El miércoles por la tarde Sergio Massa, estuvo reunido en el quinto piso de Economía con Héctor Daer, Carlos Acuña, Andrés Rodríguez, Gerardo Martínez, Jorge Sola, José Luis Lingeri y Armando Cavalieri de la CGT. Del encuentro también participaron Emilio Pérsico, “Chino” Navarro y Daniel Menéndez, en representación de los movimientos sociales oficialistas.

La corrida cambiaria iniciada hace 10 días que disparó la brecha de los paralelos con el dólar oficial por encima del 100%, ya ha generado alerta y el inicio de una nueva ola de remarcaciones. Algunas consultoras privadas adelantaron que la inflación de abril estaría entre el 7% y 8%. Son niveles muy elevados que pulverizan el poder de compra de salarios, jubilaciones y asignaciones sociales. Ante esta situación Massa les anticipó que "Es clave sentar a la mesa a empresarios y los trabajadores para establecer el sendero de los próximos 90 días, que no haya trampas justificadas en esto que algunos vivos intentaron generar sobre la base de rumores y de versiones.”

La reunión con los dirigentes sindicales y los referentes de movimientos sociales intenta garantizar que continúe la paz social que vienen practicando. Mientras la crisis se agudiza, la burocracia sindical es cómplice de este ataque al salario.

La idea propuesta por Massa a la CGT y a los empresarios - un acuerdo de precios y salarios- no es nueva. La creciente inflación que ya acumula un 104,3 % interanual, en el rubro de Alimentos y bebidas no alcohólicas se disparó un 9,3% mensual en marzo, evidenciando el fracaso de los acuerdos de precios.

Lo preocupante es que el efecto de la corrida cambiaria de los últimos días, retroalimenta una dinámica inflacionaria que venía en ascenso. Según la consultora LCG en abril los alimentos y bebidas aumentaron un 7,6 %. Esta consultora realiza los relevamientos en supermercados, sobre una base de 8 mil productos.

Por otro lado, el plan de Massa también pretende “acordar” los salarios, los mismos que acumulan 5 años de caída consecutiva. Desde el Frente de Todos ya no hablan de recuperar lo perdido bajo el macrismo, ahora buscan junto a los empresarios aplicar un ancla salarial.

Massa ya lo intentó, a principio de año plateo un techo anual de 60% para las paritarias. Los principales gremios de la CGT pactaron un esquema de paritarias trimestrales con subas promedio de 20%. Pero al ritmo de la inflación la brecha entre la suba de precios y de salarios se agranda. Para los trabajadores informales y precarios, la situación es peor aún porque no tienen derechos laborales ni paritarias. Con salarios por el piso, engrosan las filas de los trabajadores pobres.

Pero no todos los sectores pierden ante esta crisis, la banca privada, las patronales del campo, y los empresarios, son parte de la lista de beneficiados por las concesiones del frentetodismo. Ante esta crisis es momento de pelear por una salida de otra clase, empezando por romper el acuerdo con el FMI. Junto a un conjunto de medidas en defensa del poder de compra de salarios e ingresos, de los puestos laborales y para que el costo de la crisis no lo paguen la clase trabajadora y el pueblo pobre. Exigiendo un plan de lucha y paro general a los sindicatos como propone el Frente de Izquierda Unidad, que este 1ro de Mayo realizará un gran acto obrero e internacionalista.