Sprint final: cómo ajustar la campaña a una semana de las PASO

Sprint final: cómo ajustar la campaña a una semana de las PASO

Son horas decisivas para los candidatos. En el oficialismo juegan como si el próximo domingo se definiera todo. La oposición apuesta a consolidar una base de votos sustentable que le permita llegar bien parado a octubre. Cómo ven el escenario los analistas Ricardo Rouvier, Gustavo Córdoba y Raúl Aragón, y qué cosas creen que se debe mejorar en la campaña.

Queda apenas una semana para las elecciones primarias, en las que se tendrá al menos una tendencia de cómo están paradas las principales fuerzas políticas que competirán en las urnas.

La mayoría de las encuestas anticipan una victoria del Frente de Todos por sobre su principal oponente, Juntos por el Cambio. La diferencia entre las principales consultoras radica, sin embargo, cuánto separará al primero del segundo.

“Tenemos un escenario electoral muy competitivo, con una diferencia menor a 10 puntos entre el primero y el segundo. El impacto de las campañas electorales es muy superior y en ese marco, tanto los aciertos como los errores de campaña tienen un impacto mucho más fuerte”, consideró Gustavo Córdoba, director de la consultora que lleva su nombre, en diálogo con La Tecla

Para el politólogo, comparado otras campañas, la de Alberto Fernández necesita un mayor grado de intervención, “a cuenta de ciertos detalles en la estrategia, en la organización de la campaña, en los roles, en el tono de la discusión y en la improvisión”.

“Desde todo punto de vista, lo mejor de la campaña de Alberto fue que en estos últimos días logró que el Gobierno hablara de temas económicos, que era lo que el Gobierno no quería. En general, fue de menor a mayor y tiene muchos aspectos a corregir”, añadió Córdoba. 

En este contexto, “la campaña del Gobierno es mucho más ajustada, mucho más práctica, mucho más concreta. Se han puesto de acuerdo y no han ninguna voz en paralelo; son más eficaces, con la insólita presencia y apoyo de los grandes medios nacionales. Van a ir a buscar, algo que no tienen, que es la victoria. Ellos saben que pierden, que son más competitivos en segunda vuelta que en primera y la idea que tienen ellos es transformar las PASO en una especie de primera vuelta para convencer fundamentalmente al votante de Lavagna y de Espert de votar a Macri en octubre para que no regrese Cristina”. 

Para el consultor, una debilidad en la estrategia de la campaña de Juntos por el Cambio, es que no hay plan B. “Ellos parten del supuesto de que el panorama electoral está dividido en dos ejes, que es peronismo o antiperonismo; o kirchnerismo y antikirchnerismo. El votante de Lavagna o Espert es muchísimo menos antiperonista que lo que la campaña de Macri presume. Es un votante que tiene una profunda crítica a la mala praxis del Gobierno en materia económica. No es casual que voten a dos candidatos con perfil economista”.

“Ahora bien, en un eventual ajuste, este votante va a definir la elección. Ninguno de los núcleos duros de ambas fuerzas garantizan ‘per se’ el triunfo en primera vuelta, por lo tanto tienen que moderar el discurso. El peronismo tiene que ir a buscar a estos votantes con una visión económica potente y el Gobierno, por ahora, está haciendo un ajuste por derecha por eso propusieron lo del Servicio Cívico. En los próximos días irá en busca del votante de Lavagna”, concluyó Córdoba. 

 

Ricardo Rouvier, director de Rouvier y Asociados, coincide en que el escenario electoral está altamente concentrado y que alrededor del 75 y el 80 por ciento de los votos se los llevan las dos principales alianzas. 

“Tenemos una mayoría de mediciones que indican una ventaja del Frente de Todos por sobre Juntos por el Cambio. Hay que ver la cantidad de gente que va a votar, porque si la diferencia entre el primero y el segundo es pequeña, no es un dato menor. En 2015 fueron 2 millones de personas, que luego votaron en octubre”, resaltó el consultor.

En este marco, consideró que a lo largo de estos meses sí hubo cambios de campaña. “De parte del Gobierno hay una campaña muy profesional, que funciona más bien bajo el agua, no es tan mediática, en el sentido de que no aparecen en muchos medios, sí con spots y tienen un trabajo territorial fuerte. Lo que en el marketing político se llama microsegmentación”, señaló a este medio.

En el peronismo, en tanto, la estrategia es más desordenada, más caótica. “Aparecen gestos y expresiones extemporáneas que tienden a ser inconvenientes. La campaña de Alberto me parece buena, que primero pasó primero de conocimiento a ser afirmativa, con propuestas concretas. Estamos viendo el tramo final de la campaña, con promesas en varios temas. No hay una campaña nacional uniforme y homogénea”. 

“Tomando el eje en Alberto, con Cristina en otra función, tendrían que impulsar un alineamiento nacional de la campaña a partir de Alberto Fernández, de nadie más”, finalizó Rouvier.

Por último, Raúl Aragón anticipó a La Tecla los últimos resultados de su encuesta nacional, en la que Alberto Fernández cosecharía 41,6 por ciento; mientras que Mauricio Macri apenas supera el 35 por ciento, por lo que la brecha entre ambos es cada vez menor. 

En tercer lugar, Roberto Lavagna sumaría 8 puntos y José Luis Espert 5,7 por ciento. Lo siguen Nicolás del Caño con 3,2 y Manuela Castañeira con 1,8 por ciento de los votos; con un poco más de 3 puntos de votos en blanco. 

En cuanto a los ajustes de campaña, Aragón consideró que Fernández debe procurar elaborar propuestas de campaña que no le permitan a su oponente calificarlo como “demagógico”. “Por ejemplo, con una promesa de declaración de emergencia alimentaria, Macri no puede contestar a eso cuando hay 14 millones de personas con hambre. Considerar o acusar de demagogia eso, no se puede hacer”.

Por su parte, el Gobierno debería ser mas propositivo, “porque hasta el momento no ha propuesto nada”. 

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