"Hay que ganarle a Macri, no a Cristina". La frase la repite José Manuel De la Sota, histórico peronista enfrentado con los K, aliado y rival de Sergio Massa en la primaria presidencial de 2015, y ahora inquieto pero discreto caminante por el PJ bonaerense.

Este jueves, el ex gobernador de Córdoba, visitó a Facundo Moyano, diputado que junto a Felipe Solá empezaron lo que parece un irreversible despegue del massismo para apostar a un armado panperonista que incluya al mundo K.

El hijo diputado del líder camionero, que la semana pasada volvió a encontrarse tras varios años con Cristina de Kirchner, publicó en su cuenta de Twitter una selfie junto a un sonriente De la Sota. No es un detalle: hasta acá no hubo fotos de los varios encuentros que el cordobés mantuvo con dirigentes bonaerenses.

De la Sota milita una tesis lineal: para vencer a Mauricio Macri en 2019, el PJ debe lograr una amplia unidad de la que forme parte el cristinismo. Disiente con su coterraneo y socio Juan Schiaretti, que desecha toda confluencia con la ex presidente.

En Córdoba, avisan que esos matices no ponen en riesgo una sociedad de años y que se sostiene en una regla de funcionamiento: el que es gobernador define la táctica política, sobre todo dentro de la provincia.

De la Sota, por eso, se mueve en extramuros de su provincia y camina, en particular, Buenos Aires. Eso lo llevó a una charla con Máximo Kirchner y con varios intendentes, de la matancera Verónica Magario, a Martín Insaurralde de Lomas, Gustavo Menéndez de Merlo y, entre otros, Juan Zabaleta de Hurlingham.

Este jueves fue el turno de Facundo Moyano, que lo recibió en las oficinas de su fundación, llamada Estrategia. Hubo miradas comunes sobre la unidad del PJ y enfoques similares respecto a intentar confluir con Unidad Ciudadana, el espacio que comanda Cristina Kirchner.

De la Sota, cuentan a su lado a Clarín, cree que debe haber un plan de acción con una "agenda social" que sirva para construir la unidad peronista. Con Moyano, uno de los sostenedores de la postulación presidencial de Solá, compartieron las críticas a Macri y al plan económico del gobierno.

El cordobés se apoya en un criterio: que estuvo enfrentado a los Kirchner durante los doce años de gobiernos K y que, desde esa posición, ahora puede proponer un esquema de unidad para derrotar a Macri.

Al igual que Solá, De la Sota plantea que sin Cristina es difícil un armado ganador pero, a la vez, entiende que una eventual postulación de la ex presidente puede complicar una confluencia.

Con los intendentes que habló estas semanas tramsitió su voluntad de amplitud y se muestra como un "articulador" de esa unidad aunque en Córdoba entienden que el objetivo último es entrar en la carrera presidencial del 2019.

En 2017, De la Sota desechó encabezar la boleta de diputados nacionales porque, explicó, no pensaba repetir cargos que ya ocupó y dejó abierta la idea de volver a pelear la presidencial como lo hizo en 2015 luego de un fallido intento en 2003 y de ser candidato a vice de Antonio Cafiero en la interna del PJ de 1988 que ganó Carlos Menem.

Entre tanto, De la Sota viaja a Brasil y a España, y se animó a incursionar en el mundo de la moda con "El Hombre", un local de ropa masculina en Río Cuarto, la ciudad donde vive. Hará otro movimiento: un ciclo de programas en un canal de cable.

Moyano, en tanto, se convirtió en un sostén en la postulación nacional de Solá pero, sin decirlo, busca posicionamiento detrás de un objetivo propio: sondear si hay margen para disputar por el PJ la gobernación bonaerense.

Para más adelante quedó un encuentro entre De la Sota y Solá.