El proyecto de emergencia económica del gobierno accede al pedido de Kicillof de suspender el traspaso de Edenor y Edesur, pero le otorga una ayuda inesperada al alcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta.

Al disponer el mantenimiento de la competencia del ENRE sobre el servicio público, deja sin función al ente metropolitano (EMSE) que fue creado para regular la distribución y la energía eléctrica.

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Así, Kicillof y Larreta no sólo evitan el costo político de anunciar los futuros aumentos que vengan cuando finalice el período de "emergencia", sino que ahorran importantes recursos que iban a destinarse a la administración del ente. En su momento, Vidal estimó en 25.000 millones de pesos el monto que debería afrontar.

Al mismo tiempo, los distritos metropolitanos sortean los posibles subsidios que tendrían que abonar a las empresas. El problema es que el costo de distribución de la tarifa eléctrica se actualiza semestralmente por IPC, es decir, está indexado a la inflación.

Sin embargo, el último ajuste fue suspendido por el macrismo en el marco de sus medidas electorales y el peronismo ya avisó que no lo actualizará por lo menos durante otros seis meses.

En un contexto de alta inflación, es lógico que tarde o temprano las empresas empiecen a reclamar el pago de subsidios para que el servicio no corra peligro, lo que, producto de estos cambios, deberá ser afrontado por las arcas del Tesoro Nacional.

Las tarifas, el primer posible cruce entre Kicillof y Larreta si ganan las elecciones

En diálogo con LPO, altas fuentes del ministerio de Economía afirmaron que no avanzarán con números de costos fiscales -ya sea éste o cualquier otro- "hasta tanto no esté la ley aprobada y reglamentada".

Por su parte, desde la cartera de Kulfas -quién tiene bajo su órbita la regulación energética- pusieron en duda si habrá subsidios porque "hoy por hoy las empresas tienen ganancia".

Lo concreto es que la concesión a Kicillof también le ahorra un dolor de cabeza al jefe de gobierno de la Ciudad, justo cuando la vicepresidenta Cristina Kirchner había pedido rediscutir el reparto de recursos coparticipables a la Capital Federal.

La ex jefa de Estado dijo que la Ciudad vive una situación "privilegiada" y de gran desigualdad con otros distritos. "En Capital hasta los helechos tienen luz y agua, mientras en el conurbano chapotean en agua y barro", afirmó, tras comparar el presupuesto porteño de 350.000 millones de pesos con el de La Matanza, que apenas llega a 10.000 millones, con "casi la misma población" y 120 kilómetros cuadrados más.