Buscaron borrar pruebas a una auditora que investiga a Scioli

Buscaron borrar pruebas a una auditora que investiga a Scioli

Ingresaron a su computadora y ocultaron el informe que preparaba contra el ex gobernador. Su declaración ante la Justicia. 

 

 

Una auditora del Tribunal de Cuentas de la provincia de Buenos Aires que investiga la gestión del ex gobernador Daniel Scioli presentó una denuncia explosiva ante la Justicia que amenaza con revelar hasta qué punto el sciolismo sigue manteniendo el mando en algunos organismos de control. 

La protagonista de la historia es Melania Casas, una contadora que hace 18 años trabaja en el Tribunal, quien se presentó ante el fiscal Álvaro Garganta para contar una historia digna de una película de espionaje: según su denuncia, a principios de septiembre hackearon su computadora laboral e intentaron borrarle un duro informe sobre la gestión de Scioli que estaba en plena elaboración. En ese extenso y puntilloso documento, Casas se metía de lleno en varias de las supuestas "cajas negras" del sciolismo que se habrían manejado desde la Jefatura de Gabinete, la Secretaría General de la Gobernación y el Ministerio de Gobierno, entre otros organismos.

Casas decidió declarar ante Garganta porque es el fiscal que lleva adelante la investigación contra Scioli por supuesto lavado de dinero tras una denuncia de la diputada Elisa Carrió. La auditora y la propia Justicia sospechan que detrás del hackeo podría haber un grupo de empleados que aun tienen vínculos con el sciolismo y que buscaban acceder al informe para advertir al gobernador. Ella misma lo deslizó en su declaración: "Para mí querían saber lo que yo estaba estudiando. Querían conocer qué estaba analizando del año 2015, sea lo que tenga relación con la denuncia penal de Carrió o no".

La declaración de Casas está repleta de detalles: "El día jueves 1 de septiembre llegué al Tribunal, eran cerca de las 9.00 horas, inicio sesión en mi computadora como todos los días. En la computadora tengo distintos archivos de los estudios de cuenta de distintos organismos de los cuales soy responsable. En ese momento detecto la ausencia de la carpeta de estudios que se llama 'Delegación IV'. Esta carpeta contiene estudios de cuentas de distintos organismos".

Luego de detectar el faltante del documento, Casas intentó encontrarlo con el buscador de su computadora sin éxito. Por eso tuvo que recurrir al director de Sistemas del Tribunal, Juan Coronel, quien la trató con displicencia. Tras varias horas de búsqueda, le informaron que el documento que había desaparecido de su computadora estaba alojado en otro lado. "En ese momento, Agustín (un técnico de sistemas del Tribunal) dijo que la carpeta estaba dentro de otra carpeta que se llama 'información para la cuenta' la cual a su vez estaba dentro de otra carpeta que se llama 'Proyecto para las Naciones Unidas", declaró sorprendida la auditora. Nunca había realizado ese movimiento.

Pero lo más llamativo vino después, cuando los técnicos le informaron que los cambios de la carpeta se habían hecho el martes 30 de agosto a las 8.54 de la mañana y que ese día la sesión de su computadora se había cerrado a las 16.15. Casas estaba impactada: ese día había ingresado al trabajo a las 10 de la mañana y se había retirado tras apagar su máquina a las 14.15 horas. Alguien había ingresado a su computadora cuando ella no estaba. 

Tras la declaración de Casas, el fiscal Garganta allanó el Tribunal de Cuentas y secuestró varias computadoras del área de sistemas para determinar si el hackeo se había realizado desde ahí o de manera remota. Además, el fiscal anexo esa declaración a la investigación que lleva adelante contra Scioli por supuesto lavado. Por estas horas, ya están en marcha los peritajes sobre el material secuestrado en el operativo judicial. 

Casas tiene 38 años y entró al Tribunal tras ganar un concurso. Desde hace dos años integra la vocalía que audita las áreas más sensible de la gobernación bonaerense. Tras el misterioso episodio dice que tiene miedo y que se siente sola y sin apoyo. "Desde el momento que desapareció la carpeta me siento amedrentada. Me siento sola, preocupada y asustada. No sé en quién confiar", le dijo al fiscal. Todo por hacer su trabajo.  

 

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