El ajuste del techo de las bandas por inflación busca no profundizar el atraso cambiario, luego de casi un año y medio en rojo externo. La compra de reservas responde a la demanda de mayor sostenibilidad y capacidad de pago
Por Mariano Cuparo Ortiz
El BCRA anunció que desde enero aplicará dos medidas que el mercado, pero sobre todo el FMI, venían exigiendo en forma repetida y con intensidad creciente. Por un lado, se comprometió a una remonetización que llevará a la base monetaria del 4,2% del PBI al 4,8% del PBI, lo que permitirá dar una señal que el mercado estaba esperando, ya que eso se realizará mediante la compra de reservas no esterilizada. En paralelo, para facilitar esa política, evitando el atraso cambiario, abandonará el 1% al que trepa el techo de las bandas y comenzará a ajustarlo por inflación.
El Gobierno busca con la actualización del techo de las bandas al ritmo inflacionario (en enero saltará un 2,5%) evitar pronunciar aún más el rojo externo de manera que, mediante un déficit sostenido de la cuenta corriente y con la cuenta financiera presionada por una fuga disparada desde la salida del cepo para las personas, siga generando más demanda de dólares que oferta. Ahora, sin embargo, la propia autoridad monetaria impondrá una demanda extra de divisas, para acumular reservas mediante la excusa de la remonetización, lo que podrá complicar la aspiración de que en el corto plazo se abandone el piso por encima del 2% que viene mostrando la inflación.
El presidente del BCRA, Santiago Bausili, dijo en conferencia de prensa: “El Central va a estar participando del mercado de cambios con el objetivo de abastecer los aumentos de demanda de dinero que proyecta. Esto quiere decir la mayoría de los días no deberíamos sorprendernos de que el BCRA esté comprando dólares en el mercado".
En ese sentido, no hubo promesa de la autoridad monetaria acerca de que se perseguirá un determinado objetivo de acumulación de reservas, incluso el 5% del volumen diario del mercado de cambios, fue propuesto por el BCRA como referencia. No habrá que sorprenderse si compra todos los días, pero no es una obligación y eso dependerá del flujo de divisas en la cuenta financiera y de la demanda de pesos. En última instancia, también de la dinámica de la inflación.
La hipótesis oficial es que la demanda de dinero crecerá (aunque la estacionalidad indica una baja en enero y febrero que habrá que ver si retrasa las compras del BCRA) por encima de la oferta que generará su acceso al mercado de cambios (a cambio de los dólares, el Central emitirá pesos) para llevar como contrapatida la base monetaria del 4,2% al 4,8%. Es decir: que las personas no usarán esa emisión monetaria para comprar dólares, porque eligen quedarse en pesos. La demanda de pesos suele subir en diciembre, pero cae en enero y febrero, por caso.
El director del BCRA Federico Furiase dijo: “La base monetaria hoy es del 4,2% del PBI, el promedio desde 2007 para acá ha sido del 7,5% del PBI y ha tenido picos de 8% y 9%. Eso da una idea del margen de remonetización y del espacio para comprar dólares que hay sin tensionar la inflación. Una recuperación desde el 4,2% hasta el 4,8% es consistente con comprar USD10.000 M sin esterilizar y siempre monitoreando el ingreso de dólares por la cuenta financiera del balance de pagos y la cuenta comercial. Porque la idea es no empujar el tipo de cambio”.
Y agregó: “Luego, cada punto que recupera la base monetaria en relación al producto nos da margen de compra de USD7.000 M de reservas, siempre mirando la profundidad del mercado de cambios, su volumen, y los dólares que entran por la cuenta financiera”.
El FMI venía insistiendo con un esquema de compra de reservas que el Gobierno no acató desde el acuerdo de abril y ahora se acerca un incumplimiento de la meta de acumulación de divisas con el propio Fondo. El mercado exigía lo mismo: comprar reservas es clave para mostrar capacidad de pago de los bonos. Evitar el atraso cambiario y dar espacio desde el techo de las bandas para comprar dólares, con la promesa de que así ocurrirá por la meta de remonetización, fueron perspectivas que ya durante el lunes elevaron el precio de los bonos y bajaron el riesgo país a 602 puntos.
El mercado reaccionó en forma inmediata
De manera casi inmediata tras la publicación del comunicado del BCRA que establecía un cambio de política que implicará pasar a un ajuste de las bandas cambiarias por inflación, es decir evitar el atraso cambiario, y apuntar a una acumulación de reservas por hasta USD17.000 M durante el 2026, los mercados mostraron dos dinámicas en simultáneo que permiten adelantar algo de lo que podrá ocurrir en las próximas jornadas: el dólar MEP elevó inmediatamente su cotización, y los bonos de la deuda soberana se dispararon, bajando con velocidad el riesgo país.
Cayó desde los 623 hasta los 602 puntos. Las pizarras mostraron una disparada de la cotización de los bonos soberanos desde las 15:35, el horario en el que se realizó el anuncio del BCRA. Eso fue en paralelo con un incremento del dólar MEP, que operaba en $1.479 a las 15:30 y a las 15:55 estaba en $1.495, hasta cerrar en $1.492.
Desde PPI reseñaron: " Luego del anuncio del BCRA, los Globales se catapultaron. De subas previas del 0,1%, avanzaron hasta el 1,7%. El CCL avanzó 1,3% hasta $1.533".

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