Una familia en la Ciudad de Buenos Aires necesitó $163.339 para no ser pobre en enero y $89.837 para no ser considerada indigente. Así lo arrojó un índice de la Dirección General de Estadísticas y Censos porteña, en la que se compararon los valores con respecto al mes anterior. 

El dato se suma a lo publicado por el Indec, sobre los ingresos de los trabajadores privados, que tuvieron un incremento del 4,5% y en 2022 quedaron un punto por debajo de la inflación (93,8% y 94,8%, respectivamente). 

Los números en comparación con diciembre subieron un 6,9%, lo cual se relaciona con la inflación medida por ese organismo en la city para el mes pasado, que fue del 7,3%.

Además, se conoció que en ese mismo período para pertenecer a la clase media, una familia tipo debió tener ingresos de al menos $251.423,20.

Aumento de la canasta básica

La canasta básica de alimentos creció un 110,16% para la línea de la indigencia en la medición interanual ($89.837 versus $42.747), mientras que para la línea de pobreza, ese número fue del 104,2% ($163.339 versus $79.988).

Es decir, que ambas canastas se ubicaron por encima de un incremento del 100% durante el año pasado. En los dos casos, el porcentaje fue superior al del aumento del nivel general interanual, que se desprendió del informe de Estadística y Censos, que fue de 99,4%.