El flamante canciller, José Serra, denunció las "falsedades" vertidas por varios gobiernos de la región y por el jefe de la Unasur tras la suspensión de Dilma
BRASILIA.- El nuevo gobierno brasileño responderá con contundencia a las "falsedades" sobre la suspensión temporal de la presidenta Dilma Rousseff. Así de vehemente se mostró el canciller José Serra ante las críticas vertidas por varios gobiernos de la región contra el gobierno de Michel Temer.
"Nuestra preocupación es aclarar las mentiras que se han dicho sobre el proceso brasileño. Todo lo que está pasando aquí en el plano político, la suspensión de la presidenta, el juicio político, está previsto en la Constitución, dentro de la legalidad democrática", dijo Serra a la televisión Globo.
"Las libertades democráticas están garantizadísimas", subrayó el canciller, derrotado por Luiz Inácio Lula da Silva y Rousseff en las elecciones de 2002 y 2010.
Dilma fue apartada del cargo por el Senado para ser juzgada por presunta manipulación de las cuentas públicas. Mientras dure el proceso, hasta un máximo de 180 días, el vicepresidente Temer dirigirá el país con un gobierno propio.
Varios países de América latina se manifestaron en contra de este proceso, a los que Brasil respondió en tajantes comunicados.
Serra explicó a Globo que "el tono de las notas corresponde a las falsedades que están siendo debatidas". "Cuanto mayor sea la falsedad, más fuerte será el tono, cuanto menor, menos fuerte", dijo.
Venezuela llamó a su embajador a consultas, igual que El Salvador, cuyo presidente, Salvador Sánchez Cerén, dijo anteayer que no reconocía a Temer y que el proceso contra Dilma era una "manipulación política". La cancillería brasileña dijo que hasta ahora no recibió comunicación oficial del gobierno salvadoreño.
Por su parte, el presidente boliviano, Evo Morales, dijo que en Brasil se había producido un golpe del Congreso y "judicial" contra la democracia. "Espero que el golpe no dañe la economía de América latina", subrayó el líder indígena.
En sus primeros actos como canciller, Serra emitió ya dos duras notas en respuesta a las críticas que ha recibido la suspensión de Dilma.
Una estuvo dirigida a los gobiernos de Venezuela, Bolivia, Cuba, Ecuador y Nicaragua, a los que acusó de "propagar falsedades" sobre el proceso político brasileño, del que dijo que "se desarrolla en un cuadro de absoluto respeto a las instituciones democráticas y a la Constitución".
La segunda se refirió exclusivamente al secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Ernesto Samper, que consideró que el proceso contra Dilma podía violar "el principio de separación de poderes", al otorgar al Parlamento "la posibilidad de criminalizar actos administrativos".
Serra, el primer canciller político que tiene Brasil desde 2002 y un declarado crítico del ala "bolivariana" regional, manifestó su "repudio" a la posición del secretario general de la Unasur y alertó que podría ser "incompatible" con su cargo.
Agencias AP, AFP, EFE y DPA
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