Chubut: Ignacio Torres tiene su “caballo de Troya”

El gobernador espera el domingo confiado. La “otra elección” que le podrá dar volumen ganador a su discurso después de las urnas.

Por Carlos Guajardo.

Con el 1,34% de los votos, Chubut no aparece como una provincia clave en el escenario nacional a tal punto que a lo largo de la historia de las elecciones fueron muy pocos los candidatos que se acercaron a este rincón de la Patagonia para arrancarle una sonrisa a sus habitantes con promesas de un mejor vivir antes de cualquier comicio.

Será por eso que, en un principio, el gobernador Ignacio Torres trató de despegar las elecciones del domingo que viene de su gestión asegurando que no ponía nada en juego porque se trataba de un plebiscito a la gestión nacional. “Todo pasa por Milei y Cristina”, le dijo alguna vez a DIARIO RIO NEGRO.

Pero, con el correr del tiempo, comprendió junto a su escaso grupo de colaboradores de confianza, que no quedar bien parado en estas elecciones podría traerle algunos pesares en la gobernabilidad de los dos años que le restan de mandato y además, limar sus claras intenciones de ir por la reelección en su propia casa más allá de su inocultable (e irreprochable) intención de ir más allá intentando una proyección nacional.

Chubut presenta un panorama polarizado y de sus dos bancas en juego repartirá una para cada uno de los partidos que hoy, al menos en las tendencias parecen dominar los resultados del 26 por la noche: “Despierta Chubut”, liderado por Torres y el PJ-Kirchnerista que lleva como primer candidato a Juan Pablo Luque, quien fuera rival del actual mandatario en las elecciones de 2023.

Una buena performance de los desconocidos candidatos de La Libertad Avanza representará un equilibrio entre la sorpresa y el milagro. Y eso se daría si el pueblo chubutense opta por darle su voto de confianza futura a los vaivenes políticos, sociales y económicos del gobierno nacional de Javier Milei.

Volviendo al otro escenario, Torres derrotó a Luque por escasos 8 puntos arrebatándole el poder provincial al peronismo después de 20 años. Casi una hazaña para un candidato de tan solo 34 años y con poca estructura partidaria en la provincia.

Torres cambió su pensamiento en relación a la influencia local de las elecciones de medio término tras el contundente triunfo del peronismo en la provincia de Buenos Aires en septiembre y decidió ponerse la campaña al hombro. Tanto Ana Clara Romero como Gustavo Menna sus dos candidatos para el domingo fueron meros espectadores en los actos que tuvieron a Torres como el “candidato sin boleta”. En los últimos tiempos apuró, como lo hace todo oficialismo en época de elecciones, inauguraciones y anuncios. Siempre con Romero y Menna en el escenario.

Sus últimas funciones fueron la inauguración de un tramo de “la doble trocha de la corrupción kirchnerista” que une Trelew con Puerto Madryn y tendrá su último acto este lunes con la habilitación parcial de un nuevo hospital para Trelew, obra monumental en lo edilicio pero carente aún del instrumental básico para tender a los enfermos. El acto coincidirá con la celebración de un nuevo aniversario de la fundación de la ciudad.

Las pocas encuestas que andan girando por despachos oficiales y en los poco habitados locales partidarios del PJ-K lo dan a uno y a otro ganador, pero en general por escaso margen y según la encuestadora.

Siempre que no sea una derrota catastrófica,  la que no está en los papeles de nadie, Ignacio Torres tendrá el 26 a la noche su propio “caballo de Troya”, desde no saldrán soldados escondidos pero si los votos necesarios para darle volumen a su discurso: la ciudadanía de Chubut no solo tendrá que elegir a quienes quiere como representantes en el Congreso Nacional y a miembros del Consejo de la Magistratura en algunas de sus ciudades sino también tendrá frente a sí una boleta donde deberá decirle “si” o “no” a la eliminación de los fueros, ese privilegio tan cuestionado ligado a la impunidad de políticos, sindicalistas y miembros de la justicia.

No hace falta encuesta alguna para predecir un abultado triunfo del “si” lo que posibilitará poner en marcha una reforma constitucional que ya aprobó la Legislatura provincial a través de una ley. Por eso, “el fin de la impunidad en Chubut” dejará casi con seguridad para el detrás de la escena el discurso sobre el resultado electoral que mira al Congreso.

Claro, que no hay que ser tan optimista y cerrar los ojos del todo: el volumen de la diferencia dependerá también del grado de participación de la gente hoy cansada y decepcionada de los temblores del país que a través de los años originaron quienes eligieron a la política no como trabajar por el bien de los demás sino como una profesión bien remunerada.

Pero por lógica de poder, la intención del gobernador es quedarse con todo y para eso empezó a cargar en su mochila a sus dos candidatos buscando también un plebiscito a su gestión con la vista puesta en 2027.

Para Juan Pablo Luque ganar como mínimo por la diferencia que le quitó la posibilidad de llegar a la gobernación en 2023 representará su plataforma de lanzamiento para volver a intentarlo dentro de dos años. Una derrota lo dejaría fuera de toda ambición futura y en situación de debilidad ante sus posibles responsabilidades políticas por hechos de corrupción cometidos tras la catástrofe natural de 2017 que le provocó a los habitantes de Comodoro Rivadavia, ciudad de la cual fue intendente, la peor pesadilla de su historia.

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