencionaron modificar el mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias, la presidente Cristina Kirchner se comprometió ayer a "analizar" variantes, durante la primera reunión del diálogo social al que convocó para discutir el rumbo económico del país con empresarios, industriales, banqueros y gremialistas.

Pero advirtió: "Cualquier reforma que hagamos de algún lugar tendrá que salir esos fondos", según pudo confirmar Infobae. Así, condicionó la actualización de la cuarta categoría del tributo como las demás escalas a un mecanismo para compensar la merma en los ingresos fiscales de $ 15.000 millones al año, que provocaría subir el piso de Ganancias.

Empresarios que estuvieron presentes en la audiencia, que se llevó a cabo en la ciudad santacruceña de Río Gallegos, confiaron a los medios que el Gobierno estudia crear nuevos impuestos o aumentar alguno de los ya existentes para poder cumplir con el principal reclamo de los gremios, tanto los agrupados en la CGT de Antonio Caló como los que responden a Hugo Moyano, que no fueron convocados al encuentro con la mandataria.

Otra opción para conseguir los recursos que estudia el Ejecutivo sería gravar la renta financiera, pero el Gobierno se niega a incluir los plazos fijos, por lo que sólo afectaría las inversiones en acciones, lo cual aportaría sólo 1500 millones al fisco, señalaron algunos empresarios que participaron del debate al diario La Nación.

Cristina Kirchner se reunió por la tarde durante más de tres horas con "los titulares" del sistema económico, según definió la semana pasada: estuvieron los principales referentes del comercio, la industria, la construcción, la banca y representantes de las centrales sindicales alineadas con el Gobierno.

"A ver, ¿ustedes quieren hablar de inflación? Hablemos de inflación", apuró la jefa de Estado desde la cabecera de la mesa armada en el 1º piso del hotel Patagonia para recibir a las decenas de dirigentes de distintos sectores de la economía que viajaron por la mañana desde la ciudad de Buenos Aires.

Escoltada por su gabinete (entre ellos el organizador de la cita, Julio De Vido), Cristina lanzó: "Yo no digo que tenemos una inflación de 2%, pero no me digan que es de 25% porque la economía no resistiría". Miró a los gremialistas y les dijo que no empezaran a pedir 25% para las paritarias de 2014. Y a los hombres de negocios les reclamó, como "formadores de precios" y ganadores del modelo, que moderen pretensiones.

Desde ese lugar, la mandataria realizó una radiografía de los subsidios que el Estado aportaba a cada sector para que sean más competitivos. Las fuentes consultadas por Infobae coincidieron que nadie apuntó a la emisión monetaria o gasto del Estado. Consideraron que era el momento de escuchar a la anfitriona.

A lo largo de la charla surgieron la mayoría de los temas que preocupan sobre la economía. Además del Impuesto a las Ganancias, se trató la productividad y las trabas aduaneras. Al respecto, pidió que las empresas inviertan más en formación de recursos humanos, desarrollo e innovación.

Y al escuchar los planteos sobre los problemas de importación para la producción, ordenó a la ministra de Industria, Débora Giorgi; y al titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, que se ocuparan del asunto. "No pueden darse estas demoras", apuntó, aunque al mismo tiempo dejó en claro que no se eliminará la política de restricción a las importaciones.

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