Compostar: una nueva tendencia de reciclado

Compostar: una nueva tendencia de reciclado

Una forma de reciclaje en nuestra casa a partir de residuos orgánicos. Te contamos qué es el compost y cómo sirve para reducir residuos que irían a basurales, transformándolos en abono natural.

 

Cuando se empieza a compostar hay un sentimiento común que suele aparecer: estar en presencia de un suceso mágico. Si bien no lo es ya que responde a un principio biológico básico que explica el proceso que se está desarrollando, hay algo de esa primera sensación que potencia nuestra práctica y, en el mejor de los casos, la logra convertir un nuevo hábito sustentable para el resto de la vida.

¿Qué es el compost? Se trata de una fuente de materia orgánica vital para el aire, con la enorme capacidad de mejorar las propiedades biológicas del suelo, la retención de nutrientes y la humedad. Los restos orgánicos en proceso de descomposición, cuando son reciclados en un compost, logran reducir los residuos que tanto contaminan el planeta en, por lo menos, un 50 por ciento, quitando de circulación basura que ya no cabe en basurales y que no deja de contaminar el aire, el mar y la tierra en general.

Si bien hay reglas básicas, es necesario resaltar que cada compost es distinto ya que están sujetos a procesos vivos que dependen de distintos factores. Las condiciones climáticas y habitacionales es un primer punto a tener en cuenta, ya que a la hora de planificar un compost está bien pensar dónde va a estar ubicado (no es lo mismo un jardín que un balcón), bajo qué condiciones climáticas (si el espacio es húmedo y cálido favorece el proceso, por ejemplo) y con qué frecuencia será usado.

El compostaje es un proceso biológico que implica  transformar y reciclar los restos orgánicos que se consideran desechos en nuestra casa- como las frutas o verduras-  en proceso de descomposición, para reducir los residuos que contaminan el planeta.

En líneas generales, los grandes errores siempre están vinculados al tiempo, a lo que elegimos mezclar en una primera etapa y, sobre todo, a las expectativas.

Para Mariana Jaroslavsky, periodista especializada en Soberanía Alimentaria y referente de la campaña Mes del Compostaje, considera que “el error principal es abandonar”. Y lo detalla: “Pensar en un compost es pensar en un proceso que nunca termina y que siempre va a intentar cumplir con su ciclo porque así es la vida del planeta. Si hacemos un mal manejo de húmedos y secos, por ejemplo, es cierto que puede ir hacia una putrefacción. De todas formas, ese barro se podría volver a mezclar con elementos secos permitiendo así que termine su ciclo. Es importante recordar que la tierra siempre sigue en formación junto a los microorganismos que se comen la materia orgánica. Por eso es fundamental confiar en el proceso, tener paciencia, observar, y cambiar la mirada respecto a los bichos (amigarse con la idea de que aparezcan además de lombrices algunas larvas o mosquitos, entre otros insectos posibles)”.

 

Recomendaciones para iniciarte en el arte de compostar

Tenemos que observar el lugar en donde se ubicará la compostera, qué va a recibir y de qué habrá que cuidarla. Por ejemplo, si es en zona de campo donde hay roedores, habría que tener especial cuidado en decidir qué tirar para no atraerlos, por ejemplo, las cosas cocidas. Si la compostera será ubicada en un departamento en la ciudad y el tacho es pequeño, tampoco sería recomendable tirar huesos ni restos cocidos dado que en pequeñas superficies podría desbalancear el Ph y así el proceso. De todas formas, siempre es prueba y error.

Es importante tener paciencia durante la primera etapa de compostaje, ya que se está creando nada más y nada menos que un complejo de bacterias y microorganismos que degradan la materia. La regla básica para la vida biológica y la vida de las bacterias es que tenga humedad, que no se seque, ya que las lombrices, por ejemplo, necesitan de suelos húmedos para degradar la materia. Por eso, siempre hay que tener presente el equilibrio entre los húmedos y los secos.

 

¿Cómo comenzar con tu compost?

Se puede comenzar con un colchón de hojas secas, sumar una capa de tierra con lombrices, otra capa de secos, que pueden ser hojas, restos de cenizas, papel trozado, los maples de huevos trozados, y luego comenzar a arrojar los restos orgánicos.

Como regla básica, se debe intercalar materiales secos con restos orgánicos, y cuanto más vegetales haya en la mezcla, más simple será el proceso. Además, es importante estar atentos y remover cada un par de días para que no se apelmace ni se seque demasiado, y estar atentos al viento o al sol directo, y en ese caso, pensar en resguardarlo.

 

¿Cuándo se cosecha el compost?

En temporadas de frío suele tardar 4 meses, y en temporadas de calor, entre 2 y 3 meses. En términos prácticos, está listo para cosechar cuando no hay restos de frutas y verdura, suele estar frío, de color oscuro, no desprende agua y al ser sacudido no chorrea ni se siente un olor feo.

 

Los errores más comunes

-Remover muy rápidamente la materia orgánica ni bien iniciado el compost. Esto quiere decir, cuando todavía no está formada la primera mezcla de restos orgánicos con restos secos y microorganismos. En definitiva, perder la paciencia.

-Incorporar cítricos muy rápidamente y sin darle el seguimiento adecuado (por su ph puede complejizar el proceso, aunque no lo detiene). Para quienes comienzan por primera vez a realizar un compost, estaría bien esperar para incorporar los cítricos al menos unos 3 meses. Hasta ese momento, se pueden dejar secar las cáscaras de cítricos para incorporar al mate o para hacer tés (cuando son orgánicas), o bien, se podrían apartar en recipientes cerrados con agua para generar productos de limpieza orgánicos gracias a su enorme poder desinfectante.

-Recargarlo de restos de materia orgánica sin agregar material seco que ayude a quitar la humedad. Cuando no hay equilibrio puede llenarse de mosquitas, que si bien su intervención en necesaria en el proceso de descomposición, pueden resultar invasivas y molestas principalmente para las personas que tienen el compost cerca y no tanto para el proceso natural de la propia tierra.

Ahora que ya sabes que es, por qué, para qué sirve y cómo hacerlo (y también como no) podés probar el compostaje en tu casa. Reducir la basura que generamos es responsabilidad de todos. Cuidemos de nuestro planeta y contagiemos a otros para que también lo intenten.

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