Por un concierto, Kicillof dejó a comerciantes sin dos días completos de trabajo

Por un concierto, Kicillof dejó a comerciantes sin dos días completos de trabajo

El gobernador de la provincia de Buenos Aires decidió vallar más de lo esperado y dejó a varias cuadras de comercios sin poder trabajar durante más de 48 horas. Las pérdidas fueron cuantiosas, especialmente teniendo en cuenta que se trató de los dos días de mayor facturación semanal.

En el marco del recital que recientemente brindó La Renga en el Estadio Único de La Plata, el gobernador Axel Kicillof aprobó el ordenamiento de un extenso vallado que dejó innumerables comercios aislados de sus clientes y sin poder abrir caja.

“Los organizadores nos prometieron que iban a poner el vallado 100 metros más adelante, nos aseguraron que ‘el gobierno no quiere joder al laburante’, pero nos pusieron el vallado en la puerta”, aseguró Juan Bautista, un comerciante de la zona del Estadio Único de La Plata. Su historia se repite incontables veces en toda la zona.

En plena crisis, cuando los comerciantes cuentan las monedas para cubrir las deudas asumidas durante la cuarentena impuesta por el gobierno de Alberto Fernández y la inflación carcome las ganancias, el gobierno de Axel Kicillof decidió unilateralmente, y sin consultarlos previamente, vallar toda la zona y dejarlos sin clientes.

“El encargado de diagramar todo el perímetro y los accesos al estadio me aseguró que todo iba a estar bien. Sin embargo, cuando quise correr las vallas para dejar un carril libre para que los clientes puedan llegar al negocio, me mandaron a la Caballería, a Control Urbano, a una patrulla y a la UTOI”, aseguró uno de los comerciantes.

“Un tipo que exige planes sociales te corta la General Paz y nadie le dice nada. Yo quiero abrir mi comercio para trabajar y me quieren meter preso. ¿Estamos todos locos?”, preguntó Juan Bautista, quien además aseguró que tuvo que pedir un préstamo para cubrir las pérdidas.

La gestión del Estadio Único de La Plata viene siendo un verdadero dolor de cabeza para el gobernador bonaerense. La gestión del mismo hace agua y el lugar pareciera carecer de mantenimiento alguno. Por otro lado, no existe un cronograma concreto de actividades o un plan integral que permita poner en funcionamiento una de las obras más importantes de la provincia de Buenos Aires de los últimos tiempos.

La gestión de la seguridad del recital de La Renga, de acuerdo a los comerciantes, pareciera haber quedado en manos de la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas (UTOI), creada en el año 2017 y que está compuesta por agentes de Infantería y de la Policía Motorizada, entre otras organizaciones. La mayor parte de la actividad de estas fuerzas suele caer en la polémica, dado que se trata de agentes que vienen de otros puntos del país, a último momento, y suelen cometer errores por no conocer el territorio.

“Nadie puede hacer nada. Llamamos a la municipalidad y nos comunicaron que no corresponde a su órbita la organización de la seguridad del recital de La Renga, sino al gobierno de Kicillof. La Policía Local, que es la que mejor conoce el lugar, también quedó afuera del operativo”, aseguró otro de los comerciantes.

Mientras tanto, en medio de tanto descontrol, los propietarios de los comercios de la zona, aún ahogados por una recuperación que no llega, continúan sacando créditos para no bajar las persianas.

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