Una vez más, los allanamientos dejaron en evidencia los vínculos entre Cristina Kirchner y Lázaro Báez. Ayer, llegaron hasta un terreno que la ex presidenta le había cedido al empresario detenido en la cárcel de Ezeiza como pago por la construcción de la ampliación del hotel Los Sauces.

El operativo, que empezó el lunes y se extenderá toda la semana, es encabezado por el fiscal Guillermo Marijuan, quien por tercera vez vino a esta provincia en el marco de la investigación que le sigue a Báez por lavado de dinero.

Ahora se sumaron propiedades del empresario que aparecieron en actas de cesión ante escribano o bien documentos que demuestran que adquirió estancias, pero quedaron registradas a nombre de otras personas y posibles testaferros. Sobre ellos avanzan los investigadores de la fiscalía para determinar cómo Báez invirtió fortunas en los campos de la provincia.

Ayer, el primer allanamiento fue sobre la manzana 801 lote 2 que Cristina Kirchner adquirió como tierra fiscal en 2005 por $ 35.000 y cedió a Báez a través de una escritura privada en pago por la construcción de tres módulos del hotel Los Sauces en 2007.

Hizo la cesión a través de la firma de un acta notarial ante el escribano Leandro Albornoz, que fue secuestrada por la Justicia durante los allanamientos realizados en su estudio este año. En el acta se acordó que el pago a Báez era por $ 1.644.570 más IVA. Cristina había comprado ese terreno al municipio dos años antes por un valor 45 veces menor.

La operación entre Cristina Kirchner y Austral Construcciones quedó asentada el 27 de febrero de 2007 en la escritura 61, folio 0218 del registro 37 de Río Gallegos, del cual Albornoz es titular.

Pese a la cesión, el predio nunca quedó registrado a nombre del dueño de Austral Construcciones. De hecho, ahora es la única propiedad que la ex mandataria mantiene en Santa Cruz, según los registros oficiales, a los que accedió LA NACION. A septiembre de este año, el predio era el único que Cristina Kirchner mantenía a su nombre.

Los otros dos predios allanados ayer estaba vacíos. En uno de ellos, en el barrio Lago Argentino, había una estructura de hormigón faraónica abandonada. Eran las bases de una futura clínica que nunca se construyó. El fiscal y sus peritos no salían del asombro ante las toneladas de hormigón abandonadas. En lo que fue el obrador, hoy funcionan consultorios médicos. Ayer todo fue tasado.