Los libertarios no van a poder contener la tentación de competir con la ex presidenta, después de haberle ganado a Macri en CABA. Además, el anuncio reforzó la alianza con el macrismo.
Por
CARLA PELLIZA
El anuncio de la candidatura de Cristina Kirchner en la tercera sección electoral bonaerense puede abrir un mundo de posibilidades para la alianza de derecha. Los libertarios, convencidos de que su sello y su candidato deberán primar en los comicios de octubre, no podrán escapar a la tentación de querer enfrentar a la ex presidenta, luego de haber derrotado a Mauricio Macri en la CABA. Para eso, necesitarán postulantes fuertes en esa franja del poblado conurbano bonaerense, pero también para el desafío nacional. Aparecen, al menos, dos vacantes a ser llenadas.
Javier Milei tiene, a diferencia de Macri, una mejor penetración en los sectores populares producto de la baja de la inflación y el sostén de los planes sociales. Por eso, se espera un escenario distinto al que podría preverse con un Mauricio como locomotora y una gran participación del electorado en la tercera sección, producto del entusiasmo o del rechazo generados por Cristina.
El acuerdo entre el PRO y La Libertad Avanza camina a paso firme, pero todavía restan definir todos los detalles más finos de ese acercamiento. No había agendadas, por estas horas, reuniones de relevancia y si bien todavía no se activó un comité de crisis frente a la candidatura de CFK, su participación entusiasma a más de uno.
Una sección cómoda
Los datos históricos muestran que la tercera sección electoral es un espacio en el que el peronismo se mueve con comodidad. En 2023 consiguió casi un millón ochocientos mil votos (más del 51% del total), seguido de los cambiemitas y libertarios que, sumados, apenas llegaron al millón y medio de voluntades. En 2021 el Frente de Todos cosechó más del 45% de los sufragios, frente al 32% de Juntos y el casi 7% de la alianza de José Luis Espert.
En 2019, el peronismo llegó casi al 60% de los votos, seguida de Juntos por el Cambio que rozó el 30%. En 2017, un año amigable para el macrismo, Unidad Ciudadana estuvo en el 44% y Cambiemos en poco más del 35%. Lo mismo en 2015, momento en que Macri llegó a la presidencia y María Eugenia Vidal a la gobernación. El Frente para la Victoria cosechó el 42% y Cambiemos casi el 31%.
En los escenarios más favorables y más adversos, el peronismo suele sentirse cómodo en la sección que reúne a casi cinco millones de votantes. Dos veces la Capital Federal. Por eso presentarse, desde el antiperonismo, cuenta con una ventaja: la elección está perdida por default, por lo que no hay derrota estrepitosa posible (salvo una paliza), pero sí la promesa de poder catapultarse de acá a dos años.
No sólo se pondrá en juego el resultado provincial y el nacional de octubre, sino que quien se presente en la tercera sección, de ganarle a Cristina o hacer una elección decente incluso desde el segundo puesto, puede sentirse preparado para competir por la gobernación desde un lugar mucho más cómodo.
Los candidatos de la derecha
Por estos días se rumoreó con la posibilidad de que Diego Santilli baje a la primera sección, el conurbano oeste y norte, para competir el 7 de septiembre. El escenario del “Colo” todavía está abierto y la posible candidatura de CFK (que recién se confirmará legalmente a mediados de julio) puede tentarlo a participar y confrontarla.
José Luis Espert y Karina Milei bajaron las tensiones y, según contó El Destape, la hermana del Presidente lo calificó como candidato “a todo”. Salvo que participe de ambos comicios, tranquilamente podrían dividirse las cabezas de listas para que uno compita contra CFK y el otro encabece una boleta nacional.
Pese a los intentos por instalar, precipitadamente, un grupo de influencers caputistas para enfrentar a la ex presidenta, en el PRO barajan la idea de que se necesitará un nombre conocido, fuerte, con contacto con los intendentes y que genere la confianza suficiente como para que algunos jefes comunales puedan jugar, por lo bajo, en contra de Cristina pero no de forma abierta.
Lo cierto es que el anuncio de Cristina reforzó la necesidad de la derecha de mantenerse en unidad. “Juntos somos más fuertes para vencer al kirchnerismo”, dijo Cristian Ritondo en X ante el fracaso de la sesión para discutir reelecciones indefinidas en Buenos Aires. Christian Gribaudo, senador PRO bonaerense, felicitó por la tarea a los bloques amarillo, radical y libertario. Un posible tridente para los desafíos electorales del futuro cercano.
La UCR todavía no terminó de definir su posición. Las dos cabezas del partido, Miguel Fernández y Pablo Domenichini, confirmaron que “trabajan en una comunicación a los 135 presidentes de los Comité de distrito” para “darle valor a la opinión que releven” esas autoridades entre dirigentes y afiliados de sus territorios de cara a las alianzas políticas para este 2025.
Las autoridades se propusieron, como adelantó El Destape la semana pasada, “realizar reuniones seccionales en las cuales puedan hacerse presente las distintas voces, propuestas alternativas” para “encaminar la política partidaria”. Los encuentros serán presenciales y virtuales, sabiendo que la uniformidad será inalcanzable.
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