BID: asumió Goldfajn formalmente (ahora decidirá por créditos)

BID: asumió Goldfajn formalmente (ahora decidirá por créditos)

Ilan Goldfajn tomó ayer formal y públicamente control del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Por Carlos Burgueño

Ilan Goldfajn tomó ayer formal y públicamente control del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El exdirector gerente para el Hemisferio Occidental del FMI había asumido institucionalmente el manejo de la entidad el 19 de diciembre pasado, pero ayer se presentó formalmente ante todos los funcionarios de la entidad; luego que hayan regresado a sus puestos de trabajo después del tradicional éxodo de las fiestas de fin de año. Ya con todo el personal nuevamente en funciones, el brasileño se presentó formalmente, iniciando, ahora sí, una nueva etapa para la entidad. Con Goldfajn comienza una era de normalización, luego del traumático paso por la jefatura del BID del norteamericano Mauricio Claver Carone.

Junto con el brasileño asume también la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales Cecilia Todesca Bocco, que ocupará tres puestos de peso representando al país dentro del organismo en la vicepresidencia de Sectores y Conocimiento, en la Gerencia de Infraestructura y Energía y en el nuevo Instituto de Género e Igualdad. Será la primera vez que Argentina esté presente en estas tres dependencias. Las dos primeras tienen que ver con el otorgamiento de créditos directos para las dos áreas, donde, especialmente en la segunda, Argentina más necesita de préstamos para poder desarrollar los dos sectores. El tercero fue creado especialmente y será manejado por la funcionaria de la Cancillería.

Goldfajn llegó con el apoyo de una mayoría importante (incluyendo, finalmente, la de la Argentina), y con la promesa de devolverle el perfil técnico a la entidad financiera. Esto es, evitar tratamientos más geopolíticos que económicos, a la hora de aprobar, aumentar o retirar créditos para los socios. Situación fomentada por el ex titular norteamericano, del que Argentina fue objeto concreto. Al menos hasta que llegó Sergio Massa a Economía y reactivó la relación. Al punto de negociar y recibir un crédito de libre disponibilidad por unos u$s1.200 millones, que, en dos tramos, terminó de liberarse en la primer quincena de diciembre. El ministro de Economía habló en septiembre directamente con Claver Carone para recomponer la relación, y liberar créditos trabados y abrir una línea inédita en toda la historia del BID.

La nueva etapa que comienza hoy en el BID, no será ni fácil ni flexible para el país. Al frente de la entidad habrá no sólo un viejo conocido de la Argentina, sino alguien de perfil técnico ortodoxo; que, aunque no lleve al extremo su posición, exigirá números equilibrados y prolijos para que la entidad apruebe líneas reformistas fuera de lo común, como la de libre disponibilidad liberada por Massa. Goldfajn lo dejó siempre en claro mientras duró su breve, pero intensa para el país, gestión como director gerente para el Hemisferio Occidental del FMI; donde terminó de negociar y luego aplicar los primeros meses del Facilidades Extendidas vigente desde el 25 de marzo. El brasileño mostró en ese cargo, profesionalismo técnico y conocimiento profundo de la Argentina, pero no mostró ni preferencias políticas ni económicas, ni a favor ni en contra del gobierno de Alberto Fernández. Simplemente aplicó el reglamento del FMI a rajatabla.

¿Qué se deberá esperar ahora con la llegada de Ilan Goldfajn? Se trata de un hombre de buen trato, con muchos amigos locales que lo mantienen permanentemente al tanto de la secuencia política y económica del país. Reconoce la gestión de Massa pero es crítico de la marcha general de la gestión de Alberto Fernández. No se mete en problemas políticos locales, pero considera que la falta de apoyo de la propia coalición oficialista impide reformas profundas y necesarias. En consecuencia, está convencido que la Argentina no puede asumir modificaciones radicales, y que no es posible pedirle grandes transformaciones a este gobierno. Pero, en consecuencia, tampoco puede ser un país pasible de grandes aportes financieros. Es un defensor de la utilización de instrumentos como tasas de interés o restricciones monetarias para cumplir metas, junto con una transparencia total al público y mercados en la comunicación de los planes, objetivos y resoluciones de las autoridades monetarias.

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