Más cerca de una alimentación saludable: en qué consiste el proyecto de ley de etiquetado frontal en la Argentina

Más cerca de una alimentación saludable: en qué consiste el proyecto de ley de etiquetado frontal en la Argentina

Un plenario de comisiones en Diputados debatió ayer los detalles de la letra de la futura ley que busca brindar información sobre los componentes de los productos a través de un sistema de etiquetado. La palabra a Infobae del nutricionista Sergio Britos, director del Centro de Estudios sobre Políticas y Economía de la Alimentación

Combatir el sobrepeso y la obesidad derivada de una mala alimentación. Ese es el objetivo principal de la Ley de Promoción de Alimentación Saludable, que establece la colocación de etiquetas en la parte delantera de los productos con excesos de azúcares, grasas saturadas y totales, calorías y sodio.

Este lunes, en la Cámara de Diputados, se llevó a cabo una reunión de las comisiones de Legislación General, Acción Social y Salud Pública, Industria y Defensa del Consumidor, del Usuario y de la Competencia sobre el proyecto de ley en revisión de promoción de la alimentación saludable, etiquetado informativo y visible y prohibición de publicidad de bebidas analcohólicas envasadas que contengan sello de advertencia.

El proyecto, que a fines de octubre obtuvo sanción en el Senado con 64 votos a favor y tres en contra, busca concientizar a la sociedad sobre los peligros que tiene en la salud el exceso de grasas y de azúcares en la alimentación, y regular la publicidad para restringir el uso de herramientas de marketing relacionadas a sorteos, concursos, regalos o promociones de éstos productos. Tampoco se podrán usar para su publicidad o comercialización, juguetes o merchandising que lo acompañen.

“El objetivo de la ley se orienta a generar algunos mecanismos regulatorios que permitan contribuir al tratamiento de la altísima prevalencia de malnutrición por exceso que tenemos en Argentina como causa y acompañante de un ramillete de enfermedades crónicas no transmisibles como la hipertensión y la diabetes. La idea es establecer una serie de definiciones que permitan adoptar medidas de política pública que regulen por un lado, la información -a través del etiquetado frontal- vinculada con la calidad nutricional de los alimentos y, por otro lado, la publicidad”, explicó en diálogo con Infobae el nutricionista Sergio Britos, director del Centro de Estudios sobre Políticas y Economía de la Alimentación.

Los diputados concluyeron el 6 de este mes la ronda de consultas en la que expusieron representantes de las empresas, médicos y especialistas en obesidad, y este lunes comenzaron a discutir el despacho, que demandará al menos dos reuniones. Los legisladores definirán si incluirán reformas al proyecto votado por el Senado ante los pedidos que surgieron de algunas actividades para que se los excluyeron del etiquetado frontal en el que se advierte los altos niveles de azucares y grasas.

Tras su paso por el Senado, la iniciativa comenzó a debatirse el año pasado en varias reuniones informativas aunque no se logró avanzar en el dictamen. De aprobarse el proyecto, se aplicará en los envases de alimentos un mensaje de manera gráfica y textual en la cara principal o en el frente para brindar al consumidor información simple y clara relativa al contenido nutricional de lo que contiene. Pero este etiquetado no reemplaza la tabla nutricional que seguirá aportando información nutricional.

Lo que plantea la letra del proyecto es que los productos que tengan un contenido por encima de los límites fijados informen con una etiqueta octogonal negra y con letras en blanco el exceso que puede perjudicar la salud. “Si bien la ley establece un marco de acción promotor de la alimentación saludable, un punto central tiene que ver con la regulación concreta del etiquetado en el frente de los envases de alimentos”, indicó Britos.

“Argentina tiene una altísima prevalencia de malnutrición por exceso. Más de la mitad de la población padece de sobrepeso. Esto empieza en edades tempranas. Casi el 14% de los chicos menores de 6 años tienen exceso de peso, lo cual marca un inicio muy temprano de la problemática. En escolares esta cifra sube al 41% y en población adulta casi al 70%. Cuando unís todos estos datos resulta que 25 millones de argentinos en definitiva tienen problemas de exceso de peso. Esto lo convierte en un problema absolutamente preocupante”, sostuvo el especialista.

En octubre, la Coalición Nacional para Prevenir la Obesidad en Niños, Niñas y Adolescentes presentó el documento “Mitos y realidades del etiquetado frontal de advertencias en alimentos y bebidas”, con el objetivo de generar conciencia sobre la importancia de contar con un etiquetado frontal que informe a los consumidores, de forma clara y sencilla, sobre el contenido real de los alimentos y bebidas.

Y tras considerar que la herramienta es “una deuda pendiente en la Argentina”, aseguraron que “el etiquetado frontal de advertencia es una medida fundamental que sirve de puerta de entrada para promover un conjunto de políticas integrales, como los entornos escolares saludables, la restricción del marketing de alimentos de baja calidad nutricional y políticas fiscales, todas ellas, medidas tendientes a mejorar los entornos alimentarios y prevenir el sobrepeso y la obesidad”.

En el documento, que cuenta con el apoyo de la Fundación Interamericana del Corazón (FIC) y Unicef, resaltaron la importancia de “promover una política basada en los mejores estándares nacionales, regionales e internacionales de salud, que sostienen la promoción de un sistema de advertencias de octógonos basado en el sistema de perfil de nutrientes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS)”.

“El exceso de peso precede a lo que llamamos enfermedades crónicas no transmisibles, como la hipertensión, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer. Estas enfermedades tienen como factor condicionante el exceso de peso, un problema urgente que interpela a la política nutricional. La importancia de prevenir estas enfermedades crónicas radica en lo gravoso que es para la salud de la población y la productividad del país en definitiva, que más de la mitad de la población tenga problemas derivados del exceso de peso”, advirtió Britos.

Y concluyó: “No somos el único país en el mundo que padece estos problemas. De hecho, es un problema a nivel global que crece a una tasa acelerada. Por eso es de vital importancia que se tomen medidas de política pública que permitan disminuir la carga social y sanitaria de estas enfermedades en la población. En este sentido, el etiquetado frontal de alimentos es solo una más de las varias herramientas posibles”.

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