Clave para anclar el consumo y la inflación: el Gobierno alimentó el superávit

Clave para anclar el consumo y la inflación: el Gobierno alimentó el superávit

En junio, aunque el gasto primario no cayó, hubo de nuevo superávit primario y financiero. Llegó así al 0,9% del PBI en el acumulado del 2025 y se acercó a la meta del 1,3% del PBI pautada con el FMI. Una alta proporción de eso está en juego con la aprobación del Congreso de la suba de jubilaciones y la emergencia en discapacidad. Y es que el ajuste se centró en jubilaciones, salarios estatales y obra pública

 

Por Mariano Cuparo Ortiz

Esta vez sin ajuste del gasto en términos reales, el Gobierno logró en junio otro mes de superávit primario y llegó en el acumulado del año a uno del 0,9% del PBI, acercándose otro 0,1 punto a la meta del 1,3% del PBI pautada con el FMI. Una buena parte de ese número, hasta unos 0,7 puntos, están en juego tras la aprobación del Congreso de las iniciativas para jubilaciones y discapacidad, que el Gobierno vetará, pero la oposición intentará insistir, apuntándole a los dos tercios de las cámaras. El superávit es una política clave del Gobierno en la búsqueda de enfriar el consumo y la inflación y en junio hubo ajuste en obra pública, salarios públicos y subsidios energéticos y al transporte. Las jubilaciones repuntaron, pero contra una base de comparación muy baja.

Las jubilaciones fueron, de hecho, la principal explicación del ajuste histórico del gasto durante 2024. Según el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), por esa vía el Gobierno realizó el 19,2% de su política de motosierra y licuadora. En junio del 2025 hubo un crecimiento del 6,5% real en esa partida clave del gasto, al contrastar contra el mismo mes del año pasado que, por cierto, es una base de comparación demasiado baja. En aquel junio del 2024 la caída real de las jubilaciones había sido del 17,8% real. No llega a compensar y explica por qué, también según el CEPA, las jubilaciones más bono cayeron un 15% real entre el trimestre septiembre-octubre-noviembre del 2023 y abril-mayo-junio.

El ajuste de junio también se centró en los salarios de estatales, una partida del gasto primario que mostró una caída del 7,5% interanual real. De ahí que el ancla fiscal sea una explicación clave de la estabilización inflacionaria lograda por el Gobierno, que se consolidó con el 1,5% mensual del IPC de mayo, seguido por un 1,6% en junio. En paralelo a moderar, por la vía de la demanda, la capacidad de consumo de los hogares, lo que evita convalidar subas de precios, la política oficial evita que haya una mayor cantidad de pesos circulando, con potencial de irse al dólar, lo que también tiene impacto inflacionario por la vía de los costos, es decir la oferta.

El exasesor del presidente Javier Milei, Fausto Spotorno, afirmó esta semana que “la inflación en parte se contiene por el límite a subir los precios continuamente para poder vender”. Con una caída en los ingresos del sector privado, el consumo masivo viene mostrando problemas para recuperarse en forma significativa, a diferencia de lo que ocurre con el consumo de durables y el turismo al extranjero, beneficiados por el atraso cambiario.

También se explicó, el ajuste de junio, por partidas como los subsidios energéticos y al transporte, además de los recortes en obra pública, especialmente en energía, lo que resonó luego de los cortes en industrias y en Mar del Plata en las semanas de pico de consumo por la ola polar, y en agua potable y alcantarillado. En el caso de los subsidios, la baja fue del 28,3% real interanual. En el de la obra pública, del 29,8% real interanual. 

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