Caen el consumo masivo y el empleo en supermercados

Caen el consumo masivo y el empleo en supermercados

Los puestos de trabajo del rubro sufrieron, en agosto, una baja de 1,1% respecto al mes anterior. Las ventas cayeron 5,7%. Los hogares incrementan el gasto en bienes durables, por la expectativa de devaluación

 

 

El consumo masivo vivió sus buenos tiempos en los primeros meses de pandemia. Ya en agosto, crisis cambiaria mediante, detuvo su buena racha y las ventas de los supermercados cayeron 5,7% interanual. Además, el empleo del rubro cayó 1,1% respecto a julio. Malos números. Mientras que el consumo de bienes durables repunta de la mano de la estrategia de los hogares frente al cepo y la expectativa de devaluación, el masivo reacciona frente a la incertidumbre.

Se trata de datos oficiales. El Indec publicó la Encuesta de Supermercados de agosto, que se mostró en línea con los primeros datos privados de consumo masivo. El Índice Nielsen Express adelantó una contracción de las ventas del sector de 3,3% en agosto y 2,5% en septiembre. En cambio, el Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala (ITE-FGA) publicó una suba del consumo en general en septiembre, de 6,7%, traccionado por la venta de autos nacionales, que creció 77% anual.

Un informe de Ecolatina destacó que en los primeros meses de pandemia "el miedo a lo que podía venir motivó a muchas familias a stockearse y la reducción de las opciones de gasto aumentó el ingreso disponible para consumo masivo". Hubo entonces un crecimiento del sector que no estuvo basado en una mejora sostenible de la demanda. A la par, se desplomaron los patentamientos de autos, por ejemplo.

Y agregó: "Pasado el boom inicial, del consumo masivo que trajo la pandemia, sus indicadores empezaron a mostrar algunas señales de retroceso. En sentido contrario, la disparada de la brecha comenzó a generar la percepción de que el dólar oficial estaba barato, aun cuando los fundamentals macroeconómicos no hubieran cambiado sustancialmente. De la misma forma, la escasez de opciones de ahorro en un escenario de exceso de liquidez, los temores devaluatorios y las posibilidades de comprar dólares oficiales mediante el acceso a bienes importados impulsaron el consumo de productos durables".

Para Ecolatina, la caída de la actividad y el salario real, y la suba del desempleo, mostrarán recuperaciones lentas, por lo cual el consumo en general seguirá operando con timidez. Una potencial devaluación, con su aceleración inflacionaria correspondiente, golpearía con fuerza al lento rebote. "El consumo masivo sufriría la caída del poder adquisitivo", señaló.

El director socio de Consultora Ledesma, Gabriel Caamaño Gómez, sostuvo: "Me preocupa el crecimiento de la incertidumbre por la crisis cambiaria porque eso restringe al consumo. En agosto ya había crisis cambiaria. El consumo de autos, electrodomésticos, computadoras, no te muestra lo que pasa con la actividad en general, porque está apalancado por la expectativa de devaluación, tiene olor a dólar, está barato por la brecha y aumentan por eso aumentan las compras".

El Indec también publicó la Encuesta de Centros de Compras, que mostró una caída de 79% en las ventas de los shoppings. El dato, sin embargo, reflejó una desaceleración respecto a las caídas de la previa. En julio había sido de 83,3%, en junio de 88,6% y en mayo de 95,6%. 

Desde ITE-FGA señalaron: "El consumo muestra que en agosto se llegó a un techo de recuperación económica que continúa por debajo de los niveles pre pandémicos pero que al mismo tiempo no solo se frena, sino que parecería estar descendiendo. La precaución debe ser máxima, porque el gobierno deberá pensar en un paquete de ayuda más focalizado ya que las heterogeneidades sectoriales operan en fuertes disparidades frente al promedio. Y como venimos remarcando en los informes anteriores la demanda sigue sin crecer como debería para traccionar un crecimiento lo suficientemente deseable para recuperar, aunque sea una parte de lo perdido por la pandemia".

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