La basura tapa las calles parisinas y crece la tensión política, pero Macron insiste con su polémica reforma previsional

La basura tapa las calles parisinas y crece la tensión política, pero Macron insiste con su polémica reforma previsional

La huelga de basureros contra la modificación de las pensiones muestra una incómoda imagen de la capital. El presidente francés ha realizado un llamamiento para garantizar la aprobación parlamentaria

La reforma de las pensiones en Francia del presidente liberal Emmanuel Macron entra esta semana en la recta final, con un esperado voto definitivo el jueves pese al rechazo popular y sindical que convocó a nuevas protestas para el miércoles.

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha realizado un llamamiento a la “responsabilidad” de las “oposiciones”, en referencia al partido Los Republicanos, para garantizar la aprobación parlamentaria de su polémica reforma de las pensiones.

“Esta reforma es de una necesidad perentoria para el financiamiento de nuestras pensiones y la solidez del país. Tenemos una sólida mayoría”, ha declarado Macron, según recoge la televisión francesa BFMTV. “Debemos llevar este discurso y apelar a la responsabilidad de las oposiciones que podrían votar por la reforma”, ha añadido Macron.

En particular, el Gobierno apela al partido conservador Los Republicanos. “Sería fantástico tener un partido que vote en el Senado pero no en la Asamblea Nacional”, ha planteado el ministro de Economía, Bruno Le Maire. “La cultura de la derecha es el equilibrio de las finanzas públicas”, ha destacado en declaraciones a France Info.

En concreto ha criticado a los diputados que ahora se oponen al texto mientras que se mostraron favorables durante la campaña presidencial. “A fuerza de incoherencias no vamos a ninguna parte”, ha indicado.

Ahora se especula con un nuevo recurso del Gobierno al artículo 49.3 de la Constitución, una especie de órdago legislativo por el que se aprueba cualquier norma a menos que se presente una moción de censura que reúna los apoyos necesarios.

Si el Gobierno recurre al 49.3 “sería saltarse las reglas de la democracia” y debería esperar “reacciones”, según el dirigente del sindicato Confederación General de Trabajadores (CGT), Olivier Mateu. La CGT ha llevado el peso principal de las siete semanas de protestas consecutivas contra la reforma de las pensiones.

También la líder ultraderechista Marine Le Pen ha advertido este lunes de que presentará una moción de censura y de que votarán a favor de otras que se presenten si el Gobierno recurre al 49.3.

Sin embargo, el portavoz del Ejecutivo galo, Olivier Véran, ha subrayado que el 49.3 es “una herramienta constitucional (...) utilizada, reutilizada y vuelta a utilizar bajo ciertos mandatos”, en referencia al ex primer ministro socialista Michel Rocard. En cualquier caso, ha apuntado que “no es una herramienta en la que estemos pensando”.

“No todos los partidos de la oposición han dicho que vayan a votar en contra”, ha subrayado. Los senadores de Los Republicanos han votado a favor de la propuesta legislativa impulsada por La República En Marcha, el partido de Macron.

Mientras, se acumulan más de 5.600 toneladas de deshechos en las calles de París por la huelga de basureros, movilizados desde hace 8 días contra la reforma de las pensiones.

Varios ministros de Macron han acusado a Hidalgo -cuyo partido es opositor al Ejecutivo-, de “promover” el paro de los operarios de la limpieza por intereses políticos y de no hacer nada ante lo que juzgan “un problema de salubridad y seguridad pública”.

En una entrevista a la radio France Inter, el ministro de Hacienda, Gabriel Attal, abrió hoy incluso la puerta a que se obligue por decreto a trabajar a los basureros y a los empleados de las plantas incineradoras, como sucedió el pasado año en un paro similar en Marsella, una de las principales ciudades francesas.

Por su parte, el portavoz del Gobierno incidió también en que hay “una responsabilidad” del Ayuntamiento de París, administrado por los socialistas en una coalición en la que participan verdes y comunistas.

El paro en el servicio de recogidas de basura en París y en varias incineradoras de desechos -convocado al menos hasta el miércoles- ha dejado unas incómodas imágenes de la ciudad, una de las más turísticas del mundo por sus museos, la moda y la alta gastronomía. En 500 días, la capital acogerá además los Juegos Olímpicos de 2024.

La alcaldesa Hidalgo dejó a su concejala de Limpieza, Colombe Brossel, responder a las acusaciones. “Si se retira inmediatamente la reforma de las pensiones del Gobierno que eleva la edad mínima de jubilación a los 64 años, las incineradoras y los garajes (de los vehículos de limpieza) se desbloquearán inmediatamente”.

Ediles conservadores de París, como el alcalde del distrito XVII, han criticado también a la regidora por no acudir a prestadores privados para la recogida de la basura, ante el aumento de los índices de salubridad, reflejado en la proliferación de ratas.

La mitad de los 20 barrios de París tienen privatizado el servicio y sí que han visto sus desechos recogidos.

El oficialismo da por hecho su adopción en el Senado, que el fin de semana ya dio su primer visto bueno gracias al apoyo de la oposición de derecha, pero tiene más difícil llegar a la mayoría en la Asamblea (cámara baja), por las defecciones en los grupos favorables.

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