Cambios de voto y sorpresas de última hora, una marca registrada del Congreso

El caso de la senadora radical correntina que finalmente apoyará la ley de medios recuerda otros episodios que quedaron bajo sospecha.
El fracaso de las retenciones móviles en el Senado no sólo fue la primera gran derrota legislativa para el kirchnerismo acostumbrado a las mieles de la hegemonía parlamentaria. Además, puso bajo la lupa los posibles mecanismos de la Casa Rosada para garantizarse los votos.

Si bien nunca se llegó al escándalo que representó el pago de coimas para la aprobación de la reforma laboral en el Senado durante el gobierno de la Alianza, la era kirchnerista no quedó ajena a manejos considerados dudosos por la oposición.

Cuando faltan horas para el crucial debate de la ley de medios en el Senado y después de que la senadora correntina y radical vinculada con el gobernador Arturo Colombi anunciara que apoyará el proyecto, aparece el recuerdo más cercano en el tiempo.

Madrugada del sábado 5 de julio del año pasado. Después de una maratónica sesión, el oficialismo en la Cámara de Diputados dio media sanción al controvertido sistema de alícuotas para la exportación de granos. La victoria fue ajustada. El ansiado primer paso en el Congreso fue posible por sólo siete votos de diferencia (129 a favor y 122 en contra, consignaba el tablero).

No bien cedió la euforia kirchnerista por la victoria parcial, ganaron terreno las sospechas sobre las razones de los cambios de votos de último momento que fueron determinantes para torcer la balanza a favor del oficialismo. Las miradas tuvieron destinatarios claros: tres diputados de Río Negro, uno de Salta y uno de Tierra del Fuego. En números: cinco votos de los siete que permitieron el triunfo de la bancada K.

De último momento. Los casos más resonantes fueron los de los diputados rionegrinos Julio Arriaga y Lorena Rossi. El miércoles previo al debate en la Cámara baja, ambos habían firmado el proyecto alternativo sobre retenciones que habían elaborado Felipe Solá y el radical K Daniel Katz. Pero, finalmente apoyaron el del Gobierno y justificaron el giro en la concesión oficial de eliminar las retenciones a la producción de manzanas y peras de la zona del Alto Valle de Río Negro, que hasta entonces ascendía al 10 por ciento.

El voto del tercer rionegrino, Hugo Cuevas, también fue clave, aunque no tan sorpresivo como el de sus coprovincianos. Aunque en principio se esperaba su voto en contra, el legislador terminó apoyando al oficialismo. Ya había colaborado con la Casa Rosada antes: fue uno de los que respaldó la reforma del Consejo de la Magistratura en 2006.

En las semanas previas al debate, el salteño kirchnerista Osvaldo Salum había deslizado que votaría en contra del Gobierno, pero cambió de idea. El aporte del fueguino Leonardo Gorbacz fue distinto. El diputado de Solidaridad e Igualdad (el bloque de los ex ARI) se abstuvo y achicó así el total de votos sobre el que tuvo que imponerse el oficialismo. Luego circuló con fuerza la versión de que el legislador habría recibido la orden de su referente política, la gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos. "El proyecto es insuficiente, pero tampoco daba para rechazarlo; es un paso adelante", argumentó por esas horas Gorbacz ante una consulta de LA NACION.

Socialistas y chubutenses. Las sospechas y suspicacias volvieron a instalarse hace tres semanas después de la media sanción a la ley de medios en la Cámara de Diputados. Los dardos apuntaron entonces contra cinco de los seis legisladores socialistas que apoyaron la iniciativa en general y aportaron al claro triunfo del oficialismo que, con el aporte de otros aliados además de los socialistas, aprobó el proyecto con 146 votos.

El respaldo generó tensión entre los socialistas y sus socios radicales y de la Coalición Cívica que votaron en contra. Además, el gobernador santafecino Hermes Binner tuvo que salir en defensa de sus legisladores y retrucar a las denuncias de Solá que había hablado de "cheques y sobres" para "persuadir" a los socialistas.

Otro que debió esquivar balas fue el gobernador de Chubut Mario Das Neves. Después de que erigirse como uno de los críticos más férreos del proyecto de la Casa Rosada, los diputados que le responden terminaron votando a favor. También debió defenderse de acusaciones sobre supuestos giros de fondos a la provincia en coincidencia con la crucial sesión.

El fantasma del canje de favores vuelve por estas horas al Congreso. Aunque esta vez se espera un final feliz para el oficialismo, habrá que esperar hasta el final del debate para saberlo con certeza.

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