Cómo resiste la actividad económica a la inflación y la negociación con el FMI

Cómo resiste la actividad económica a la inflación y la negociación con el FMI

En medio de la tensión inflacionaria y los debates por el futuro del acuerdo con el Fondo, los principales indicadores económicos alternan resultados. Mientras el frente externo se debilita, el empleo y la producción industrial aún se mantienen de pie y evitan la recesión.

Por

RODRIGO NÚÑEZ

Mientras el Gobierno negocia con el FMI para reformular el camino a seguir en lo que resta del año, los principales indicadores de la economía real muestran resultados ambivalentes. Aún con el debilitamiento de reservas y el momento crítico en el frente externo, el empleo y la actividad industrial sostienen al aparato productivo. 

Según el Indec, la actividad económica acumuló una suba del 1,5% en el primer trimestre. En marzo, el estimador mensual de actividad económica (EMAE) registró un incremento de 0,1% en la comparación contra febrero, y una variación del 1,3% respecto al mismo mes del año anterior. Con relación a igual mes de 2022, doce sectores de actividad que conforman el índice registraron subas en marzo.

 

Los sectores primarizados como la agricultura y la pesca empujaron hacia abajo los resultados del mes, pero el resto de las ramas se mantienen en niveles que resisten al desbalance que enfrenta el país en el frente cambiario y externo. De hecho, la industria manufacturera (+3,1%) fue el de mayor incidencia positiva en la variación interanual del EMAE, seguido por comercio mayorista, minorista y reparaciones (+3,6%).

Cuál le va al termómetro de la economía

Según los últimos datos que brindó la Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo, la actividad industrial se expandió 3,1% en marzo respecto a igual mes de 2022 y 3,4% en relación a febrero. En el acumulado del primer trimestre se ubicó 2,6% por encima del mismo periodo de 2022, presentando el mejor primer trimestre desde el año 2018. 

Para contextualizar la actualidad, la producción de petróleo registró su mayor nivel desde noviembre de 2008; mientras que la de gas anotó el segundo mayor registro para un mes de marzo desde 2009.

En abril, el índice adelantado de actividad industrial elaborado por el Centro de Estudios para la Producción (CEP), estimó una contracción del 0,9% interanual y del 0,2% respecto a marzo. Sin embargo, para el primer cuatrimestre se espera un crecimiento del 1,7% interanual, lo cual implicaría el mayor nivel de actividad industrial para enero-abril de los últimos cinco años.

 

La actividad de la construcción se expandió 3,5% frente a febrero y creció 1,2% vs igual mes del año pasado, sumando su segunda suba en los tres primeros meses del año. A pesar de ello, el acumulado al primer trimestre se ubicó 0,8% por debajo de enero-marzo de 2022, producto de la contracción registrada en febrero.

Según la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland, en abril, los despachos de cemento alcanzaron las 1.035.525 toneladas, lo cual implicó un incremento de 3,7% respecto a marzo. En comparación con un año atrás, los despachos se contrajeron 1,3%, explicado por el hecho que este abril tuvo dos días hábiles menos que 2022, ya que el consumo diario aumentó en un 10% en comparación con el abril pasado alcanzando una producción de 57.148 toneladas por día.

Además, de acuerdo a datos de la Asociación de Fábricas de Automotores, la industria automotriz registró en el primer cuatrimestre de 2023 los niveles de producción más elevados desde 2014 (188.973 unidades). En abril se fabricaron 54.399 unidades.

 

En el primer cuatrimestre, el sector minero registró exportaciones por US$ 1.294,5 millones, un incremento del 3,9% en comparación con el mismo período de 2022. De esta manera, registró el valor exportado para ese período más grande desde 2013. En cantidades, se posicionan en el mejor registro desde 2019.

Empleo y consumo

En febrero, el empleo formal en las empresas del sector privado ascendió a poco más de 6.350.000. Se crearon 12.800 empleos formales en las empresas del sector privado en la comparación con enero, lo que representó una suba del 0,2% mensual. De esta forma, se registraron 31 meses consecutivos de expansión mensual y se alcanzó el nivel de empleo más alto desde al menos enero de 2009.

En comparación con febrero de 2022, se registraron 255.100 empleos nuevos (+4,2%); en tanto que si se compara con la prepandemia (diciembre de 2019), ya se crearon 304.280 empleos extras (+5,1%). La remuneración mediana del empleo asalariado privado alcanzó los $ 180.890 en febrero, lo cual implicó un aumento del 8,2% respecto a enero en términos nominales.

Dado que la inflación de febrero fue del 6,6%, la remuneración real mediana del sector privado formal presentó una suba mensual del 1,5%. Sin embargo, en comparación con igual período de 2022, la remuneración aumentó 97,4% y cayó 2,5% en términos reales.

En cuanto al consumo, las ventas reales en supermercados se expandieron 1% contra febrero del 2022. En la medición mensual, las ventas se contrajeron 1,2% en relación a enero. Por su parte, las ventas reales en shoppings crecieron 10,1% interanual y acumularon 24 subas interanuales consecutivas, pero se redujeron un 1,5% respecto al mes previo.

La contracara de la economía

En abril, las importaciones de bienes de capital fueron de US$ 816 millones. Esto representó una contracción intermensual del 1,7% y una del 22,4% en comparación con abril de 2022. Esto vino dado principalmente por las menores cantidades importadas, que cayeron 19,3% contra abril de 2022 y 1,2% contra marzo. Específicamente, la caída de importaciones de estos bienes vino traccionada por las menores compras de máquinas automáticas para el procesamiento de datos, que aportaron una incidencia negativa de 7,9 puntos porcentuales al desempeño de las compras externas de estos bienes

Por su parte, las exportaciones fueron de US$ 5.891 millones y representó una contracción del 29,3% interanual. La contracción anual viene dada tanto por efecto de los precios como de las cantidades. Por el lado de la cantidades, cayeron 22,7%, explicado principalmente por las menores cantidades exportadas de granos de cereales y oleaginosas y sus derivados (aceites, harinas, pellets, biodiesel, etc.) como consecuencia de la sequía. Por el lado de los precios de exportación, bajaron un 8,6% interanual.

De esta forma, la balanza comercial de abril arrojó un déficit comercial de US$ 126 millones. Cabe destacar, que también opera un efecto precio en esta dinámica, si estuvieran vigentes los precios de abril, el resultado comercial hubiera resultado superavitario con las cantidades exportadas e importadas por un total de US$ 171 millones.

Para el acumulado al primer cuatrimestre, se registró un déficit comercial por US$ 1.470 millones, como consecuencia de tres de cuatro meses del año con déficits. Desde 2018 que no se registraba un déficit en el primer cuatrimestre, cuando en ese momento el déficit acumulado fue de US$ 3.277 millones.

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